Caviaroli, caviar de aceite de oliva

Inspirado en una creación de Ferran Adriá en El Bulli, para elaborar Caviaroli se emplean aceites vírgenes extra de calidad de las variedades picual y arbequina, cada uno con sus características. Más potente y ligeramente picante el primero, más suave y afrutado el segundo. La gama se completa con otros encapsulados de aceites de oliva con guindilla y con romero, o aceites de sésamo, avellana y albahaca.

Su utilidad en la cocina consiste en que permite poner aceite en platos en los que no se puede poner el de la botella por ser líquido. Las cápsulas de caviaroli son sólidas por lo que en una tapa, un montadito o cualquier otro plato se coloca sin que se derrame ni manche. También permite al cocinero mantener los sabores separados hasta el momento en que deben mezclarse. Se puede utilizar en cualquier plato en el que se pondría aceite en crudo, tanto frío como caliente, ya que su membrana resiste temperaturas de de hasta 60 grados, por lo que es posible emplearlo también en sopas y cremas. Sin embargo no está recomendado para cocinar ya que se rompen las membranas que recubren la perla y se pierde su efecto. El Caviaroli de picual va muy bien con verduras crudas o guisadas, sabores ácidos, salsas y carnes. Por su parte, el de arbequina, al ser más suave, combina bien con pescados e incluso con postres, por ejemplo sobre una rebanada de pan con chocolate y un poco de sal Maldon. Un producto que aporta originalidad, presentación y sabor a los platos.

Precio del tarro de cristal de 200 gramos: entre 40 y 45 euros. www.caviaroli.eu