Tras varios días nevando, el temporal da una pequeña tregua en el Valle de Arán. En localidades como Viella las consecuencias de estas nevadas son evidentes: calles cubiertas de nieve en las que es muy difícil caminar y coches sepultados bajo un manto blanco. No todo es negativo. Turistas y esquiadores disfrutan de la nieve y comerciantes y hosteleros se recuperan económicamente.