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Seis de los pueblos más bonitos de Madrid para conocer este puente

Desde el coqueto Patones de Arriba, pasando por el medieval Buitrago de Lozoya, hasta Chinchón con su preciosa y colorida plaza, estas son las paradas imprescindibles en una excursión por la región

Diez escapadas fáciles y baratas para acertar en el Puente de diciembre

Algunos de los pueblos más bonitos de Madrid, en la imagen Chinchón © Sonia Jiménez
Rocío Jiménez

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Rutas senderistas para todo el año, pistas de esquí para el invierno, una rica gastronomía y un puñado de pueblos con mucho encanto es lo que ofrece la Comunidad de Madrid, más allá del turístico centro de la ciudad. Buitrago del tios cargados de historia, cultura y patrimonio no es necesario salir de la capital y estos lugares así lo demuestran. Situados, casi todos, a menos de una hora del centro, se convierten en destinos perfectos para visitar cualquier fin de semana y desconectar así de las grandes multitudes sin necesidad de alejarse demasiado.

Patones de Arriba

Pasear por sus empinadas calles, admirar sus casas de pizarra cuyos tonos contrastan con las flores que las decoran, disfrutar de una exquisita comida en alguno de sus restaurantes o empaparse de la naturaleza que lo envuelve son algunos de los básicos de este coqueto pueblo madrileño. Esta pequeña aldea, que tuvo su origen alrededor del siglo XVI , sobrevivió durante siglos gracias a los trabajos de ganadería y agricultura. Fue en el siglo XX cuando la población tuvo que trasladarse a Patones de Abajo. Desde los 90 Patones de Arriba fue declarado Bien de Interés Cultural.

Para completar la visita hay que ir a la Dehesa de la Oliva, zona situada muy cerca del pueblo que acoge un yacimiento con restos arqueológicos que datan desde el Paleolítico hasta la Edad Media. Debido a la falta de aparcamiento, lo mejor para llegar hasta Patones es dejar el coche en el parking del pueblo de abajo y seguir la senda ecológica del Barranco, una subida perfecta para ir calentando motores.

Imagen del pueblo de Patones de Arriba © Rocío Jiménez

Chinchón

Situado a unos 45 kilómetros de la capital, en la cuenca del Tajo-Jarama , está Chinchón, un pequeño pueblo para recorrer a pie. Todo paseo por este rincón madrileño comienza en su Plaza Mayor, una de las más bellas del país. De origen medieval y forma irregular, la plaza destaca por sus balcones –234 para ser exactos– con barandillas en color verde y sus tejados escalonados. Desde su construcción ha sido el centro neurálgico de la localidad acogiendo diferentes festejos reales, corridas de toros, ferias de ganado, juegos de cañas y hasta rodajes.

Pero esto no es lo único que hay ver aquí. El Monasterio de los Agustinos-Parador de Turismo , fundado por los condes de Chinchón en el siglo XVII, la Torre del reloj , única estructura que queda en pie de la que fuera la iglesia más antigua, el Teatro Lope de Vega , construido sobre las ruinas del antiguo Palacio de los Condes, el Castillo de los Condes , construido a finales del siglo XV, la Casa de la Cadena , un edificio barroco de finales del siglo XVII y el Castillo de Casasola , con planta triangular y estilo gótico, son otras de las paradas obligatorias.

Plaza Mayor de Chinchón con sus característicos balcones verdes © Sonia Jiménez

Rascafría

Asentado en el Valle del Lozoya, a unos 1.100 metros de altitud y rodeado de una exuberante naturaleza, está Rascafría. Este pueblo bonito es, sin duda, una parada obligatoria para aquellos que visitan la Sierra de Guadarrama. Hay que ver la plaza de los Trastámaras, el ayuntamiento de estilo neomudéjar y la parroquia de San Andrés Apóstol, del siglo XV, pero su principal monumento turístico es el cercano monasterio de Santa María del Paular. La mayor parte de este edificio se llevó a cabo gracias a Juan Guas, arquitecto de los Reyes Católicos. Es a esta época cuando se remonta la portada de la iglesia de estilo gótico flamígero o el claustro, de estilo gótico mudéjar. Para obtener las mejores vistas del monasterio nada como acercarse al Puente del perdón . Otro de sus imprescindibles es el Antiguo Molino de papel de los Batanes, de donde salió el papel en el que se imprimió la primera edición de Don Quijote de La Mancha.

En los meses de verano muchos son los turistas que se acercan a disfrutar de la zona de baño de Las Presillas . Además, la zona brinda numerosas rutas senderistas para todos los niveles.

Buitrago del Lozoya

El pueblo amurallado de Buitrago de Lozoya es uno de los principales atractivos de la sierra norte de Madrid. Conjunto histórico-artístico y Bien de Interés Cultural desde 1993 , esta villa medieval ofrece a sus visitantes un interesante viaje en el tiempo ya que el recinto amurallado es el conjunto fortificado más singular y mejor conservado de toda la comunidad.

El castillo de los Mendoza, del siglo XIV, es su principal atractivo . Su arquitectura en ladrillo y mampostería evidencian una arquitectura mudéjar. Tiene forma casi cuadrada y estaba fortificado por siete torres, todas con una estructura diferente. Tampoco hay que perderse el Museo Picasso-Colección Eugenio Arias , instalado en los bajos del Ayuntamiento, la iglesia de Santa María del Castillo , que se terminó de construir a principios del siglo XVI posiblemente sobre una antigua mezquita, la Torre del Reloj , con 16 metros de altura y una planta pentagonal, y el Puente del Arrabal o Puente Viejo , construido enteramente en piedra y granito, combinando mampostería y sillería.

Imagen del pueblo de Buitrago del Lozoya © Ayuntamiento de Buitrago del Lozoya

San Lorenzo de El Escorial

San Lorenzo de El Escorial es el segundo municipio más visitado de Madrid tras la capital, y no es para menos. Su Real Monasterio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco desde 1984, es una visita imprescindible para recorrer la historia de España y, más concretamente, el reinado de Felipe II. No hay que perderse su biblioteca, el Patio de Reyes, la Basílica, considerada punto neurálgico del edificio, el Panteón de Reyes, la Sala de las Batallas y, por supuestos, sus hermosos jardines.

Entre el Real Monasterio y la vecina localidad de El Escorial está el parque y los jardines de la Casita de Príncipe , edificada por Carlos III para su hijo Carlos IV, y la Casita del Infante , un edificio neoclásico que el infante Gabriel de Borbón tenía como residencia de descanso. Las tres Casas de Oficios, situadas frente a la fachada norte del monasterio, el Teatro Real Coliseo de Carlos III, la Silla de Felipe II –conjunto de plataformas y asientos tallados sobre granito perfectas para observar el monasterio– y El bosque de la Herrería , situado a los pies del monte Abantos, son otros de los reclamos turísticos de la zona.

Aranjuez

Situada en la zona sur de Madrid está Aranjuez, una Real Villa declarada Paisaje Cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2001 en la que hay que visitar una gran cantidad de jardines y monumentos.

En primer lugar, por supuesto, está el Palacio Real de Aranjuez, considerado uno de los más bellos de España. Destacan, en su fachada, las estatuas de los tres reyes que impulsaron su construcción: Felipe II, Felipe IV y Fernando VI. Además, en su interior hay obras tan maravillosas como la escalera con balaustrada de estilo rococó, el despacho de la Reina, el Salón del Trono o la habitación de Isabel II. Fuera de aquí hay que ver la Plaza de Parejas , situada frente a la fachada sur, la Casa de Oficios y Caballeros , convertidas hoy día en viviendas y oficinas de la administración, la iglesia de San Antonio de Padua, el Real Convento de San Pascual , construido por Sabatini a mediados-finales del siglo XVIII, y la Estación de Ferrocarril , un edificio neomudéjar cuyo interior con techos altos y artesonado no deja indiferente a nadie.

Rodeando al monumental palacio están los jardines del Príncipe , el más grande de los que rodean el palacio hecho en la segunda mitad del siglo XVIII por Carlo IV, el del Parterre , mandado construir por Felipe V con un estilo claramente francés, el del Rey , un espacio rectangular adornado con múltiples figuras y estatuas, y el de la Isla, jardín que debe su nombre a su posición aislada entre el Palacio y el río Tajo .

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