Seis de la mañana, la Mañueta abre sus puertas, pero decenas de personas llevan ya tiempo esperando. Con la luz del día, la cola aumenta. Así que nos animamos y cuando por fin nos toca nos atiende Paulina, que va a cumplir 92 años y lleva trabajando aquí desde los 5 años. Ella, sus hijos y 9 nietos abren solo durante las fiestas de San Fermín esta churrería con más de 140 años de historia. Es tradición sí, pero en toda Pamplona no solo en su familia, así que todos los 7 de julio. Se enciende la brasa que mantiene viva la churrería más antigua del país.