crítica de vinos
Réquiem: Melodía, ritmo y armonía
Un Ribera del Duero diferente, alejado de los cánones convencionales en esta zona de España

Impacta el Réquiem de Mozart. He regresado a su vera al coincidirme la cata de este otro Réquiem, un vino de Ribera del Duero distinto, alejado de presuntos canones que se adoptan en casi todas sus bodegas como si fueran música celestial. No, no se trata de poderío frutal envuelto por una barrica que se mastica.
Nos acercaríamos a esas notas musicales de Mozart, a ese inicio que es deseo y es finura, a fruta roja delicada envuelta por voces más graves que salen, sí, de toques de barrica sólo usada para dotar de equilibrio a un conjunto que en boca arranca suave, eleva luego los tonos y el sabor y concluye firme, largo y tenue a la vez, impactante.
Un vino de la añada 2011 que se ampara en el viñedo, troncos retorcidos y viejos que viven anclados a esa vida que se vislumbra bajo tierra, a esa muerte que Mozart encontró antes de concluir su Réquiem. Este otro Réquiem es vida. Se trata de música, tan difícil de encontrar en un vino: melodía, ritmo y armonía. Una nueva vida para Adolfo González, persona sensata, un gallego distribuidor de vinos reconvertido en bodeguero. Y unos vinos, sus vinos ahora sí, que alcanzarán la palabra maravilla.
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