Las tamboradas más emocionantes de la Semana Santa

Tambor y bombo son protagonistas de otra Semana Santa. Sus redobles suenan ininterrumpidamente y las manos que los golpean acaban heridas y, a veces, ensangrentadas. El estruendo se extiende por el Bajo Aragón (Albalate del Arzobispo, Alcañiz, Alcorisa, Andorra, Calanda, Híjar, La Puebla de Híjar, Samper de Calanda y Urrea de Gaén. en Teruel), Albacete (Agramón, Hellín y Tobarra), Murcia (Moratalla y Mula), Comunidad valenciana (Alzira, Valencia, y Alcora, Castellón) y Córdoba (Baena). Desde 2018, las tamboradas de esas diecisiete localidades españolas son Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad , aunque podrían citarse otras que no están en la lista.

En todas las culturas el sonido servía para enfrentarse con los poderes maléficos. El cristianismo lo heredó como elemento religioso, sobre todo durante la Semana Santa. En España las tamboradas más antiguas son las del Bajo Aragón . En 1517, el duque de Híjar pidió a los franciscanos que celebrasen una Semana Santa penitencial, que fue el comienzo del sonido del tambor acompañando a desfiles procesionales. De hecho, el tambor es una forma de oración . Documentos del siglo XVIII hablan de «nazarenos con tambores de parches destemplados que acompañan la procesión del Santo Entierro recordando con sus ruidos el cataclismo que sufrió la Tierra cuando Cristo murió».

La tamborada de Híjar es la más impresionante de la llamada Ruta del Tambor , que recorre el Bajo Aragón. A las doce -en la noche del Jueves Santo- cientos de tambores suenan a la vez. Es la famosa rompida. El sonido duro y monótono refleja la tristeza por la muerte de Cristo y estará oyéndose el tiempo en que estuvo muerto. Su golpear causa heridas y la sangre deja manchas rojas sobre los tambores . Muchos se protegen la mano con guantes o pañuelos pero otros, por penitencia, las llevan desnudas.

En la cercana Calanda la rompida es a las doce de la mañana del Viernes, con la participación de las mujeres. Luis Buñuel -era de allí- inmortalizó en sus películas el sonido de los tambores de esta localidad de menos de 4.000 habitantes, que redoblan sin interrupción hasta mediodía del Sábado.

En Alcañiz empiezan a sonar el Viernes Santo a mediodía y los nazarenos llevan un tambor con crespón en señal de duelo. En Alcorisa se representa además una pasión viviente -el ‘Drama de la Cruz’- con un impresionante calvario. En Albalate comienzan a las 12.00 de la noche del Jueves con la cofradía de los alabarderos que marca el paso en las procesiones. Samper, Andorra y Urrea y la Puebla de Híjar tienen la rompida también a medianoche del Jueves Santo.

Cada localidad tiene un color para sus penitentes. Así el morado es para Calanda, el azul en Alcañiz, blanco en Alcorisa, negro en Híjar, rojo en Andorra... Lo que causa las heridas en las manos no son los palillos (eso forma ampollas) sino el rozar de los nudillos con el bombo. Muchos llevan manchas de sangre seca y las fechas de los años en que se han tocado.

Otros lugares donde el tambor es protagonista son Agramón, Hellín y Torralba, en Albacete. En la de Hellín participan más de 20.000 personas, ataviados con túnica negra y pañuelo rojo o negro al cuello. La primera es el Viernes de Dolores. El Miércoles Santo es la primera tamborada oficial, una de las más multitudinarias, a las 15.00 h. El Jueves comienza a medianoche, al terminar la Procesión del Silencio, hasta la tarde del Viernes Santo, después de la bajada al Calvario. Y finalmente, el Sábado de Gloria tiene lugar la última tamborada, que acaba la tarde de Domingo de Resurrección con la recogida de la Procesión del Encuentro.

Moratalla y Mula , en la Región de Murcia, también son lugares de interés. Moratalla es el único pueblo donde el tamborista toca con la cara tapada con capirote, redobla de forma personal e individual y viste túnicas que adoptan los más variados colores. Los tambores son completamente artesanales. La Noche de los Tambores de Mula (Murcia) acaba de obtener el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Internacional .

En la Comunidad valenciana el redoble nos lleva a Alzira (Valencia) y Alcora (Castellón) . Y en Andalucía, a Baena (Córdoba) , donde el ruido se torna mucho más colorista. Los llamados coliblancos y colinegros se encargan de tocar continuamente el tambor. Son cientos los que recorren las calles con vistosos tocados.