El tren que lleva a descubrir la belleza de piedra de un pueblo imprescindible
El Tren Medieval a Sigüenza inicia su temporada el 15 de abril, con salidas desde Madrid y paradas en Alcalá de Henares y Guadalajara
El barranco en el que Félix Rodríguez de la Fuente fue feliz
Catedral de Sigüenza (Guadalajara)
En Sigüenza las piedras hablan. Muchas de ellas tienen cientos de años, belleza a prueba de cualquier calendario . Durante una escapada feliz de cualquier fin de semana, quizá con los niños, ese pasado regresa vivito y coleando. El Tren Medieval de Renfe es ... una buena forma de redescubrir un destino clásico y amable.
El Tren Medieval realiza su primera salida de la temporada este sábado 15 de abril para conocer Sigüenza (Guadalajara), su historia y leyendas medievales. Saldrá a las 10.00 de la estación Madrid-Chamartín Clara Campoamor, con parada en Alcalá de Henares a las 10.29 y en Guadalajara a las 10.48, donde podrán subir pasajeros. La llegada a la estación de Sigüenza será a las 11:37h., con todo el día por delante para pasear por el laberinto de piedras y calles, para aprender algo de historia o saborear las yemas de la tierra.
El precio para viajar es de 45 euros para los adultos y de 20 euros para los menores de 14 años. Los menores de 4 años que no ocupen asiento viajan gratis. La tarifa incluye visitas con guías profesionales a los lugares y monumentos más emblemáticos de la ciudad, tales como la Plaza Mayor, iglesias románicas, la Casa Doncel, el Patio de Armas del Castillo o la ciudad medieval.
Pasajeros al tren
-
Los trenes turísticos de lujo que comercializa Renfe también vuelven a ponerse en marcha con el inicio de la primavera con dos hitos en esta temporada: el 40 aniversario del Transcantábrico Gran Lujo y la nueva imagen que estrena el Al Ándalus.
-
El sábado 22 de abril también arranca la campaña 2023 del Tren de la Fresa, una experiencia cultural y de ocio única, con 39 años de historia.
Una vez en Sigüenza, los guías nos enseñan cada uno de los rincones que tantas veces habremos visto en las postales, desde la Plaza Mayor, que mandó construir el cardenal Mendoza, a la catedral, de estilo inicial románico-cisterciense con acabado gótico y elementos renacentistas. Y por supuesto el castillo, donde la princesa Doña Blanca de Borbón vivió cuatro años de destierro tras ser repudiada por el rey Don Pedro I de Castilla, el Cruel.
Hoy, ese castillo medieval del siglo XII es uno de los paradores de turismo más deslumbrantes de la cadena. Entre sus piedras vemos mobiliario de época, una capilla románica del siglo XIII y habitaciones decoradas en algún caso con dosel, para viajar por completo en el tiempo. En el comedor, platos como bacalao al queso manchego, migas y torreznos o borrachitos seguntinos.
Dos curiosidades pueden completar el viaje. La primera de ellas nos lleva a Pozancos, una pedanía situada a solo siete kilómetros. Allí se halla el taller de cerámica Alfar del Monte, donde se moldean la mayoría de los objetos que se venden luego en Sigüenza. Puede visitarse solo con avisar previamente (949 39 17 56). El segundo 'capricho' llevará algo más de tiempo: una visita al parque natural del Río Dulce, espléndido en primavera y en otoño.
Rutas gratis
Esta primavera se están organizando rutas por la zona organizadas por la candidatura a Patrimonio Mundial de la Unesco 'Paisaje Dulce y Salado de Sigüenza y Atienza'. El domingo 23 de abril por la mañana se realizará una de ellas por la parte alta del valle del Salado, desde la Riba de Santiuste a Imón. Con una distancia de 7 kilómetros y un tiempo aproximado de 3 horas de duración, es apta para todos los públicos. Más información y reservas (gratis) en la Oficina de Turismo de Sigüenza.
Ver comentarios