Hoy, en Burgos las máquinas quitanieves continúan trabajando sin cesar. La ciudad está de resaca. En la memoria de todos, la intensa nevada que cayó ayer. La otra cara del día está protagonizada por un hielo peligroso que hace difícil caminar. Durante ocho horas, los burgaleses vivieron la peor nevada del año. Hoy, la subida de temperaturas se ha encargado de recuperar la normalidad. A pesar del caos, la ciudad ha despertado esta mañana con imágenes para el recuerdo.