Los ecos independentistas catalanes preocupan económicamente más allá de nuestras fronteras.El consejero delegado de una multinacional de software para empresas asentada en Barcelona desde hace 6 años asegura que sus jefes holandeses le pidieron un informe sobre las posibles consecuencias que tendría la hipotética independencia de Cataluña. Juan Antonio Fernández, este alto directivo, asegura que, de producirse, le costaría atraer inversores a Cataluña por la incertidumbre de un sitio que pudiera quedar excluído del euro. Desde el mundo de la empresa, donde es difícil encontrar a alguien que hable abiertamente de los perjuicios del giro independentistas advierte del peligro de tocar algo que funciona. Una reflexión de un empresario que dice que preferiría hablar de cifras y no de polçíotica