Los cuartos de baño más extremos y extraños del mundo

Barafu Camp, Tanzania

El primero de ellos nos lleva al Barafu Camp, en Tanzania (un campamento situado en la ruta hacia la cumbre del Kilimanjaro), donde los usuarios tienen que sentarse en cuclillas, al borde de un acantilado.

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Aseos públicos en Matakana, Nueva Zelanda

Los aseos de Matakana requirieron siete años de espera y un buen fajo de billetes (cerca de 270.000 euros). El resultado, este que ven: ha merecido tantos aplausos como protestas. Podemos reflejar unos y otras en esas dos caras que se miran en la puerta con gesto severo. El diseño es un guiño a la industria de construcción de barcos locales.

Krafla, Islandia

Está en el interior de Islandia , al aire libre, cerca de la Krafla Geothermal Power Station. Nadie sabe muy bien qué hace ahí, para qué se ha instalado, por qué no tiene un techo y unas paredes que protejan la intimidad de los viajeros. Lo que sí es cierto es que los excursionistas se hartan de hacerse fotos más o menos graciosas para colgarlas en Instagram. El aseo se ha convertido casi en una escultura, en un lugar fotogénico en cuaquier caso.

Monasterio Thiksey, Ladakh, India

Situado en una colina a unos 20 km de Leh, en Ladakh, India, Thiksey es un monasterio budista tibetano del grupo Yellow Hat (Gelugpa). El Gelug, Gelugpa o Geluk es una escuela o tradición discipular del budismo tibetano, también conocida como la orden o linaje de los bonetes amarillos (o gorros amarillos). Los lamas viven aquí una existencia tranquila, pero al menos las vistas desde sus baños son inmejorables. Ahí están las cumbres del Himalaya

Tonto Trail, Grand Canyon National Park, EE. UU.

Estos inodoros al aire libre están Tonto Trail, una ruta de senderismo en el borde sur del Gran Cañón (Arizona, Estados Unidos).

Glaciar Upper Fox. Nueva-Zelanda

Letrinas verdaderamente extremas. Red Bull las incluyó en alguna ocasión entre las más vertiginosas del mundo. Están en el Glaciar Upper Fox, Westland Nationall Park, Nueva Zelanda. Las utilizan los montañeros que exploran la región, incluidos los que intentan la ascensión del Monte Tasman, el segundo pico más alto en el país.

Cascada Huldefossen. Noruega

El agua cae desde 90 metros, y el estruendo del agua ahogará cualquier sonido extraño. En Noruega se encuentran nueve de las 20 cascadas más altas del mundo. Esta se halla cerca de Førde.

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Segantini Hut. Suiza

El pintor austriaco del siglo XIX Giovanni Segantini vivió sus últimos años en un rincón nocido como Segantini Hut, cerca de St Moritz. La cabaña, situada a 2.731 metros de altura, es hoy una casa de campo con maravillosas vistas.

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Si quieres ver la lista completa de Lonely Planet, puedes hacerlo aquí.

Kara-Tyurek. Siberia

El aseo más extremo del mundo también puede ser este. Se encuentra en la estación meteorológica de Kara-Tyurek, en las montañas de Altai, Siberia, a 2.596 metros sobre el nivel del mar. No es sólo la altura lo que provoca el miedo, sino su situación precaria al borde de un acantilado.

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