La nueva Ley de Turismo de las Islas Baleares supone una decisiva aportación para su posicionamiento vinculado a la circularidad y sostenibilidad del destino para los visitantes, para los residentes, para los trabajadores

Equidad social, eficiencia económica y conservación ambiental conforman un nuevo marco legal que permitirá iniciar una transformación hacia la mejora del presente y futuro del modelo turístico de las islas, el nuevo turismo que liderará los tiempos de postpandemia en el siglo XXI.
La nueva ley contribuirá a una mejor planificación económica, por la que se redistribuirá la riqueza de una manera más justa
En línea con los objetivos marcados por la UE, las Islas Baleares están plenamente comprometidas con el objetivo de ser plenamente sostenibles. La principal industria insular cuenta con factores como el paisaje, las condiciones naturales y una ubicación privilegiada, señas de identidad que han asentado este lugar en el mundo como uno de los más destacados del planeta. En este punto, la nueva ley contribuirá a una mejor planificación económica, por la que se redistribuirá la riqueza de una manera más justa (contará con 60 millones de euros en ayudas directas para ayudar al sector en esta transformación).
La regeneración y el fortalecimiento social de esta nueva etapa avanzará nuevos pasos en el respeto a los derechos de los trabajadores y a los propios del medio ambiente. Más modernidad, más calidad y, por lo tanto, más competitividad gracias a un modelo colaborativo, articulado en torno a los siguiente ejes principales:
La norma establece como punto de partida la calidad de la ocupación y la calidad de vida de las personas, con un plazo medio de seis años para la adaptación. Por ello, se sustituirán todas las camas (más de 300.000) por camas elevables mecánica o eléctricamente (se aplicará a todos aquellos establecimientos turísticos que tengan obligación de limpieza diaria).
Medidas como esta tienen en cuenta una reivindicación histórica de las camareras de piso, un colectivo muy castigado por la siniestralidad laboral. Y la
ley también incluirá un grupo de trabajo presidido por el IBASSAL con los representantes del sector para evaluar las medidas y buenas prácticas en materia de ergonomía o carga de trabajo para todos los departamentos de los establecimientos.
La normativa incluye, además, la exigencia de mantener unas instalaciones térmicas que aseguren el bienestar y la confortabilidad de todos los usuarios y trabajadores.
En realidad, la música me ha ayudado a centrar mi mente caótica y mi carácter desordenado. También me ha ayudado a concentrarme en las cosas que de verdad importan y aprender a priorizar mi tiempo. Por eso creo que es muy importante que los niños aprendan música.
También se impondrán una serie de medidas de obligado cumplimiento que implicarán a casi toda la cadena de valor turística. Así sucederá con la sustitución de calderas de fuel-oil por alternativas más sostenibles, la trazabilidad de pescado y marisco (primando al producto local), instrumentos de ahorro de agua, prohibición de ‘amenities’ desechables (excepto a petición del cliente), siempre que los recipientes sean reutilizables o reciclables y la prohibición de hacer uso de especies clasificadas como categorías amenazadas.

Las Islas Baleares serán, además, el primer destino que exigirá a las empresas tener planes de circularidad, a cumplir por hoteles, apartamentos turísticos y alojamientos de turismo rural (agroturismos y hoteles rurales). Supondrá una evaluación de la gestión de los recursos y los residuos generados (energía, agua, materiales y alimentos). A partir de esta evaluación, las empresas elaborarán una planificación cada cinco años donde estipularán los objetivos de reducción y las inversiones, prácticas y protocolos necesarios para lograrlos.
Paralelamente, se hace un mandato a la Conselleria de Turismo para que elabore un Plan Estratégico de Destino Circular.
Las Islas Baleares son un destino donde no solo importan los turistas, sino también cada una de las personas que viven allí. Por ello, se bloqueará el crecimiento de plazas turísticas en todas las islas durante cuatro años, tanto en el alquiler vacacional como en cualquier otro tipo de alojamiento, para una posterior evaluación por parte de los consells insulares sobre los objetivos en gestión de residuos y emisiones de ‘efecto invernadero’.
La nueva ley presenta una serie de mejoras en el ámbito de la simplificación y la modernización administrativa, como en el caso de la clasificación hotelera, actualizándose los criterios para conseguir una actividad más competitiva, pendiente antes de la calidad (los estándares de las categorías más bajas se incrementan, con la intención de subir la calidad mínima) que de la cantidad. Se modernizan los criterios y puntuaciones de la clasificación hotelera en línea con los grandes ejes y objetivos de la ley.
Modernización en televisores, disponibilidad de altavoces sin cables en las habitaciones, eliminación del criterio de disponer de un teléfono supletorio o taburete en el baño, de despertador en la habitación o servicio de fax en la recepción, política ‘paperless’, oferta de vehículos eléctricos… toda una serie de medidas para un sector más sostenible y eficiente.

Te invitamos a ver nuestro vídeo ‘Illes Balears, El Turismo del Futuro’