Las cascadas más impresionantes de Madeira
Ya sea en plena carretera o en mitad de un paseo por sus bosques de laurisilva, la isla portuguesa atesora cataratas que merecen una visita
Descubre la cascada secreta de la Sierra Norte de Madrid

Un vuelo de una hora y treinta y cinco minutos separa Lisboa de Funchal, la capital de Madeira, a la que en temporada alta -de marzo a noviembre- se puede llegar desde Madrid sin necesidad de hacer escala.
Figura en pocas ... listas como una de las mejores islas para visitar en verano y, sin embargo, lo es. Y no solo en el estío sino durante todo el año. Si bien es cierto que los amantes de la naturaleza prefieren perderse en Azores -el otro archipiélago portugués, ubicado más al norte y adentrado en el Atlántico- Madeira es, sin duda, un paraíso verde repleto de cascadas al que conviene desplazarse en cualquier temporada, ya que sus temperaturas no son ni demasiado frías ni muy altas.
Y si el clima acompaña, las ganas de perderse por sus paisajes de laurisilva, tan propios del lugar, aumentan. Teniendo a mano unas zapatillas de senderismo, agua y una gorra que proteja del sol, solo queda echarse a andar y disfrutar de la naturaleza que se encuentra en cada metro cuadrado.
Esta isla portuguesa es conocida por sus frondosos bosques, sus rutas de senderismo y también por sus numerosas cascadas. Y visitarlas es otra forma de hacer turismo. A lo largo y ancho de Madeira están repartidas más de una decena de ellas a las que se puede llegar a pie, en coche o ver desde alguno de los sorprendentes miradores que ofrecen unas vistas espectaculares.
Cascada de Garganta Profunda

Conocida como 'cascata do Garganta Funda', se encuentra en el extremo suroeste de la isla, en el municipio de Calheta, y es un claro ejemplo de que para disfrutar de algo inolvidable antes hay que esforzarse. El paseo hasta el mirador de la cascada comienza en la zona de Pedregal y se trata de una ruta fácil y corta, de unos 600 metros de longitud en la ida. Al llegar, las vistas son inmejorables: frente a nosotros, 140 metros de altura de agua cayendo. Simplemente impresionante. Es gratuita.
De los Ángeles

Con 90 metros de altura, esta cascada se alza como la más icónica de la isla por muchos motivos, pero principalmente por su ubicación y la posibilidad de pasar por debajo tanto a pie como en coche. Se encuentra en mitad de una carretera y aunque hay que dejar el vehículo a unos 500 metros del sitio -si lo que se quiere es cruzar a pie-, el camino merece la pena por las vistas que brinda al océano. Si durante el verano el chorro de agua es considerable y más de uno aprovecha para darse una buena ducha, en los meses de invierno se desaconseja pasar por debajo, pues la afluencia es mayor. Para verla y disfrutar de ella sin las decenas de personas que están esperando para la foto, ir a primera o última hora del día será todo un acierto. El acceso a esta cascada también es gratuito.
Cascada Verde

Escogiendo la ruta de senderismo de Levada do Caldeirao Verde, con una longitud de unos 6,5 kilómetros, se pueden ver numerosas cascadas -algunas se encuentran en mitad del camino y mojan todo aquello que pasa por debajo-, pasar por túneles excavados en las montañas y, en definitiva, vivir una de las rutas de montaña más emocionantes de Madeira. Sin embargo, y como era de esperar, la cascada más sorprendente se encuentra al final. El agua cae desde una altura de 100 metros en una laguna rodeada de paredes de roca cubiertas de musgo. El precio para acceder a ella es de 3 euros por persona.
De las 25 fuentes
Para llegar a esta cascada posiblemente hay que hacer la ruta más emblemática de la isla, en la zona de Rabaçal. Su nombre -Cascata das 25 Fontes- se debe a las veinticinco fuentes o pequeños desfiladeros de agua que se encuentran a lo largo de los 4,3 kilómetros de camino. Para llegar a la cascada final, que recibe a los visitantes con una pared repleta de musgo, hay que atravesar primero un paisaje precioso de laurisilva. La entrada cuesta 3 euros para mayores de 12 años.
Cascada de Riesgo
Comparte inicio de ruta con la Levada Das 25 Fontes, aunque en cierto punto hay que escoger por cuál de las dos decantarse (el pago de 3 euros es único, se hace al principio en común para ambas). Si esta es la elegida, la ruta -de dos horas aproximadamente- será igual de fácil y bonita. La 'Levada do Risco' tiene una altitud de un kilómetro y eso la alza como una de las imprescindibles de Madeira. Al final del sendero, los caminantes son recompensados con el mirador del Risco y unas impresionantes vistas a la cascada.
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