Spanair echa el cierre. Quedan muchas explicaciones aún por dar. Pasajeros en los pasillos. Unos querían viajar para ver a su hijo. Otros pueden perder su trabajo. Son sólo algunas de las historias que aún deambulan por los aeropuertos españoles, y seguro que quedan muchas por contar. En Gambia algunos se han quedado en tierra. Un grupo de los afortunados que regresa a casa cuentan que al final sólo han sufrido un retraso de cuatro horas. También hay gente solidaria que piensa en los trabajadores de la compañía y lo mal que lo estarán pasando. Los hay que buscan la ayuda en la sala de AENA. Y desde allí, una llamada telefónica para intentar conservar la ilusión.