Razones de peso para salir del centro de París y disfrutar el viaje

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El proyecto onírico de Albert Kahn

El último museo parisino, abierto en abril de 2022, lleva la firma de Albert Kahn, un banquero y mecenas que consiguió reunir entre 1910 y 1930 una colección de más de cien horas de película en blanco y negro, 4.000 fotos en blanco y negro y más de 72.000 placas autocromas (el primer proceso industrial de fotografía en color verdadero patentado por los hermanos Lumière), obtenidas en sesenta países. Después de seis años de trabajo, el museo se inauguró en Boulogne-Billancourt, cerca del Parque de los Príncipes, en un moderno edificio de madera clara, bambú y metal diseñado por Kengo Kuma que ocupa 2.300 m2. La construcción se inspira en la relación particular que mantuvo Kahn con Japón, su país favorito, y se completa con dos jardines nipones y uno inglés en el resto de la finca, un oasis en el que se despliegan otros siete edificios anexos al museo. La entrada cuesta ocho euros. Inf: https://albert-kahn.hauts-de-seine.fr/

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El refugio de la artista Rosa Bonheur

En Thomery, a una hora en coche desde París, abre el museo dedicado a la pintora y escultora Rosa Bonheur, una de las artistas francesas más adoradas del siglo XIX y una mujer adelantada a su tiempo, quien supo codearse con reyes, príncipes y otras personalidades, siendo respetada incluso en lugares tan alejados a su país natal como Estados Unidos. Mujer de gran carácter, independiente y homosexual, quiso competir con los maestros de la pintura animalista, casi todos hombres, mostrando una personalidad diferente y tocó las mieles del éxito cuando se convirtió en la primera mujer artista en recibir la Legión de Honor.

Rosa Bonheur (1822-1899) reunió a su alrededor, en este Chateau de By Thomery durante cuarenta años, una formidable colección de pinturas y esculturas centrada en el mundo de los perros, ciervos, caballos y algunos animales salvajes, representando no solo su anatomía sino también su psicología. Esa era su gran pasión y se palpa durante la visita a su atelier porque todo está en ese espacio íntimo de trabajo como si la artista hubiese deseado dejar sus enseres ordenados para su estudio: sus botas de paseo, peluches, el gabinete de pintura, las esculturas, bocetos, y otros objetos más personales como su blusa bordada, el sombrero, las paletas, los pinceles, los cuadernos de dibujo y notas e incluso hasta sus colillas. El cuadro más grande muestra sus pantalones largos, una prenda que no era bien vista en las mujeres de su época, pero que ella utilizaba con frecuencia. Curiosamente solo hay una pintura famosa firmada por esta mujer en París y se expone en el Musée d'Orsay. Su nombre es 'Labourage Nivernais'. La entrada al castillo-museo cuesta 17 euros e incluye la visita a su hermoso jardín. Inf: www.chateau-rosa-bonheur.fr/

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Visita nocturna al Palacio de Fontainebleau

El Palacio de Fontainebleau es, sin duda, una de las grandes joyas del patrimonio monumental e histórico de Francia, un hermoso complejo a siete kilómetros del castillo de Rosa Bonheur que fue habitado durante siglos por las dinastías de los Borbón y de los Orleans y después por Napoleón Bonaparte. Todo es grandioso en el palacio dentro y fuera de sus muros: 1.530 habitaciones, y más de 110 hectáreas de bosque, parques y jardines vestigios medievales, renacentistas y barrocos, entre los que destaca el gran parterre, el más extenso de Europa. En la actualidad hay una opción diferente y exclusiva para el turista que consiste en reservar una visita nocturna por los salones y corredores más lujosos del castillo. La Galería de los Ciervos, el Salón de Baile, la Galería de Francisco I, y el Teatro Imperial que mandó construir Napoleón III se recorren en un ambiente lumínico de la época que embauca a todos los visitantes. Este tour se desarrolla jueves y sábados por un precio de 24 euros. Inf: https://www.chateaudefontainebleau.fr/

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La ruta de los pintores en Barbizon

Entre 1830 y 1870, Fontainebleau y su bosque fueron el marco de una revolución artística que cambió el rumbo de la pintura moderna. En este lugar los precursores del impresionismo, Théodore Rousseau y Jean-Françoise Millet, lograron que muchos aficionados a la pintura de paisajes y animales ese acercaran a este caos rocoso con formas evocadoras que poblaban el bosque de Fontainebleau para retratar de una manera distinta. Hoy se puede recorrer esta 'ruta de los pintores' en la que sobresale un medallón incrustado en una roca que rinde homenaje a estos dos artistas (1884), pero también puedes admirar algunas rocas con formas de animales, como la de un elefante y la de una tortuga, y otras que son utilizadas por los aficionados a la escalada. En el bosque, reconocido por la Unesco como 'reserva de la biosfera', se puede disfrutar también de un tour sensorial (silvoterapia), de dos horas por 30 euros, captando la energía de los árboles para facilitar la disminución del estrés de la vida diaria con la ayuda de un guía experimentado. Inf: www.fontainebleau-tourisme.com

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Visita exclusiva de Versalles

Nada como terminar este tour exclusivo por París y su región en el majestuoso Palacio de Versalles, a unos 45 minutos en coche de la capital francesa, la residencia de los reyes Luis XIV, 'el Rey Sol', Luis XV y Luis XVI. La experiencia más espectacular, si quieres disfrutar del lujoso interior versallesco, es el tour nocturno privado para un grupo de diez personas (1.000 euros) con guía incluido en el que se permite la entrada al interior de la capilla real, escenario de la boda real entre Luis XVI y María Antonieta, a la platea de la opera, destinada a espectáculos y bailes de la corte y a los apartamentos privados de la Reina y del Rey. Otra opción interesante es reservar una entrada en la Serenade Royal, la experiencia inmersiva en Versalles que traslada al visitante a la corte del Rey Sol descubriendo las actividades de ocio de la época y admirando de cerca los lujosos trajes versallescos. Inf: https://es.chateauversailles.fr/

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Minicrucero íntimo por el Sena

Romántico, fascinante, original… Los adjetivos se acumulan cuando hablamos de un crucero por el río Sena, de vuelta a la capital... Sus monumentos, como la Torre Eiffel o la Estatua de la Libertad, sus restaurantes y terrazas o sus muelles donde los parisinos bailan música latina atraen especialmente al atardecer. La empresa Green River Cruises propone una experiencia todavía más exclusiva para un grupo no superior a doce personas. Durante el recorrido de dos horas se toma una cena ligera con gambas, queso, canapés y un buen vino francés escuchando de fondo una música muy agradable que maneja el capitán de la embarcación. La excursión, que cuesta 75 euros por persona, se inicia en el Puente Marie al pie de la Cité de la Mode et du Design, a medio camino entre el Jardin des Plantes y la Biblioteca Nacional, y el barco da la vuelta en la Estatua de la Libertad. www.greenriver-paris.fr)