Los seis pequeños pueblos que desde ahora están en la lista de los más bonitos de España

1

Durro (Lérida)

Situado en el Valle de Bohí está Durro, un pueblo de apenas 80 habitantes cuya estructura urbana mantiene intacto el aspecto de villa ganadera. Esto se traduce en un conglomerado de edificaciones que incluyen casas escalonadas, calles más anchas que las villas medievales de la zona y edificaciones más dispersas que presentan una variedad decorativa exterior marcadas por balconajes con tablones laterales, además de la típica construcción de piedra vista con tejados de pizarra muy pronunciados. Se conservan, también, bastantes masías antiguas reconvertidas en muchos casos en viviendas de turismo rural. Aquí no hay que perderse sus dos claros ejemplos del románico, la iglesia de la Nativitat, compuesta por una torre de cinco pisos que le ha valido el reconocimiento de Patrimonio de la Humanidad, y la ermita de Sant Quirc, de la que destaca el frontal del altar, de principios del siglo XII que representa escenas del martirio del santo.

2

Artiés (Lérida)

En la unión entre los ríos Valarties y Garona, a 1.243 m de altitud y a 7 km de la estación de esquí de Baqueira Beret, está Artiés, una joya escondida del Pirineo Catalán. Entre sus monumentos destaca la iglesia románica de Santa María de Artiés, levantada entre los siglos XII y XIII. Forma parte de un conjunto de mayor tamaño configurado por la propia iglesia y los restos del castillo de Entresanaigües, del que solo queda algún tramo de la muralla y varias torres que se recuperaron en distintas excavaciones arqueológicas. De la iglesia destaca su portada principal, que carece de tímpano y cuenta con siete arquivoltas de medio punto en degradación, y las pinturas murales del interior. Además de esto, merece la pena visitar la iglesia gótica de Sant Joan, que perteneció inicialmente a los Templarios; la ermita de San Pelegrín, situada a las afueras; la casa Paulet, de época renacentista, y la torre y capilla de la casa Portolà, del siglo XVI. El visitante tampoco puede marcharse sin disfrutar de una experiencia relajante en los Baños de Artiés, un complejo lúdico-termal basado en las aguas sulfurosas que emergen en las inmediaciones del emplazamiento a 39 grados de temperatura.

3

Castrojeriz (Burgos)

Castrojeriz, que se encuentra en la comarca de Odra-Pisuerga, en Burgos, está dentro del recorrido del Camino de Santiago, el cual atraviesa de forma longitudinal convirtiéndose en la travesía más larga de la ruta jacobea. Entre sus diferentes monumentos destacan el Palacio de los Condes de Castro, la iglesia Virgen del Manzano, que en la actualidad alberga el museo de Arte Sacro y que guarda tallas medievales, pinturas flamencas, pergaminos y piezas de orfebrería, el museo Etnográfico, la Casa Gutiérrez Barona, edificada a finales del siglo XIV en el barrio de San Juan, la iglesia de Santo Domingo, que posee una bella portada de estilo plateresco español, y el convento de Santa Clara, un sobrio ejemplo del gótico rural burgalés.

4

El Burgo de Osma (Soria)

Esta villa, declarada conjunto histórico-artístico desde 1993, conserva un interesante recinto fortificado y una gran cantidad de monumentos presididos por la catedral de Nuestra Señora de la Asunción. Este templo de origen románico fue reconstruido en estilo gótico a partir del siglo XIII, momento del que es también el claustro. Además, destacan su fachada renacentista, su monumental torre barroca y la capilla de Palafox y la sacristía mayor de época neoclásica. Además de esto, no hay que perderse el Palacio episcopal, levantado en el siglo XVI en estilo gótico, la universidad de Santa Catalina, de estilo renacentista y el hospital de San Agustín, con fachada rectangular flanqueada por dos torres achapiteladas. Pero, sin duda, lo que más llama la atención es su castillo, del siglo X, que se levanta a las afueras del pueblo.

5

Garós (Lérida)

El pueblo de Garós, en Lérida, es el primero del Alto Arán. Se encuentra en la vertiente derecha del Garona, entre los barrancos de Cal y sólida, a 1.115 metros de altitud. Este pequeño municipio de apenas cien habitantes está atravesado por el popular Camin Reiau (caminos trashumantes) en uno de sus puntos más interesantes ya que en su entrada hay un importante yacimiento con restos paleocristianos en cuya antigua necrópolis se están haciendo prospecciones desde hace años. Aquí destaca la iglesia parroquial de San Julián, construida en el siglo XII y reformada en el XV mezclando elementos del románico y del gótico. Lo más llamativo de este templo espera al viajero en su interior, un hermoso Cristo de talla, una imagen gótica de la Virgen y una cruz procesional de plata.

6

Trevélez (Granada)

El que es uno de los municipios situados a más altura de la península ibérica –está situado a 1.476 metros sobre el nivel del mar–, forma parte del Parque Natural de Sierra Nevada y se ubica en su vertiente sur, en las laderas del Mulhacén. Este pueblo está formado por tres barrios –alto, medio y bajo– que se articulan en un armónico descenso hasta las orillas del río Trevélez y que presentan la característica arquitectura de la Alpujarra con casas perfectamente adaptadas a lo quebrado del terreno que se ordenan en estrechas calles. De sus monumentos cabe destacar la iglesia parroquial de San Benito y las ermitas de San Antonio y de la Virgen de las Nieves, así como las numerosas fuentes que se reparten por todo el pueblo. Además, este destino es conocido por sus exquisitos jamones, premiados desde el siglo XIX, por lo que hay que visitar alguno de sus secaderos.