Los paisajes y tradiciones del Tirol que deslumbran también en otoño

Es el momento también de asistir a una de las tradiciones más arraigadas en esta región relacionadas con el ganado alpino. En otoño las vacas y las ovejas descienden de los pastos de la montaña a los valles y los pastores adornan a sus animales con flores alpinas, cintas de colores, y otras llamativas decoraciones. Incluso los pastores cambian las campanillas de pasto más pequeñas que llevan los animales durante el verano por campanas más grandes y valiosas, que sólo se cuelgan en ellos para esta ocasión, sonando de forma muy diferente.

Las leyendas más antiguas aseguran que el repique de esas campanas ahuyenta a los demonios malvados, por lo que ni los animales ni las personas sufren daño en el camino hacia el valle. En esta procesión religiosa y festiva el animal más importante es la vaca que encabeza el desfile. Su tocado es muy grande y generalmente incorpora una cruz o un espejo. La cruz representaba la bendición de Dios y el espejo servía para ahuyentar a los espíritus malignos en una tradición que sólo se celebraba antiguamente si el ganado estaba sano sin haber sufrido daños o lesiones. Tampoco podía haber muerto nadie en la granja durante el año y el pastor debía regresar a casa con el ganado en perfectas condiciones de salud.

Hall Wattens es sin duda tierra de paradas y desfiles que no puedes perderte. Otro muy popular en la región concentra a los mejores caballos del país y se celebra en septiembre en el pueblo de Mils, al pie de las montañas Karwendel, ya muy cerca de Innsbruck. En esta pequeña población se reúnen grupos tradicionales y jinetes de toda Austria con unos animales engalanados en carruajes históricos y deportivos. El Pferdeherbst Mils es un festival muy familiar donde nunca falta la música tradicional y los bailes típicos de la región. Una ocasión única para los fans de los caballos.

Otra experiencia muy recomendable en este rincón tirolés es el Salón de las Hogueras Medievales y se desarrolla en Hall in Tirol, la ciudad histórica más importante en esta zona después de Innsbruck. Este año la fiesta medieval ('Haller Freudenfeuer') se celebrará del 4 al 6 de octubre y rememora las hogueras que se desarrollaban hacia 1500, precursoras de alguna manera de las fiestas urbanas que se organizan en la actualidad. Entonces se trataba de incendiar un barril de madera en la plaza más alta de la ciudad al tiempo que sonaba la música y los vecinos bailaban y degustaban dulces; ahora se monta un magnífico campamento en los Jardines de la Abadía con tiendas en la que los artistas recrean la vida cotidiana ataviados con trajes de época y utilizando objetos de la época en un mercado muy original con productos del pasado y de hoy para degustar. Estos artesanos muestran también sus habilidades como, por ejemplo, a la hora de elegir al mejor tirador con ballesta en el recinto, mientras los músicos se despliegan por todos los rincones de Hall durante tres días de fiesta.

En Hall in Tirol sorprende su casco viejo medieval, uno de los más hermosos de Austria con sus bellos edificios de color pastel y una Torre de la Moneda de 500 años de antigüedad en la que los visitantes pueden acuñar su propia moneda con las técnicas tradicionales. Su conjunto urbano, repleto de estrechas callejuelas medievales, casas centenarias y la imponente fortaleza de Burg Hasegg, confirma la importancia que tuvo desde el siglo XIII gracias a la sal. Entonces estaba considerado el centro comercial más relevante de la región y lo fue hasta el siglo XX en el norte del Tirol.