En Cataluña, hoy era día de ofrendas a un político independentista y republicano: Francesc Macià. Y de reacciones a la inédita mención expresa que hizo el rey sobre Cataluña en su mensaje. "Llevamos a Cataluña en el corazón", dijo el monarca. Don Felipe aludió de manera directa al desafío independentista apelando a los sentimientos. "Me duele y me preocupa que se puedan producir fracturas emocionales, desafectos o rechazos entre familias amigos o ciudadanos. Nadie en la España de hoy es adversario de nadie", señaló. Pero no se mojó en el debate político sobre la reforma constitucional. Los independentistas catalanes entienden que con su discurso el rey admite abiertamente que existe un problema en Cataluña, pero exigen más. El president, Artur Mas, ha advertido que "el respeto pasa porque juntos o no tan juntos se pueda decidir desde el pueblo de Cataluña". Para Alfred Bosch, portavoz de ERC en el Congreso, "si realmente pide la convivencia en Cataluña", lo primero que debería hacer Felipe VI "es pedir que se retire la querella contra el presidente de Cataluña elegido en las urnas". -Redacción-
