Las cascadas más bonitas de Madrid para disfrutar en primavera

La ruta senderista a la cascada del Purgatorio , situada en medio de un paraje repleto de pinos, sauces y avellanos, es una de las más conocidas y emblemáticas del valle del Paular, en Rascafría. El trayecto comienza en el Puente del Perdón, construido durante la primera mitad del siglo XVIII para salvar las aguas del río Lozoya, y desde el inicio ofrece idílicos paisajes para saborear y fotografiar, como el arboreto Giner de los Ríos o el monasterio de Santa María del Paular . Durante la última parte del recorrido surgen los imponentes cortados de Majada grande como avance de lo que está por venir, un salto de agua de más de 10 metros de altura que rompe contra el arroyo del Aguilón. La distancia total es de unos 11,8 kilómetros y se tarda en recorrer unas 3,35 horas. Apenas hay un desnivel de 264 metros, por lo que es una ruta apta para toda la familia.

La Chorrera de los Litueros , situada en Somosierra, es una de las cascadas con más caudal y altura de la comunidad de Madrid. La ruta para llegar hasta este salto de 40 metros de altura , que se precipita por una pared rocosa muy vertical haciendo varios saltos, tiene una longitud de casi dos kilómetros de ida y vuelta. El recorrido comienza en la Ermita de Nuestra Señora de la Soledad , ubicada a 1.448 metros de altitud en el mismo paso de Somosierra, desde aquí un pequeño tramo se puede hacer en coche y el resto a pie por un sendero fácil rodeado de naturaleza. Es aquí donde se encuentra, también, el nacimiento del río Duratón.

Otra de las rutas más conocidas de la capital por su cercanía es la de la Cascada del Hervidero , dos chorreras que caen formando una gran poza en el centro. La ruta comienza en la Laguna de los Patos , un área recreativa situada a las afueras de San Agustín de Guadalix. A partir de ahí hay que seguir una senda que va por el lado izquierdo del río al que se llega cruzando un puente. Pese a que no hay señalización no tiene pérdida. El recorrido completo, que es apto para toda la familia, tiene aproximadamente 5,5 kilómetros de ida y vuelta por un terreno llano que se recorre en unas dos horas. A mitad de trayecto el viajero puede desviarse momentáneamente para asomarse a la pequeña cascada del Charco del Aliso , así como observar diferentes infraestructuras hidráulicas como el acueducto de La Retuerta . Una vez allí hay que bajar unas empinadas escaleras de piedra que carecen de barandilla, por lo que hay que tener cuidado.

La Chorrera de San Mamés , que está situada en plena sierra de Guadarrama, nace del arroyo de Pinilla, uno de los afluentes del río Lozoya. Para llegar hasta ella hay que comenzar la andadura en la iglesia de San Mamés , una joya arquitectónica de la Sierra Norte que data del siglo XII. Desde aquí se va dirección a la Quesería Santo Mamés donde merece la pena hacer un alto para degustar uno de sus quesos. Una vez se ha cogido fuerzas es momento de seguir. En el siguiente tramo el camino asciende de manera más evidente y tras pasar la ladera de la loma de las Tejoneras se accede al pequeño valle que forma el arroyo del Chorro. Una vez atravesado un frondoso pinar se llega a un sendero que conduce directamente a esta espectacular cascada, un salto de agua de unos 30 metros que forma el arroyo del Chorro culminando en una especie de tobogán que hace saltar el agua hacia arriba. La duración total del trayecto es de unas 3 horas y la distancia de ida y vuelta de unos 7 kilómetros.

La senda del Hornillo está ubicada en las estribaciones del municipio de Santa María de la Alameda, en el Noroeste de la Comunidad de Madrid. Esta cascada de 10 metros de altura , que cae sobre la roca en forma de una preciosa cola, se puede visitar fácilmente desde el puente de la Aceña. Se trata de una ruta circular con pocos desniveles que transcurre entre robles y jarales que primero se adentra en el bosque por una pista sin asfaltar siguiendo el curso del arroyo del Hornillo y que sin apenas darse cuenta se adentra en una senda que en nada lleva al visitante hasta este salto de agua. En las inmediaciones de la chorrera se puede optar por bajar hasta el río y contemplarla desde abajo o subir, con cuidado, hasta el mirador.

La Chorrera de Mojonavalle es una cascada de 30 metros que forma el nacimiento de las aguas del Arroyo del Sestil del Maíllo y que está rodeada de imponentes abedules. La ruta comienza en el Puerto de Canencia donde se puede dejar el coche. Esta discurre por senderos y pistas forestales a lo largo de unos 5 kilómetros que no entrañan grandes complicaciones. Durante la ruta se puede ver una especie introducida, el abeto Douglas, además de pinos silvestres y tejos. Aunque la cascada no tiene mucha agua, tiene un gran encanto sobre todo por el entorno en el que se encuentra.