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Cómo nació la emocionante cadena de solidaridad que lleva alimentos y donaciones a Ifema

Cristina Oria, propietaria de una conocida empresa de catering en Madrid, cocina para los trabajadores de Ifema y ya ha recaudado más de 100.000 euros en una web de crowdfunding

Cristina Oria, Álvaro Corsini y un cocinero que trabaja con el matrimonio en su propuesta solidaria
J. F. Alonso

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Esta emocionante cadena de solidaridad empezó cuando Cristina Oria (propietaria de una de las empresas de catering más conocidas de Madrid) llamó por teléfono a la vicealcaldesa, Begoña Villacís . No la conocía de nada, pero recordó que tenía su móvil en la agenda después de un acto en el que coincidieron. «Vi lo que estaban haciendo en Ifema -explica- y le mandé un mensaje por si necesitaban algo de nuestra infraestructura, material básico, como mesas o sillas. También puse a su disposición el obrador . Lo teníamos cerrado desde hacía doce días, sin que entrara nadie, así que era bastante seguro».

A Cristina le respondieron con un «sí a todo», quizá porque todo hacía falta . Le pidieron entonces que llevara algún picoteo para el personal que estaba poniendo en pie la estructura del recinto ferial: equipos de montaje, logística, militares… Con ese propósito reabrió el obrador del catering y se dispuso a elaborar tortillas, empanadas, croquetas, cheesecake. «Pensé que la emoción del primer momento estaba bien, pero que tenía que ser un esfuerzo sostenible en el tiempo , hasta que el cuerpo aguante, así que empecé a llamar a proveedores que pudieran aportar productos. «Se volcaron desde el principio», recuerda.

La cadena de solidaridad empezó a crecer hora a hora. Continuó en Instagram , donde Cristina Oria tiene 129.000 seguidores. «Al principio dudé, porque no quería que pareciera una herramienta de marketing», señala. Pero la respuesta favorable fue instantánea en dos sentidos, uno de ellos inesperado. Primero, claro, el apoyo de la gente, el ánimo, las preguntas de cómo podían ayudar. Y luego, por sorpresa, llegaron los mensajes de las grandes empresas que querían colaborar con Ifema y no sabían cómo . Ahí nació su labor de intermediaria, de contactar a unos y otros. Más y más eslabones de la cadena. «Ayer querían champú, y lo proporcionó Johnson & Johnson; agua, y Makro llevó 50.000 botellas; Deloitte también ayudó», resume una lista que se intuye muy larga.

Entrega de algunos de los prodctos elaborados en el obrador de Cristina Oria

Tras este impulso surgió la idea de recurrir al micromecenazgo (crowdfunding). Durante días, mucha gente le había dicho en las redes sociales y personalmente que querían donar y no sabían cómo. Hace cinco días abrió en en Gofundme la petición «Ayuda Ifema Covid 19» . «¡Entre todos podemos hacer mucho! ¡Por poco que sea, todo suma!», escribió en esa plataforma [www.gofundme.com/f/ayuda-ifema-covid-19], donde explicaba: «Como sabéis estamos llevando comida diaria a Ifema desde nuestro obrador y muchos me habéis pedido colaborar económicamente. Por eso hemos creado esta cuenta, totalmente independiente a nuestro negocio donde el 100% de lo recaudado se destinará al hospital de emergencia de Ifema, no sólo en comida sino en todo lo que puedan necesitar, material sanitario, material de morgue etc».

La respuesta habla por sí sola: 133.000 euros [dato de este domingo 29] procedentes de mil doscientos donantes. « Gente anónima que ha aportado entre 5 y 5.000 euros. Y aún más si tenemos en cuenta que algunas empresas nos han hecho llegar su donación de forma anónima».

La cadena ha seguido engordando con nuevos eslabones. «Ahora estoy hablando con el jefe de logística de Ifema que me va informando de lo que van necesitando», señala. Ayer, por ejemplo, llevamos miles de yogures, magdalenas, flanes, cien kilos de cada tipo de fruta… Los productos sin elaborar se distribuyen en las cocinas de Ifema , donde se ocupan de la alimentación de los enfermos. La comida elaborada que prepara Cristina junto a un cocinero voluntario de la empresa está destinada, en cambio, al personal que trabaja en el recinto ferial: médicos, militares, policías, enfermeras, servicios de apoyo…

El camión con los productos aportados por distintos proveedores, en Ifema

Cada día, a la una del mediodía, Álvaro Corsini, el marido de Cristina, conduce una furgoneta hasta Ifema y deja lo que han cocinado esa mañana en el obrador. Ayer, el menú estaba compuesto por tablas de embutidos y quesos , bocadillos de brie con jamón serrano y pan de nueces, tortillas, croquetas de espinacas y queso, fruta, yogures, bollos y croissants, napolitanas, crujientes de chistorra… Mientras tanto, en la oficina, otros trabajadores de la empresa buscan nuevos proveedores que pongan su grano de arena en este esfuerzo.

Los dos restaurantes de Cristina Oria siguen trabajando, con las puertas cerradas, para distribuir sus menús con Deliveroo y Regalos Gourmet, a pesar de un ERTE que ha afectado a parte de la plantilla. Pero ella (primer premio Madrid Fusión, en 2011, con su foie mi cuit a los tres vinos con gelatina de Sauternes) y su marido están centrados en esta imprevista cadena de favores que empezó con un teléfono guardado en una agenda que pensó que nunca iba a utilizar.

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