Los mercados «gourmet» ganan terreno a los bares tradicionales

Una pareja inglesa toma una copa de vino un día entre semana en un mercado de San Miguel lleno de público y en el que es prácticamente imposible conseguir una mesa libre, algo habitual en un lugar que se ha convertido en una visita imprescindible en la ruta turística por el Madrid de los Austrias. "Es una buena idea", dice la mujer, que confiesa que le gustaría que hubiera un mercado así en Inglaterra.

Según aseguran varios dependientes del mercado, los turistas son el público mayoritario de un espacio en el que también es posible ver a vecinos del barrio hacer la compra en las fruterías, charcuterías y carnicerías, o a parejas, familias y grupos de amigos tomar el aperitivo en la cervecería o el puesto de ostras.

Reformado en 2009, el Mercado de San Miguel fue pionero de un nuevo concepto de espacios gastronómicos en los que varios establecimientos exponen en sus vitrinas una selección de productos de calidad que se pueden degustar 'in situ' , una idea que ha cuajado entre los consumidores, aunque algunos se quejan de que los precios son "un poco" elevados.

En 2011 le siguió el 'Mercado de San Antón' , en Chueca, con tres plantas y una veintena de puestos, además de un restaurante con terraza, y por el que cada fin de semana transitan unas 10.000 personas.

El año pasado se sumó a la lista 'Isabela Gourmet Market', en el Paseo de La Habana, con 38 puestos que se extienden en un recinto de 3.000 metros cuadrados y cuatro plantas, y en los próximos meses abrirán sus puertas 'Platea', en Goya, y el 'Mercado de Moncloa', que ocupará la planta baja del Hotel Arcos de Moncloa, todavía en construcción.

Durante la visita a las obras del futuro hotel, la consejera de Empleo de la Comunidad de Madrid, Ana Isabel Mariño, expresó su convicción de que este tipo de proyectos son "la verdadera solución a la crisis".

En general, los hosteleros ven en con buenos ojos la apertura de este tipo de mercados gastronómicos, aunque el director de la asociación empresarial de hostelería de la Comunidad de Madrid 'La Viña', Juan José Blardony, ha advertido de que su proliferación puede producir "cansancio" en los consumidores.

Por otro lado, ha indicado que el hecho de que en estos mercados haya "mucha gente" supone que hay más posibilidades de consumo, pero no siempre se traduce en un "consumo real", ya que algunas personas se conforman con pasear y mirar.

A pesar de todo, ha reconocido que este tipo de mercados funcionan porque están situados en lugares turísticos e incluso están consiguiendo con su especialización que los bares tradicionales se conviertan en un "modelo agotado".

Para el director gerente de la Cámara de Comercio de Madrid, Miguel Garrido, este nuevo modelo de negocio tiene "viabilidad" y es "muy bueno" porque conjuga el turismo con la gastronomía, por lo que coincide al señalar que la ubicación es "muy importante".

En contra de quienes opinan que los mercados "gourmet" están dirigidos a los bolsillos más pudientes, Garrido, quien también es presidente de la Academia madrileña de gastronomía, cree que los precios son "razonables" ya que "puedes elegir tu nivel de gasto" según lo que decidas consumir, mientras que en un restaurante los precios son más "comprometidos".

"Hay que adaptarse a los nuevos tiempos y gustos de los consumidores", ha manifestado el director de la Cámara de Comercio, quien ha descartado que estos mercados hagan daño a los establecimientos tradicionales porque "hay hueco para todos". EFE