Numanthia: un sorbo de luz
Un tinto de Toro lleno de pasión, esa instancia de placer, ese deseo de querer, de beber
JUAN FERNÁNDEZ-CUESTA
Un sorbo de luz como una ventana iluminada. Un sorbo de vida, una copa de Numanthia. Un sorbo de pasión, una estrella en el alma o una visión desde el restaurante Hierbabuena, Toledo, una cristalera inundada. Inundada de sabor, de alimentos, de tinto vino que ... es instancia de placer, de compañía que es afecto y como tal amor, de Antonio y Javier. Un tinto de Toro que es Numanthia, y es todo lo que puede encerrar un vino. Ese sorbo de pasión, esa instancia de placer, ese deseo de querer, de beber, esa uva anclada al viñedo mayor, ese sentimiento, esas gotas de elegancia, ese perfume, esa prestancia...
Numanthia, añada 2009, tinta de toro por uva, una sensación. Catado el lunes en el restaurante Hierbabuena, alejado del casco antiguo de Toledo pero tan cercano que tus ojos lo alcanzan a pretender. Y mientras, gozas del vino y la comida, del poderío y la sabiduría, de todos los sentidos como si todos fueran uno… Como si una botella de este vino nunca fuese a fenecer. Al fin sucede, y ya es miércoles y se vuelve a catar otra vez. Notas mágicas me acompañan al anochecer. Tiempo de estrellas, de elegancia y finura. Tiempo de beber.
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