Doce lugares (uno español) a los que no hay que ir en 2018, según la CNN

Barcelona

Según estimaciones del Ayuntamiento, Barcelona recibe cada año más de 30 millones de visitantes, de los cuales la mitad solo están una media de ocho horas en la ciudad. La CNN dice que Barcelona es una de las ciudades que hay que evitar en 2018 porque «el aumento de visitantes en un 25 por ciento respecto al 2012 ha generado descontento entre los vecinos ». El aumento de turistas ha ido acompañado de protestas frente a la playa de la Barceloneta contra los que utilizan la arena para dormir después de una «noche de sangría» . Además, han destacado las quejas de los residentes por el aumento del precio de los alquileres y la transformación del sector hostelero por irrupción de portales como «Airbnb».

Como alternativa, la cadena propone viajar a la ciudad de Valencia «para un descanso menos agitado y con comida y cultura capaces de competir con lo mejor de Barcelona».

Isla de Skye, Escocia

La Isla de Skye, en Escocia , ha sido otra de las damnificadas. Según la cadena. en 2017 las infraestructuras de la isla más grande de Escocia se tambalearon bajo la presión de miles de turistas en autocares y automóviles que recorrían sus estrechas calles haciendo cola para acceder a las piscinas de las hadas en Glenbrittle, el emblemático punto de puesta de sol en Elgol y el rocoso Old Man of Storr. Los residentes de la hermosa Skye dijeron que ya era suficiente después de las quejas por ruido, hacinamiento e incluso visitantes que orinaban en público. Como alternativa propone explorar las Pequeñas Islas de Ron, Muck y Eigg o ir al sur y perderse en Jura.

Dubrovnik, Croacia

Tras la amenaza de la Unesco de quitarle a Dubrovnik la consideración de Patrimonio Mundial, la ciudad ha decidido tomar medidas drásticas para recortar el número de turistas y planea imponer un tope de 4.000 visitantes al día. Dubrovnik está limitando ya el número de personas que pueden escalar sus murallas del siglo XV a 4.000 por día tras las 10.388 que lo hicieron en un solo día en agosto de 2016, muchas atraídas por el papel protagonista de la ciudad en «Juego de Tronos» .

El alcalde también planea reducir el número de cruceros que entran en el antiguo puerto. Cerca de 800.000 personas desembarcaron en 2016 para pequeñas visitas de no más de tres horas.

Como alternativa propone alojarse en la cercana Cavtat, que tiene un pintoresco casco antiguo y playas vacías, perfectas para escapar de las multitudes.

Venecia (Italia)

La noticia sobre la presunta estafa cometida por un restaurante de Venecia a un grupo de turistas hace unos días muestra hasta qué punto ha llegado la concentración y saturación de turistas en esta ciudad romántica e incomparable. Cada año la visitan 40 millones de turistas. El Gobierno local, preocupado, ha dicho que maneja opciones para frenar esa avalancha, como limitar las horas de visita a la Plaza de San Marcos o prohibir la entrada. Veremos. Según recoge la CNN, la población de la ciudad desciende (ahora, 55.000), cansados de la situación. La alternativa que propone la CNN es Annecy en Francia, un lugar tranquilo con una red de canales, un lago precioso y una arquitectura deslumbrante, todo ello sin la ineludible y abrumadora multitud de Venecia.

Santorini, Grecia

Hay pocos lugares en el mundo con vistas al atardecer tan espectaculares como Santorini, pero los cerca de dos millones de turistas en 2017 convirtieron a la pequeña isla de las Cícladas griegas en uno de los lugares donde más turistas hay por metro cuadrado.

De los casi dos millones de personas que la visitaron en 2017, 850.000 lo hicieron a bordo de cruceros y aunque el alcalde de la isla limitó esas cifras a 8.000 por día, con una población en aumento debido al boom turístico, Santorini está en grave peligro de perder su encanto.

Una alternativa es Naxos , que está dentro del mismo grupo de islas que Santorini, con colinas escarpadas y hermosas playas. Patmos , en el Dodecaneso, también es una alternativa digna y pacífica, con excelentes playas y restaurantes, según la CNN.

Bután

El Gobierno busca que el turismo en el país sea «de alto valor y bajo impacto». Para evitar el exceso de visitantes, que han empezado a suponer un problema, exige que estos lleven contratado su alojamiento, transporte, comidas y un guía local autorizado, y cobra un «impuesto al desarrollo» de 65 dólares al día. El gasto mínimo por persona que visita el país se sitúa entre los 200 y los 250 dólares al día.

Como alternativa, el vecino estado indio de Arunachal Pradesh, que cuenta con antiguos monasterios budistas e impresionantes montañas para explorar, sin la misma tarifa diaria.

Taj Mahal, India

Unos ocho millones de turistas visitan el Taj Mahal cada año. El resultado es una experiencia caótica, con multitudes peleándose por entrar en los terrenos del mausoleo más emblemático del mundo.El amarillamiento del mármol blanco y la contaminación en el río adyacente Yamuna han llevado a las autoridades a poner freno al turismo y están pensando modificar las tarifas con descuento que se ofrecen actualmente a los visitantes nacionales, 40.000 por día.

La alternativa para la cadena es visitar la Tumba de Humayun, en Delhi, también espectacular pero con menos turistas.

Everest, lado de Nepal

Los sherpas locales se quejan desde hace mucho tiempo del peligroso aumento de visitantes a la montaña más alta del mundo .

Desde que Edmund Hillary y Tenzing Norgay alcanzaron la cumbre del Everest en 1953, decenas de miles de excursionistas han viajado al campamento base y más de 7.000 montañistas han alcanzado su cima. En 2015, Nepal empezó a limitar el ascenso y exigir una cierta experiencia en la escalada, nuevas pautas pensadas para reducir los accidentes. Aun así, en temporada alta, la afluencia de aficionados a la montaña sigue siendo muy alta.

Como alternativa la CNN propone escalar el Lhotse Medio , la cuarta montaña más alta del mundo que se encuentra al sur del Everest y lleva abierta a los visitantes desde 2013.

Machu Picchu, Perú

En 2016 visitaron Machu Picchu 1.344.119 personas, muy por encima del número recomendado por la Unesco. El reglamento de ingreso y visita cambió a partir del 1 de julio de 2017, con dos turnos de horario de visita y otras medidas dispuestas en el «Reglamento de Uso Sostenible y Visita Turística para la Conservación de la llaqta de Machu Picchu», aprobado por el Ministerio de Cultura Cusco. Entre ellas, que para entrar a Machu Picchu se deberá estar acompañado de un guía de turismo.

La alternativa es viajar a Colombia , un país cada vez más seguro y menos agobiado por el turismo que Perú. El país es el hogar de la espectacular Ciudad Perdida con muchos menos turistas lo que facilita su exploración.

Islas Galápagos, Ecuador

En 2015, visitaron el Parque Nacional Galápagos 224.755 perosonas (154.304 extranjeros). Las islas Galápagos fueron declaradas en 1978 Patrimonio Natural de la Humanidad. Y proteger este hábitat, uno de los parques naturales más frágiles, no es una tarea fácil. Aunque se introdujeron nuevas leyes en 2017 para ayudar a mantener a la provincia ecuatoriana en perfectas condiciones, aún no están en vigor. Antes de ingresar, los visitantes deben mostrar un billete de avión de regreso válido, tener una reserva en un hotel o una carta de un residente invitándolos a quedarse y una tarjeta especial de control de tránsito.

Como alternativa están las Islas Ballestas , en Perú, cerca de la costa del Pacífico. Un viaje memorable, con miles de aves marinas, pingüinos, leones marinos y focas.

Cinque Terre, Italia

Las cinco aldeas de Cinque Terre en la Riviera italiana atrajeron a 2,5 millones de visitantes en 2015, lo que llevó a las autoridades a prometer un límite de 1,5 millones de turistas al año siguiente, algo que, según indica la CNN, no ha llegado a ocurrir. Como alternativa la cadena propone ir hacia el sur hasta la hermosa ciudad de Portovenere. A la inclusión de Cinque Terre en esta lista, respondió así Vincenzo Resasco, presidente interino del Parque Nacional de Cinque Terre: «Era predecible, lo hemos estado diciendo durante años: podemos morir de demasiado turismo ».

Antártida

El miedo a la sobreexplotación de la Antártida, a perder este último paraíso, aletea en los reparos de organizaciones ecologistas y en el artículo de la CNN. Desde julio del 2017, hay 63 embarcaciones registradas con la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida. Entre todos llevaron 38.500 al continente blanco en la temporada 2015-2016, un aumento de casi 10.000 personas frente a la década pasada. En la temporada 2016-2017, la CNN menciona la cifra de 44.367 turistas. Como alternativa citan las Islas Georgias del Sur y Sandwich del Sur, donde también llegan cruceros turísticos.