El pueblo donde se asan más cochinillos y otras pistas para comer muy bien en Ávila

Una guía para comer bien en la capital, Hoyos del Espino, Arévalo, Piedrahita y El Barco

Asador Siboney, en Árévalo, Avila

18/09/2020
Actualizado a las 10:12h.

Apesar de sus bellezas naturales y monumentales, no es Ávila una provincia que se distinga por sus restaurantes, escasos y, por lo general, modestos. La mayoría se concentra en la capital y en Arévalo, la capital del cochinillo . Incluso le han levantado un ... monumento. Ya en 1878 están acreditados estos cochinillos de Arévalo. No hay seguramente un lugar en España con tantos establecimientos dedicados a los asados por habitante. Uno de los más destacados es el asador Siboney , donde sólo se utilizan cochinillos de Arévalo, asados a la manera tradicional en un horno de leña que está a la vista del comedor. Jugosos, con la carne tan tierna que se deshace en la boca, sin un ápice de grasa y con la piel bien crujiente. Se sirven en un comedor de abigarrada decoración, todo un museo de valiosas antigüedades. Como buen asador castellano cobran también allí protagonismo los lechazos. Siempre acompañados por una buena ensalada. Igualmente encontrarán buenos tostones en el asador Las Cubas , un clásico de la localidad.

Nos vamos a la capital para comer en el mejor restaurante abulense, que está también entre los más destacados de Castilla y León: El Almacén , en la salida de la ciudad por la carretera de Salamanca. Más de veinte años llevan ya la cocinera Isidora Beotas y su marido, Julio Delgado, que dirige la sala, al frente de esta casa, una referencia gastronómica en la que además de comer muy bien se disfrutan unas excelentes vistas de la muralla. Platos de cocina actual, sin excesos, que alternan con otros que responden a la tradición abulense como las judías de Navalonguilla guisadas o el chuletón de avileño. Cuenta además con una completísima bodega. Y como seña de identidad, amabilidad a raudales.

En la plaza de la Catedral, Alcaravea es otro comedor recomendable, con su cocina tradicional. La misma línea, con una carta de platos populares, sigue un clásico de la ciudad, Barbacana , muy céntrico, con el comedor en la planta superior y una buena barra en la entrada. En plan más moderno, Bococo , que recientemente cambió su emplazamiento. En la capital abulense es recomendable dedicarse al tapeo. Las dos zonas principales están alrededor de la plaza del Mercado Chico, donde se encuentra el Ayuntamiento, y en la calle San Segundo. En la primera, apunten Gredos o El Buen Yantar . En la segunda, La Bodeguita de San Segundo , con una amplia oferta de vinos y raciones. Y ya que están en Ávila, no se vayan sin comprar unas yemas de Santa Teresa. Las mejores, en La Flor de Castilla .

Otro punto gastronómico importante de la provincia de Ávila está en Hoyos del Espino , donde arranca la carretera hacia el Circo de Gredos. Allí, en el hotel del mismo nombre, con espectaculares vistas al Circo y a toda la sierra, se encuentra El Milano Real , referencia de la zona. Cocina tradicional bien puesta al día en la que no faltan las judías de El Barco al estilo clásico ni las buenas carnes de ternera avileña de la zona en diferentes cortes. Cuenta además con una amplia bodega. En la misma localidad, La Mira de Gredos , en otro agradable hotel con vistas, es una buena alternativa.

En la señorial villa de Piedrahíta , donde se levanta un palacio de la Casa de Alba, dos sitios recomendables: Chivis y el Hostal Gran Duque . El primero es un sitio modesto cuyos guisos caseros son una tentación, sobre todo las judías blancas con chorizo y las patatas revolconas. El segundo, en un hostal situado en el centro del pueblo, un valor en alza con una cocina tradicional con algunos toques algo más innovadores. Y finalmente, en El Barco de Ávila , otra recomendación: LY2, un sencillo restaurante con cuidada cocina tradicional con guiños actuales a precios muy asequibles. Su especialidad, el cochinillo asado.