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El porqué es injustificada la expresión «me importa un rábano»

Estas verduras merecen por su crujiente al morderlas, su picor ligero y ese toque fresco en las ensaladas

Carlos Maribona

«Me importa un rábano», esta frase popular es fiel reflejo de la poca importancia que en España le damos a esta raíz. Todo lo contrario de lo que ocurre en Centroeuropa, donde es un producto muy valorado, presente en muchos de los platos tradicionales ... como guarnición o en forma de salsas. Yo me incluyo entre aquellos a los que sí les importa el rábano, especialmente los rabanitos. Me gusta el crujiente de estas hortalizas al morderlas, su ligero y suave picor, ese punto jugoso y fresco . Reforzando la textura de una ensalada o, mejor aún, simplemente enteros (no los pelen, pierden buena parte de su sabor), con unos granos de sal por encima, un aperitivo sano y perfecto. Y además le harán un favor a su hígado, porque protegen el sistema hepático . Tal vez por eso hace unos años era habitual en muchos restaurantes servirlos así, enteros, antes de la comida, junto a la mantequilla. De hecho los franceses los toman untados con ella, otra mezcla excelente. De esta forma los ponía el gran Santi Santamaría en su añorado Can Fabes.

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