Seis aventuras baratas y familiares para organizar un gran fin de semana

La sierra del Montsec es el lugar de Cataluña donde la atmósfera reúne las mejores condiciones -las meteorológicas y una escasa contaminación lumínica- para asomarse al universo. Motivos que convierten a la sierra en una Reserva Starlight, es decir, uno de los más extraordinarios lugares del mundo para observar el firmamento. El parque astronómico instalado en esta sierra prepirenaica catalana dispone a su vez de un espacio lúdico y de divulgación científica en el que una escapada en familia puede convertirse en un viaje de altura asomados al vértigo de la inmensidad espacial. Basta con admirar su cúpula de doce metros de diámetro o asomarse al cielo estrellado del Montsec cuando se abre su pared frontal. En sus instalaciones y a través de sus actividades y talleres durante todo el día y la noche sabremos que el Sol tiene música o veremos estrellas que ya no existen, supernovas o cometas. Por la noche, está claro, hay una cita indispensable con el firmamento más extraordinario. Parque Astronómico del Montsec: www.parcastronomic.cat

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Las impactantes cuevas y piscinas naturales de la costa de Fuerteventura

Francisco López-Seivane

De Betancuria, la antigua capital de la isla, a los asombrosos tesoros geológicos de la costa de Ajuy

Al oeste de la isla de Fuerteventura hay un panorama llamativo al que acercarse caminando 1,5 kilómetros desde la localidad de Ajuy, dentro del parque rural de Betancuria. Sobre huellas marinas de rocas de hace cien millones de años se depositaron sucesivas coladas de las primeras erupciones volcánicas isleñas, visibles en las arenas negras de la playa local así como en los 40 metros de altura de los acantilados. Fueron la fuente de obtención de cal para la isla. El viento y la humedad marina erosionaron ambas rocas creando un panorama fantástico con cuevas misteriosas y charcones o piscinas naturales que quedan a la vista durante la bajamar. Parece imposible contemplar esa ensenada de aguas tranquilas rodeada de acantilados tan extraordinarios cuando estaba llena de embarcaciones que transportaban productos y personas de tierras castellanas al archipiélago.

Esta es una escapada familiar a unas montañas de esencia cantábrica donde 'estar en Babia' literalmente mientras dure la estancia. Y es que estamos en el corazón del parque natural de Babia y Luna, un panorama de montaña en tierras leonesas donde observar osos pardos, ver una manada de lobos o distinguir alimoches y águilas reales. Acampadas de aire libre, rutas de observación de fauna e itinerarios a caballo a través de los contrastes naturales de una de las regiones más salvajes de la cordillera Cantábrica. Babia Aventuras: www.babiaventuras.com

Navegar el delta que el río Ebro crea en su desembocadura es una divertida experiencia familiar. Podremos recorrerlo en embarcación a motor en un crucero fluvial con el que llegaremos hasta donde el río se junta con el mar, entre las islas arenosas como la de Buda que marcan el final del gran río español, o bien avanzar con nuestro propio esfuerzo. Es como lo han practicado tradicionalmente los agricultores de la zona perchando en barca de madera entre los canales que surcan el delta. La casa de Fusta, antigua casa de cazadores que acudían atraídos por la abundancia de aves, es hoy el centro de información. Es la base perfecta para iniciar un recorrido en barca tradicional o en kayak por los tranquilos canales del corazón del parque natural. También para observar aves en la laguna de La Encanyissada (la más extensa del delta), pasear en carro o reponer fuerzas con una gran variedad de arroces que protagonizan la gastronomía deltaica. Restaurante Estany Casa de Fusta: restaurantcasadefusta.com

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La mayor colección privada de Rolls-Royce está en un valle entre caseríos y simas

Javier Carrión

De ruta por el valle de las Encartaciones (Vizcaya) para conocer la cueva de Pozalagua -con sus inusuales estalactitas excéntricas- y la gran colección de Rolls-Royce en Torre Loizaga, Galdames

La Red de Caminos Naturales cumple 30 años con más de 10.500 km habilitados por toda la geografía española, 1.700 de los cuales pertenecen a rutas rehabilitadas sobre antiguos trazados ferroviarios. Otras rutas siguen las grandes vías de agua peninsulares, magníficos compañeros de camino cuyos meandros y riberas suelen fascinar a grandes y pequeños durante una escapada familiar. El Ebro, segundo y más caudaloso río peninsular, nos acompaña a lo largo de 930 kilómetros repartidos en 42 etapas desde su nacimiento hasta su desembocadura a vivir una experiencia inolvidable en familia. Se puede plantear en varias escapadas o fines de semana, por comunidades autónomas o eligiendo sus tramos más espectaculares. Recorrer su etapa 5, que discurre por el cañón del Ebro, en la provincia de Burgos, puede ser una emocionante manera de probar esta aventura en familia. Atraviesa el desfiladero entre Orbaneja del Castillo y Pesquera de Ebro, situándonos junto a su orilla para recorrer las jóvenes aguas del río padre bajo imponentes farallones y junto a la desembocadura de su afluente el Rudrón. Han de caminarse 24,8 kilómetros hasta alcanzar la bonita localidad de Pesquera de Ebro para lo que son necesarias 6,5 horas. Caminos Naturales: www.mapa.gob.es/es/desarrollo-rural/temas/caminos-naturales

Cullera es uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad valenciana y dispone de magníficos oteaderos desde los que asomarse no solo al casco urbano sino al cercano parque natural de la Albufera. Desde el mirador del Sants de la Pedra, que alberga el curioso museo del Arroz, al del Dosel, distinguido con la escultura en bronce de la sirena que mira hacia las playas más naturales del municipio y sus valiosas dunas situadas en el camino al faro. Un pequeño sendero asciende por los acantilados hasta el mirador del Cap del Far y su imponente panorámica azul, con la cala homónima a sus pies. La bahía alrededor de la que se extiende la localidad es abarcable tanto desde el mirador de la Isla de los Pensamientos, que se extiende hasta la desembocadura del Júcar, como desde el mirador del Castillo. La panorámica más rural es la del mirador del lago de l'Estany que se asoma entre naranjos y huertas, y también barcas de pescadores. La última visión para el recuerdo es en el mirador del Fort, uno de los enclaves más elevados para ver el municipio con otros ojos. Miradores de Cullera: visit-cullera.es