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Destinos / EL IMÁN ESCOCÉS MANTIENE INTACTO SU ENCANTO Y FUNCIONA COMO NUNCA

Edimburgo o la 'Lejana Emperatriz del Norte'

La primera impresión cuando llegas a Edimburgo es que te has teletransportado a otra época, a la Edad Media en concreto. Sus calles empedradas, las fachadas de los edificios decadentes, la niebla misteriosa que cubre pubs y cafés o ese impregnado estilo bohemio que destilan (como el buen whisky escocés) las gentes y el propio ambiente dan buena muestra de ese encanto histórico.

Día 05/10/2012 - 15.35h

Quizás por todas esas características, en octubre de 2004 Edimburgo fue la primera ciudad en ingresar a la Red de Ciudades Creativas de la Unesco como Ciudad de la Literatura. Su estructura vital está organizada por el epicentro, el Castillo de Edimburgo. Se puede ver desde casi cualquier punto de la ciudad ya que se levanta orgulloso sostenido por una roca de origen volcánico. La colina se llama Castle Rock y se puede subir perfectamente a pie. En el interior, además de conservar las joyas de la corona escocesa, encierra un sinfín de historias sobre la ciudad. Lo más recomendable es contratar una audio guía incluida con la entrada que, por cierto, no es nada barata.

Las dos calles principales de la ciudad son Royal Mile y Princes Street. La primera es el centro neurálgico de Edimburgo. Una calle plagada de tiendas, curiosas librerías y típicos pubs y cafés. Dicen que J.K. Rowling escribió muchos de los libros de la exitosa saga Harry Potter en algunos de estos rincones. Aquí podéis coger los autobuses que os llevarán a cualquier lugar y que os saldrán especialmente baratos con una tarjeta que venden en la oficina de turismo ubicada en el número tres de Princes Street. Una extensísima calle en la que también podéis aprovechar para comprar todo tipo de cosas típicas, el clásico regalo.

Hay mucho que ver en Edimburgo pero una de las visitas que no te puedes perder bajo ningún concepto es la subida a la colina de Calton Hill, donde se pueden apreciar las mejores vistas de la ciudad. Otra gran opción es un paseo por el zoo, ubicado a tres kilómetros de distancia: es el más grande de toda Escocia y uno de los mejores del mundo. Pero el mejor lugar para perderte, sin lugar a dudas, sería el Jardín Botánico. La belleza de su flora y los invernaderos convierten a este lugar en uno de los sitios más tranquilos y agradables de toda Escocia.

LA PINTA COMO ELEMENTO DEFINIDOR

Lo cierto es que si hablamos de comida, los escoceses están muy orgullosos del marisco, del pescado, y del 'haggis' (un típico embuchado con asaduras de cordero y oveja), seguramente la aportación culinaria más típica. Sin embargo, la realidad es que las calles están plagadas de sitios para comer 'fish and chips' (pescado rebozado y patatas fritas), siguen siendo todo un clásico. En cuanto a la bebida, aunque el whisky (o güisqui, como prefieran) es lo tradicional (cómo vas a ir a Edimburgo y no probarlo las veces que hagan falta...) pero no hay que despreciar las pintas de cerveza. Yo las encuentro mejor. Baratas, reconstituyentes y muy ricas de sabor.

Como capital rebosante de historia, cultura, tradiciones y arte, Edimburgo cuenta en su haber con el famoso Festival Internacional que se celebra entrado el mes de agosto. Durante las tres semanas se ofrecen todo tipo de espectáculos de música clásica, teatro, ópera y danza de forma además asequible a cualquier bolsillo. Aún así, lo mejor del festival es, sin duda, el ambiente de las calles. Todo se viste de luz y color y en esos días la ciudad parece impregnada por un halo de felicidad.

Edimburgo es una ciudad espléndida para disfrutar de sus placeres tanto de día como de noche. Lo tiene todo, el ambiente urbano y cosmopolita, aunque también transpira la cercanía de un pueblo (los habitantes se sitúan en torno al medio millón) y lo bueno es que siempre tienes la opción de alquilar un coche y escapar a las montañas, las Highlands. Una ciudad para perderte, disfrutar y revivir el encanto de la Edad Media. Así es la Lejana Emperatriz del Norte, como la definiera sir Walter Scott, por cierto nacido en Edimburgo.

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