Rumbo a Rumanía: tres enigmáticos castillos para visitar este Halloween
Para los amantes de la historia, el suspense y el terror son estas fortalezas rumanas, tres grandes símbolos del país abiertos al público cuya fama es conocida en todo el mundo
Castillos y palacios embrujados de Europa (incluido uno en el centro de Madrid)
Imagen del castillo de Peles, en Sinaia (Rumanía)
Uno de los básicos en estas fechas es visitar castillos estén, o no, encantados porque al final todos tienen alguna historia o leyenda relacionada con fenómenos paranormales. Además, los hay que gracias a su enclave, arquitectura y aspecto actual se han convertido en escenario ... de series y películas metiéndose de lleno en la lista de imprescindibles de ese nuevo grupo de viajeros que recorren el mundo tras los sets de rodaje de sus ficciones favoritas. Con el reciente éxito de la segunda temporada de Miércoles, hay una fortaleza ubicada en Rumanía que ha acaparado todas las miradas tras convertirse en el escenario principal de esta ficción protagonizada por Jenna Ortega, un enclave que merece la pena descubrir, pero ojo porque no es el único famoso del país.
Para los que estén buscando un plan diferente o quieran una excusa para organizar una escapada de Halloween son estos tres castillos a descubrir en este país atravesado por los Cárpatos.
Castillo de Bran
Situado a 25 kilómetros al noreste de Brasov, sobre un escarpado acantilado entre Magura y Dealul Cetatii, está el intrigante castillo de Bran. A pesar de que Bram Stoker no conocía Transilvania y de que Vlad Tepes –el personaje en el que se basó el escritor para crear Drácula– nunca llegó a vivir en este lugar, su parecido con el descrito en la novela es tal que se ha ganado el apodo de 'el castillo de Drácula'. Esta fortaleza se construyó entre 1377 y 1388 para frenar la expansión del Imperio Otomano. De 1920 a 1957 sirvió como residencia real, ya que el pueblo de Brasov se lo regaló a la reina María de Rumanía, quien lo convirtió en su refugio favorito, lo restauró y amuebló. Las obras fueron coordinadas por el arquitecto checo Karel Liman y los terrenos que rodean el castillo se convirtieron en un parque inglés con dos estanques y una casa de té. Además, se construyeron otros edificios como una casa de huéspedes, una iglesia de madera, establos, garajes y alojamientos para el personal.
Imagen del castillo de Bran, el que inspiró para la película Drácula
En total, el edificio alberga unas 60 habitaciones a las que se llega a través de sinuosas y estrechas escaleras y muchas de ellas están conectadas por pasajes subterráneos, lo que da lugar a numerosas y misteriosas historias, quién sabe lo que uno puede encontrarse ahí. En la actualidad, el edificio es un museo abierto a los turistas.
Castillo de Peles
Ubicado en el corazón de Sinaia, el castillo de Peles fue construido por iniciativa del primer rey de Rumanía Carol I para servir como residencia de verano. Según se cuenta este se enamoró de este enclave y de las espectaculares vistas que ofrece unos meses antes, lo que le motivó a iniciar las obras. El edificio fue utilizado por monarcas hasta 1948 acogiendo visitas oficiales y ceremonias militares, a destacar la abdicación del rey Miguel en diciembre de 1947. Desde 1953 se convirtió en Museo Nacional y abrió sus puertas al público general.
Los planos del castillo en su primera fase de construcción (1879-1883) fueron elaborados por el alemán Johannes Schultz y el resultado fue un edificio de dos plantas con la apariencia de un chalet suizo decorado exteriormente al estilo alemán Fachwerk. Posteriormente, se fueron agregando diferentes elementos y espacios como el Salón Morisco, de 1890 y atribuido al francés Émile André Lecomte du Noüy, la capilla de la Reina Isabel, los apartamentos de las princesas de Wied y Hohenzollern (1895-1897) o la torre central del castillo donde se colocó el reloj de tres esferas en 1907 creado por el fabricante de la corte real de Baviera. Las obras se prolongarían hasta 1914, año de la muerte del monarca.
Con 3.200 metros cuadrados de superficie, esta fortaleza cuenta con 160 estancias, muchas de ellas salones temáticos de gran valor artístico, y más de 30 cuartos de baño. Durante la visita se pueden ver algunas de ellas, como las habitaciones reales donde se puede ver el ropaje de cama que usaron los reyes a principios del siglo XX, el salón comedor con una mesa con capacidad para 24 comensales, o la Sala de conciertos que puede albergar hasta 70 espectadores. Así mismo, se puede ver una amplia colección de instrumentos musicales, muebles de época, armaduras y cerámica, entre otras cosas, y diferentes exposiciones temporales.
Castillo de Cantacuzino
Situado frente a los montes Bucegi, a unos 100 kilómetros de Bucarest, se encuentra el castillo de Cantacuzino, edificio que ha servido a Tim Burton para recrear la escuela destinada a estudiantes con 'habilidades especiales' Nevermore en la serie de Netflix, Miércoles. Esta fortaleza fue construida entre 1901 y 1911 por petición de Gheorghe Grigore Cantacuzino, uno de los políticos más ricos e influyentes de la época que fue alcalde de Bucarest en dos ocasiones y primer ministro de Rumanía entre 1899 y 1900 y entre 1904 y 1907. Su riqueza era tal que encargó en total tres grandes palacios, uno en Calea Victoriei que actualmente alberga el Museo Nacional George Enescu, el de Busteni y el de Floresti, hoy en ruinas.
Imagen del castillo de Cantacuzino que hizo de la academia Nevermore en la serie Miércoles
Este se levantó según planos del arquitecto rumano Grigore Cerchez combinando dos estilos como el neorrumano y el neobrancoveniano con una superficie de 3.148 metros cuadrados y con unos jardines y parques que ocupan 3,5 hectáreas. Sus lujosos interiores cuentan con exquisitos acabados con vidrieras de Murano, mármol estucado, cerámica italiana, techos artesonados y pintados, balaustradas de madera de roble, piedra o hierro forjado, herrajes de bronce fundidos en París con una rica ornamentación y chimeneas elaboradas en piedra de Albesti adornadas con mosaicos policromados y pan de oro.
Entre las diferentes estancias cabe destacar el salón de baile, un espacio que alberga una colección heráldica única en Rumanía que muestra los escudos de armas de diferentes familias de nobles emparentados con los Cantacuzino. Además, cuenta con un friso con doce pinturas de tamaño natural sobre cuero cordobés que representa a miembros ilustres de la familia.