Día Mundial de la Arquitectura
Los 15 mejores edificios de España construidos en el siglo XXI
Una ruta por museos, aeropuertos, mercados o centros cívicos que destacan en la arquitectura española de este siglo
Los edificios transforman las ciudades. Las visten. Las arropan. Las iluminan. Un paseo entre construcciones brillantes o singulares modifica nuestra percepción del espacio y de la vida. Para ilustrar el cambio que puede provocar en un casco urbano un rascacielos o un museo con un diseño innovador suele citarse siempre un ejemplo: el Museo Guggenheim en Bilbao , inaugurado en 1997. En estas líneas repasamos quince de los trabajos más sobresalientes de España en el siglo XXI. La selección la ha realizado Fredy Massad (Buenos Aires, 1966), arquitecto y crítico de arquitectura contemporánea en diferentes medios, incluido ABC, donde firma el blog La viga en el ojo .
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Aeropuerto de Madrid-Barajas Adolfo Suárez / Estudio Lamela & Rogers Stirk Harbour + Partners (2005)
Fue en su momento la mayor obra de edificación del continente, con casi 1,2 millones de metros cuadrados de área construida. Y fue también una revolución estética que dejaba (deja aún) huella en quien lo ve. Al pasar por la T4 nos quedamos primero con la imagen de esa estructura metálica ondulada del techo, revestida con tiras de bambú, y las columnas en pares. Pero además transmite una sensación de belleza sencilla, humana. El conjunto está distribuido en seis pisos, aunque para el viajero destaque sobre todo la luminosidad de las tres plantas superiores. La obra ganado infinidad de premios, entre ellos el Stirling del Real Instituto de Arquitectos Británicos, el ‘Internacional RIBA European Awards 2006’, ‘mejor proyecto de ingeniería 2005 por el Instituto de la Ingeniería de España’ y el premio de Diseño T+L 2006 en la categoría de ‘Mejor Espacio Público’.
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CaixaFórum, Madrid / Herzog & de Meuron (2008)
Herzog & de Meuron remodelaron y ampliaron sustancialmente (de 2.000 a 8.000 metros cuadrados) el edificio donde estaba la antigua Central Eléctrica del Mediodía, una estructura industrial del siglo XIX que sobrevivía en el casco urbano de Madrid. En la inauguración los críticos destacaron la capacidad de este edificio de dinamizar el entorno. Y es que, desde su concepción, se pensó como reclamo turístico de la ciudad, como el citado Guggenheim, de Gehry. Algo más que un museo. Desde el punto de vista del espectador inadvetido, el edificio parece levitar sobre una gran plaza pública. Conservaron la estructura de ladrillo, crearon un edificio expresivo y sólido, y, en el exterior, un jardín vertical se convirtió en un pequeño símbolo dentro de un gran proyecto.
3
Mercado de Santa Caterina, Barcelona / Miralles Tagliabue EMBT (2004)
Muchos de sus compañeros de profesión describen a Enric Miralles (1955-2000) como un arquitecto deslumbrante. Fue el autor, con Carme Pinós, del Cementerio Nuevo de Igualada. Y, con Benedetta Tagliabue, de este mercado barcelonés, en el que destaca la aparatosa cubierta de mosaicos -obra del artista Toni Comella- colocada sobre la fachada neoclásica del antiguo mercado. Esa cubierta parte de la metáfora de un inmenso mar coloreado por el recuerdo de frutas y verduras. Espectacular, sin duda. De hecho, es la fachada más reconocible del edificio, aunque solo se vea desde arriba. Y un símbolo del recuperado distrito distrito de Ciutat Vella.
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Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León MUSAC, León / Mansilla + Tuñón Arquitectos (2005)
Este museo dedicado al arte de las últimas décadas del siglo XX y al XXI es en sí mismo una obra que merece ser contemplada por fuera, antes de entrar. No en vano recibió en 2007 el Premio Mies van der Rohe de Arquitectura Contemporánea de la Unión Europea, uno de los máximos reconocimientos internacionales. Tiene una sola planta, construido con muros de hormigón blanco, y está formado por piezas autónomas —cuadrados y rombos— que forman un contorno irregular y quebrado. Los críticos hablan de libertad a partir del rigor. Planos zigzagueantes y entrelazados y colores vivos que proceden de la digitalización de un fragmento de las vidrieras de la catedral de León. Las salas de exposiciones, ahora cerradas, podrán visitarse a partir del 16 de octubre.
5
Museo Medina Azahara (Córdoba) / Nieto Sobejano (2009)
Sus autores lo describían mejor que nadie de esta manera: «Nuestra primera reacción al llegar al lugar habría de marcar, desde el primer momento, la futura propuesta: no debíamos edificar en aquel paisaje. Ante una extensión de tal amplitud, que aún espera ser excavada, decidimos actuar como lo haría un arqueólogo: no construyendo un nuevo edificio, sino encontrándolo bajo tierra, como si el paso del tiempo lo hubiera ocultado hasta el día de hoy. De esta forma, el proyecto descubre la planta de un museo subterráneo, que articula sus espacios en torno a una secuencia de llenos y vacíos, áreas cubiertas y patios que guían al visitante en su recorrido. El nuevo museo establece casi imperceptiblemente un permanente diálogo con la arquitectura y el paisaje de la antigua medina árabe.»
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Filmoteca de Cataluña, Barcelona / Mateo Arquitectura (2012)
Este edificio se expresa como una pura estructura, sin revestimientos ni acabados, en bohemio barrio del Raval barcelonés. Destacan los muros-viga de hormigón visto que construyen las fachadas. Una presencia imponente e impactante. Sobre el espacio, Josep Lluís Mateo hablaba en su momento del descenso hacia la oscuridad de los cines y el ascenso hacia la luz, hacia los lugares de trabajo. De hecho, para reducir el impacto del edificio en una zona tan abigarrada de la ciudad y tener una altura equivalente a la de las manzanas próximas, se enterraron las salas de proyección situándolas en dos niveles bajo el nivel de calle.
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Estación Intermodal Zaragoza Delicias / Carlos Ferrater (2003)
La línea de alta velocidad Madrid-Zaragoza-Lérida empezó a estar operativa el 11 de octubre de 2003. Con la línea se inauguró también, oficialmente, la estación intermodal de Zaragoza-Delicias, según el proyecto de los arquitectos Carlos Ferrater, José María Valero, Félix Arranz y Elena Mateu. Según dijo Ferrater entonces, más allá del AVE, la ocasión se aprovechó para reordenar el ámbito, poniendo en conexión las calles existentes, las nuevas vías abiertas en los barrios contiguos, el parque natural del meandro del Ebro y el jardín de la Alfajería. En cuanto a la estación -continuaba el arquitecto- «se configura como una suerte de microciudad: dos hoteles, un auditorio, un centro de negocios y locales comerciales en el flanco norte, el vestíbulo de salidas y despachos ferroviarios en el extremo oriental, el módulo de llegadas y áreas de oficinas en el occidental, y los espacios de circulación en el lado sur rodean la nave central, en cuyo interior mueren diez vías férreas de ancho nacional e internacional».
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Iglesia de Iesu, San Sebastián / Rafael Moneo (2011)
Se construyó en el entonces nuevo barrio de Riberas de Loyola, en la margen izquierda del río Urumea, junto al Jardín de la Memoria. Moneo presentó un proyecto vanguardista apoyado en conceptos como simplicidad, pureza, recogimiento o escala humana. «Generoso en sus espacios y muy modesto en sus materiales», dijo el arquitecto. La iglesia destaca por la luz, una luminosidad que penetra a través de la cruz asimétrica que conforma la cubierta del edificio y de los ventanales abiertos a la derecha del altar. «Rafael Moneo nos ha ofrecido esta arquitectura de la luz y de la cruz», se dijo en la inauguración del templo. Un detalle más: el retablo del altar, un tríptico elaborado por Javier Alkain que abierto contiene simplemente un fondo gris sin ninguna imagen ni matiz y cuando está cerrado muestra una figura que sugiere la gran cruz de la cubierta.
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Estadio Wanda Metropolitano, Madrid / Cruz y Ortiz Arquitectos (2017)
«El nuevo estadio del Atlético de Madrid -según la definición de Fredy Massad- es un cuerpo sólido, externamente definido por la uniformidad y homogeneidad que le confiere la construcción en hormigón, unificado por una gran cubierta de estructuras tensadas. Ésta es, de hecho, uno de los elementos protagónicos del nuevo estadio, con unas dimensiones de 286 metros en sentido norte-sur y de 248 en dirección este-oeste, lo que le permite cubrir a casi la totalidad de los asistentes a los partidos que tienen lugar en él». Y el arquitecto Antonio Cruz explicaba en 2019, en una entrevista en ABC : «Aunque es un estadio de dimensiones amplias, tiene un sentido acogedor: las gradas son cómodas, los pasillos son anchos… Y no es uno de esos estadios donde el espectador pierde la sensación de estar en fuerte conexión con el terreno de juego. Tiene una intensidad de espacio escénico».
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Escuela de Arquitectura de Granada / Víctor López Cotelo (2015)
La rehabilitación del antiguo hospital militar como un espacio universitario, obra del arquitecto madrileño Víctor López Cotelo, recibió el Premio de Arquitectura Española 2015, otorgado por el Jurado del Colegio Superior del Colegio de Arquitectos de España (CSCAE). El jurado elogió «la estrategia seguida en la reconversión de un edificio histórico de largo recorrido cronológico y funcional, capaz de integrar la heterogeneidad del conjunto bajo un concepto global que respeta y aúna la diversidad, realizando esta operación con un extraordinario sentido de equilibrio, contención estilística y oficio profesional». Según el arquitecto, la actuación pretendió que la tensión entre lo auténtico del pasado y lo nuevo del presente impregnara al resto, de modo que encontrara un destino arquitectónico.»
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CaixaForum Sevilla / Vázquez Consuegra (2017)
Ls sede sevillana del centro cultural CaixaForum, obra del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, está en la Isla de la Cartuja, junto al Pabellón de la Navegación -un trabajo del mismo estudio- y a los pies de la Torre Sevilla, de César Pelli. Son 7.500 metros cuadrados útiles, construidos a partir de las estructuras del Edificio Pódium, que formaba parte del Complejo Torre Pelli. En la solución final destaca la espectacular plaza cubierta por una marquesina envuelta en aluminio, bajo la que se halla el acceso principal. Puertas adentro, tiene tres alturas, dos de ellas de nivel subterráneo.
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Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, Avilés / Óscar Niemeyer (2011)
Niemeyer (1907-2012), nombre clave de la arquitectura contemporánea, fue el principal responsable de algunos de los más destacados edificios públicos de Brasil. Aún hoy es su gran legado. Pero en Avilés encontramos un importantísimo trabajo, de una estética provocadora, que muestra su talento. La torre destaca a primera vista, pero el centro cultural está compuesto tambien por un auditorio de unas mil butacas, una cúpula, un edificio polivalente y una plaza abierta,
13
Bodegas Ysios, Laguardia (Álava) / Santiago Calatrava (2001)
Calatrava tiene tantos admiradores como críticos. La misma cubierta de esta bodega tuvo problemas de humedades, y el arquitecto fue demandado por Bodegas Domecq. Sin embargo aún es una de las construcciones más vanguardistas de la zona, que destaca por la ondulación de sus tejados de aluminio, con la sierra de Cantabria como telón de fondo. El aluminio en contraste con la madera, y esa silueta característica que se puede apreciar en la foto han permanecido en nuestra retina.
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Centro cívico Cristalerías Planell, Barcelona / HArquitectes (2016)
En el barrio de Les Corts de Barcelona, Dos de las tres caras del solar quedan definidas por la fachada protegida de la antigua cristalería Planell, de 1913. En el proyecto inicial tuvo mucha influencia la llamada 'arquitectura bioclimática', para facilitar la circulación del aire y el aprovechamiento energético. Como fuente de energía se recurrió, por ejemplo, a la geotermia. El equipamiento genera energía eléctrica con placas solares flexibles integradas en las chimeneas solares. Es un edificio sobrio y aparentemente sencillo, pero a la vez innovador, meticuloso, brillante. Destaca, por ejemplo, el patio creado con la doble fachada en la orientación sur.
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Palacio de Congresos y Auditorio de Navarra (Baluarte) / Francisco Mangado (2003)
El edificio tiene una característica forma en L, rodeando una gran plaza que se abre a los ensanches de Pamplona. La silueta encaja como un puzzle entre el centro dinámico de la ciudad y la magnífica ciudadela renacentista. De hecho, el nombre de Baluarte es un homenaje al baluarte derribado de la ciudadela. A partir de ahí, la plaza y el edificio componen un único espacio, de modo que la superficie pavimentada exterior continúa en el interior de la planta baja del edificio, según explicó Mangado en su momento. La edificación fue enorme: 38.000 metros cuadrados, con salas de distinto tamaño (1.600 personas / 600 personas / y 4 de 300 personas) así como un área de exposiciones de 5.000 m2 y áreas de restauración con una superficie pública total de 1.500 m2.
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