Dabiz Muñoz: vanguardia o morir, una decisión marcada a fuego

En diálogo con ABC, el chef expresa que la creatividad ocupa un lugar primordial en su quehacer y asegura que de nada sirve intentar explicar con palabras su concepto gastronómico, sus platos o el servicio que brinda, «lo mejor es vivir la experiencia comiendo» . Muñoz ha estado siempre en el candelero por el alto impacto, y su «métier» es ofrecer a los comensales la sensación de estar frente a algo inédito. «La vanguardia culinaria implica un riesgo y eso significa que va a haber gente a la que no le va a gustar. Yo cocino con la obsesión de hacer cosas únicas pera que a mi público le guste; busco que la mayoría de los que vienen a mis restaurantes se vaya feliz», señala.

El cocinero, que se formó en la Escuela de Hostelería de Torrejón de Ardoz, y posteriormente trabajó en restaurantes madrileños como Balzac, Viridiana o Chantarella para luego emigrar a Londres donde se vinculó con la cocina oriental a través de los restaurantes Hakkasan y Nobu, afirma que no tiene referentes creativos. «Tengo cocineros y restaurantes que me gustan mucho, pero lo creativo está muy vinculado a cada individuo», dice. Y aclara: «La verdad es que me inspira cualquier cultura gastronómica que tenga recorrido, cualquier cocinero que tenga talento o cualquier restaurante que haga las cosas muy bien . Encuentro cosas atractivas tanto en Europa, como en Asia y Latinoamérica».

Nacido en 1980, y galardonado en 2008 como cocinero revelación en MF, Muñoz hace lo que más le gusta, y lo hace de una forma radical y arriesgada . «Los que dicen que está todo inventado en la cocina son personas incapaces de inventar cosas nuevas», concluye.