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FRANCIA

Cinco monumentos de París para ver antes de ir a la final de la Champions

La joya secreta de Sainte Chapelle, la mítica Torre Eiffel o el Arco del Triunfo son algunos de los puntos básicos para visitar en la capital parisina antes de acudir al Stade de France

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Imagen de la Torre Eiffel de París © Gtres
Rocío Jiménez

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Con motivo de la final de la Champions League que tendrá lugar el próximo sábado 28 de mayo en el Stade de France de Saint-Denis , habrá decenas de miles de españoles en la capital francesa. Además de acudir al partido, se puede aprovechar para hacer una visita cultural a sus monumentos, que son muchos. Obtener la mejor panorámica de la ciudad desde lo alto de la Torre Eiffel , admirar las magníficas vidrieras de Sainte Chapelle o acudir a algún espectáculo en el Palacio Garnier son algunos de los planes más apetecibles que pueden completar la jornada deportiva.

Sainte Chapelle

Construida en un tiempo récord de 7 años, la Sainte Chapelle es una joya del arte gótico que se levantó en la Île de la Cité para albergar las reliquias más preciadas de la cristiandad, como la Corona de espinas de Jesucristo y un trozo de la Santa Cruz , adquiridas por Luis IX en el siglo XIII. El edificio está compuesto por dos capillas. El nivel superior estaba destinado a la familia real y a las reliquias y, por tanto, está decorada de forma más suntuosa, mientras que el nivel inferior, que está presidido por la estatua de la Virgen, era el lugar de culto del personal de palacio. A pesar de haber sido construida como un relicario, Sainte Chapelle no guarda, en la actualidad, ninguna de las reliquias. Las pocas que sobrevivieron a la Revolución Francesa acabaron depositadas en el tesoro de la catedral de Notre Dame.

Pese a esto merece la pena visitarla solo para ver sus excepcionales vidrieras -15 en total de 15 de metros de altura- que con 1.113 escenas del Antiguo y del Nuevo Testamento cuentan la historia del mundo hasta la llegada de las reliquias a París.

Vidrieras de Sainte Chapelle © Facebook Sainte Chapelle de París

Torre Eiffel

Esta construcción de 330 metros de altura, que fue creada para la Exposición Universal de París de 1889 sobre el Campo de Marte, es hoy el símbolo más destacado de la capital francesa y uno de los monumentos más visitados del mundo –recibe 7 millones de visitantes al año–. La construcción de esta torre, diseñada por Gustave Eiffel , se prolongó durante poco más de dos años y fue una auténtica proeza técnica y arquitectónica en la que trabajaron 250 obreros y 50 ingenieros.

Aquellos que deseen obtener las mejores vistas de la ciudad deben subir al mirador de la cima , situado a 276 metros de altura con dos niveles, uno al aire libre y otro cubierto. El billete del ascensor a la cima cuesta 26,80 euros. Y un detalle: hasta el 27 de mayo las entradas 'Escaleras 2ª planta' solo pueden adquirirse en la taquilla el mismo día de la visita.

Aquí se puede ver también una reconstrucción de la oficina de Gustave Eiffel o tomar una copa de champán en su bar mientras se disfruta del atardecer. Además, hay que hacer una parada en la primera planta para caminar sobre su suelo de cristal y para conocer de primera mano la historia de este monumento a través de su recorrido cultural con pantallas, suelos táctiles y álbumes digitales.

Imagen de la Torre Eiffel de París © Gtres

Palacio Garnier

Construido por orden de Napoléon III para albergar la Ópera de París, el Palacio Garnier es una obra maestra de la arquitectura teatral del siglo XIX que inspiró la conocida obra de ‘El Fantasma de la Ópera’. De estilo neobarroco, este edificio construido por Charles Garnier destaca por su imponente fachada en la que llaman la atención un grupo de elementos escultóricos de Alegorías. Ya en su interior el visitante podrá admirar su gran escalera de mármol verde y rojo, la Gran Sala , una galería en la que destacan sus esculturas, los techos de Paul Baudry y las diez lámparas de arañas que la alumbran, la rotonda de los Abonados , un vestíbulo circular que servía para acoger a los espectadores que llegaban en coche y cuyo suelo está adornado con magníficos mosaicos de mármol, y la Sala de espectáculo , que con forma de herradura está decorada en tonos rojos y dorados y presidida por un fresco monumental de 220 m2 ejecutado por Marc Chagall que cubre integralmente el techo y del que cae una enorme lámpara de araña que pesa unas seis toneladas.

Detalles del Palacio de Garnier © EFE/Horacio Villalobos

Basílica del Sagrado Corazón

Situada en lo alto de Montmartre , una colina de 130 metros de altura desde la que se obtienen unas magníficas vistas de París, está la basílica del Sagrado Corazón . De estilo neobizantino, esta construcción obra de Paul Abadie fue levantada entre 1875 y 1914 y consagrada en octubre de 1919. El color blanco característico del templo es lo primero que llama la atención del visitante. Esta tonalidad se debe a que está construido con una piedra conocida como travertino, una roca sedimentaria que rezuma calcita constantemente asegurando así la blancura permanente a pesar de la erosión y polución. Una vez en su interior no hay que perderse el mosaico de Luc-Oliver Merson que decorada el techo del ábside y que con sus 480 m2 es el más grande de toda Francia. Además, hay que visitar la cripta y admirar la que es la campana más grande del país, la Savoyarde .

Imagen de la Basílica del Sagrado Corazón © AFP PHOTO / LIONEL BONAVENTURE

El Arco del Triunfo

Coronando los Campos Elíseos está el Arco del Triunfo , el símbolo nacional de Francia diseñado por el arquitecto Jean-François Chalgrin . Con 50 metros de alto, este monumento inspirado en el arco romano de Titus representa las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón quien ordenó su construcción en 1806 al finalizar la batalla de Austerlitz. Los trabajos se prolongaron durante 30 años, por lo que finalmente fue inaugurado en 1836 por el rey Luis-Felipe . En los cuatro pilares del arco están grabados los nombres de las batallas ganadas por los ejércitos napoleónicos y los de 558 generales franceses.

En la base del mismo está la tumba del soldado desconocido , un monumento levantado en 1921 cuya llama se enciende cada noche en honor a los caídos en la Primera Guerra Mundial. Aquellos que quieran obtener una panorámica de los Campos Elíseos puede subir los 286 escalones que llevan a la terraza del monumento.

Imagen del Arco del Triunfo © LUDOVIC MARIN

Catedral de Notre Dame

Aunque en estos momentos no se puede visitar debido al incendio que sufrió en 2019, la Catedral de Notre Dame es otro de los monumentos más destacados de la capital parisina. Mientras se espera la reapertura, los curiosos pueden ralizar una inmersión en realidad virtual llamada Revivre Notre-Dame .

Trabajos de reconstrucción de Notre Dame © EFE

Construida entre 1163 y 1345 en la Île de la Cité , modificada en el siglo XVIII y restaurada en el siglo XIX, Notre Dame ha sido el símbolo del culto cristiano en París a lo largo de los siglos. La que es una de las catedrales góticas más antigua del mundo cuenta con dos torres de 69 metros en su fachada y su arquitectura interior se eleva en tres niveles iluminados por grandes vidrieras. Subir a una de sus torres para obtener las mejores vistas de la ciudad y para contemplar las gárgolas es uno de sus principales atractivos. Este templo ha acogido algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de la ciudad, como las coronaciones de Enrique VI y Napoleón o la canonización de Juana de Arco.

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