Siete calas impresionantes para hacer un viaje por la Costa Brava
Arenales que salpican la costa, entre pequeños pueblos pegados al mar y frecuentados desde hace décadas por actores, pintores... y futbolistas
JAVIER CARRIÓN
Calas escondidas y playas con bandera azul, conectadas en muchos casos por los caminos de ronda que se despliegan por los municipios pegados al mar, eso es lo que te espera en la Costa Brava desde Blanes hasta la frontera francesa, una manera diferente ... de vivir el Mediterráneo, especialmente en verano. Hay decenas de playas para elegir, algunas entre acantilados y árboles que se asoman al agua con una inusitada belleza y otras que simplemente te fascinarán con sus típicas casitas blancas de postal. Estos son algunos buenos ejemplos.
1
Tossa de Mar y su recinto amurallado
Marc Chagall definió a Tossa de Mar como 'un paraíso azul' cuando visitó esta hermosa villa en 1933. Mucho antes los romanos la consideraban una magnífica explotación agrícola y hoy es un centro turístico de primer orden con su Gran Playa de arena fina, en forma de arco y de unos 500 metros de longitud, protegida por una bella bahía, donde sobresalen los restos de su antiguo castillo. Desde sus elevadas murallas la vista de este rincón de la Costa Brava es espléndida, así como la de su recogida cala Es Codolar, frecuentada por pequeñas embarcaciones y más discreta que el arenal principal de gran anchura que deja espacio para bañistas y para barcos y otros servicios. En 2013 la revista National Geographic la incluyó entre las 25 mejores playas del mundo. Antes, en 1950, la villa de pescadores y su playa adquirieron fama internacional cuando Ava Gardner rodó durante varios meses 'Pandora y el holandés errante' en un Tossa de Mar convertido en 'un pueblo andaluz' para el cine. En 1998 se erigió una estatua de la gran diva del séptimo arte en la colina que domina la playa principal. Fue realizada por la escultora Ció Abellí sobre un mirador en la Vila Vella.
2
Sa Conca señorial
A muy pocos minutos del centro de Platja d'Aro y de Sant Feliu de Guíxols, donde ha residido Carmen Cervera, S'Agaro es un lugar que han elegido muchos otros famosos para descansar y pasar unas vacaciones. Nombres como los de Ava Gardner o Liz Taylor -que rodaron aquí-, Sean Connery, John Wayne o Luis Miguel Dominguín, fascinados por el lujoso Hostal La Gavina, o más recientes como Xavi Hernández o Joan Laporta, propietarios de inmuebles en esta área, se han sentido atraídos por estas calas rodeadas por casas señoriales valoradas en millones de euros, pero especialmente por una: Sa Conca. La playa se alarga casi 400 metros por 42 de ancho y su arena es gruesa con una pendiente de entrada al agua bastante acentuada. Se divide en dos tramos, separados por el islote rocoso de Sa Conca. Las playa cuenta con un fácil acceso a pie, por el camino de ronda.
3
Aiguablava, a pocos metros del parador
A poco más de cuatro kilómetros de Begur se halla la cala de Aiguablava, una de las más resguardadas y más famosas de Costa Brava. La encontrarás siguiendo las indicaciones en dirección al Parador del mismo nombre, inaugurado en 1966 en el acantilado contiguo. Este alojamiento se ha convertido también en un museo suspendido sobre el Mediterráneo, pues hay en su interior más de 200 obras de artistas como Salvador Dalí, Josep María Subirachs, Antoni Tápies o Joan Miró. La playa mantiene un espacio exclusivo para los clientes del parador, pero esto no impide que se llene en verano por la poca profundidad y la tranquilidad de sus aguas. La playa, que mide 40 metros de largo por 80 de ancho, dispone de baños y opera en la orilla un centro de buceo y de alquiler de kayaks.
4
Sa Tuna, de postal en Begur
En Begur también se localiza la pequeña cala de Sa Tuna a la que se accede a través de una carretera con curvas que culmina en un hermoso escenario de antiguas casas de pescadores, blancas con toques de color en los portales. Suele haber barcas varadas y algunas terrazas que invitan a desayunar, comer o cenar y a nadie le importa que la playa, de 80 metros de longitud y 25 de anchura, sea de grava. Desde esta zona de baño puedes tomar el camino de ronda para acercarte a la playa de S'Eixugador, un paraje salvaje que permite admirar los colores esmeralda y turquesas de las aguas al que sólo se llega andando unos 400 metros o en barco. Hay que tener cuidado con el descenso a la playa pues no hay camino y hay que hacerlo a través de una pequeña garganta.
5
Illa Roja, para amaneceres y atardeceres
Es esta una cala nudista de renombre mundial, pero puedes divisarla desde la parte de superior de los acantilados en el camino costero si no te animas a bañarte en cueros. La vista de la playa con una llamativa isla rocosas rojiza es espléndida, sobre todo cuando sube la intensidad de su color en el amanecer y en los atardeceres. La playa, de 180 metros de longitud y 65 de ancho, se caracteriza por su gran limpieza, de ahí que se recomienda la práctica del esnórquel y del buceo pero no dispone de servicios. Sí los tiene muy cerca de Illa Roja la playa de Pals de arena dorada, un enorme arenal que se extiende a lo largo de 3,5 kilómetros dividido en dos partes diferenciadas, conocidas como Playa Gran y Playa del Grau, ambas con fantásticas vistas de las Islas Medes.
6
Cala Montgó en el punto más meridional del Golfo de Rosas
Playa, montaña, deporte activo, relax, ocio familiar … Esto es lo que puedes disfrutar en Cala Montgó, ubicada en el límite entre l'Escala y Torroella de Montgrí y, por lo tanto, entre el Alto Ampurdán y el Bajo Ampurdán en el punto más meridional del Golfo de Rosas. La cala luce la bandera azul y se encuentra cerca del parque natural del Montgrí, las islas Medes y el Baix Ter, con el Montgó siempre presente. En la cima de esta montaña de 95 metros destaca una torre de defensa que servía antaño para prevenir los ataques piratas. La cala Montó, muy resguardada de la tramontana, tiene 600 metros de longitud y 80 de anchura y cuenta con servicios de socorristas, duchas y baños adaptados, alquiler de tumbonas, alquiler de kayaks, chiringuitos y puntos adaptados para la práctica de deportes acuáticos. Puedes alojarte en tres campings próximos a la cala: Cala Montgó, Illa Mateua y Punta Mila.
7
Moll Grec, la huella helenística
Difícil encontrar en el mundo un lugar donde puedas bañarte al lado de un muelle helenístico. Pero sí, existe junto al encantador pueblo de Sant Martí d'Empúries en la playa de Moll Grec y formaba parte del puerto de Empúries para proteger las embarcaciones que fondeaban en la playa y contra los envites de la marea. Este muelle, de más de 2.000 años de historia, recuerda a sus visitantes que fue el puerto por el que penetraron las civilizaciones griega y romana en la península ibérica. Esta playa mide 390 metros y cuenta con un chiringuito en el que puedes degustar buen pescado. Se accede al arenal atravesando el sendero costero que hace las veces de paseo marítimo y que pasa por las calas de l'Escala, un bosque de pinos y las típicas formaciones de dunas que se forman de manera natural en esta zona.
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