Lanzarote, el paraíso de la Malvasía
Vinos con mucho cuerpo y bastante aromáticos que van aumentando de calidad con las crianzas
Al parecer, no existía el vino canario hasta que no llegaron a las islas los conquistadores españoles, por más que algunos textos clásicos puedan hacernos suponer la existencia de cepas legendarias en el archipiélago. Luego, una vez que se introdujo la vid, se desarrolló su cultivo y la elaboración de vinos con una fuerza inusitada. Vinos que apreciaban los navegantes ingleses y holandeses e, incluso, los cronistas hablaban del “canarias”, que caldeaba el alma y ayudaba a superar los momentos difíciles.
La riqueza varietal del archipiélago tendría su origen en las aportaciones de andaluces, castellanos, gallegos, catalanes, portugueses, franceses y genoveses.
Pero entre todas las uvas que han encontrado asiento en las islas, la más representativa es la Malvasía, de origen incierto , pero de la que existen referencias correspondientes al siglo XVI tanto en la Rioja como en Navarra.
No obstante, su origen se encuentra en Grecia, como atestigua su propio nombre. Shakespeare, a finales del siglo XVI, ya alababa los vinos canarios, aunque de la Malvasía (que debió plantarse en Canarias alrededor de 1730) quienes mejor hablaron fueron Robert Louis Stevenson y Lord Bryon. La uva está muy extendida en toda la cuenca mediterránea, pero en especial en Italia y España.
Lanzarote es el paraíso de la Malvasía , como se puede comprobar en el fascinante paisaje vitivinícola de La Geria, donde el viticultor ha tenido que enfrentarse a un medio hostil de suelos de lava, a la escasez de lluvia y los fuertes vientos marinos.
El secreto de una atmósfera seca
En este escenario triunfa esta uva, puesto que si recibe mucha agua es propensa a la oxidación. En cambio, con la atmósfera seca genera una amplia gama de vinos, desde los muy secos a los dulces. En general los Malvasía (procedentes, casi siempre, de pequeñas bodegas artesanas) son vinos con mucho cuerpo y bastante aromáticos, que van aumentando de calidad con las crianzas.
En Lanzarote se elaboran Malvasías clásicos, d e colores tostados y ámbar , y con aromas almendrados que denotan su elegante tratamiento. Y también se producen con éxito Malvasías jóvenes , agradables, ligeros y con un buen equilibrio de alcohol.
Al momento del acompañamiento, los Malvasías secos van bien con algunos quesos, sopas, moluscos, platos de pasta, pescados, verduras o leguminosas; mientras que los dulces son el complemento natural de los postres.
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