Un tesoro del siglo XII y el Indiana Jones español en la única cueva de origen marino de Europa

La Cueva del Tesoro, situada en Rincón de la Victoria, Málaga, puede visitarse todo el año y permite conocer de cerca su valioso Patrimonio Natural y la leyenda de un tesoro que habría escondido un rey de los almorávides

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Un rincón de la parte turística de La Cueva del Tesoro FC

Fran Contreras

Ubicada sobre un promontorio, las aguas del mar esculpieron desde época jurásica los acantilados, creando una red de galerías, y formando la antaño conocida como Cueva del Higuerón, en la localidad malagueña de Rincón de la Victoria. Hoy llamada Cueva del Tesoro ... es una de las tres cuevas visitables de origen marino del mundo, la única de Europa, declarada Patrimonio Natural. Marcada por la historia y la leyenda -citada por Rufo Festo Avinio, quien en su Oda Marítima situaba en la misma un santuario tartésico-, y por Plutarco -que en su obra Vidas Paralelas asegura que fue refugio en tiempos romanos de Marco Craso, tras el asesinato de su padre-, desde el siglo XVIII se convirtió en objetivo de cazadores de tesoros.

Aventureros y exploradores movidos por la leyenda de un tesoro escondido en época musulmana -más concretamente por el rey Tasufín en el siglo XII-, que contó el ilustrado Cristóbal Medina en su libro 'Conversaciones Históricas Malagueñas', publicado con el pseudónimo de Cecilio García. Una leyenda que a su vez recogió de la obra 'Historia Eclesiástica y Secular de Málaga y su obispado', de fray Antonio Agustín de Milla, de la Orden de los Predicadores del Convento de Santo Domino el Real de Málaga, publicada en el siglo XVII, en la que el sacerdote se hacía eco de un pasaje escrito por Abu Abdalá Muhamad al Malaqui, 'el malagueño', quien relataba los hechos ocurridos el 26 de Ramadán de 1145, 22 de febrero de 1145, cuando Tasufin Ibn Ali, rey de los almorávides, ocultó en secreto el llamado 'Tesoro de los Cinco Reyes' en la cueva.

Antonio 'El Suizo' y la maldición del tesoro

Exploradores entre los que destacó Antonio de la Navi, más conocido como 'El Suizo'. Siguiendo los textos de Medina Conde -y más concretamente la crónica de una expedición de diecisiete malagueños a la gruta en el siglo XVIII-, emprendió su particular búsqueda. Sus excavaciones -en las que utilizó barrenos para abrirse paso, dejando parcialmente dañada la gruta-, llegaron a acaparar grandes reportajes de la prensa del momento, como los que firmó en la Revista El Museo Francisco Bergamón, quien luego sería ministro de Alfonso XIII. 'El Suizo' removió toneladas de tierra y excavó decenas de pozos durante treinta años. Contaban los lugareños que solo salía de la cueva para buscar víveres y materiales para seguir excavando. Vivió obsesionado con la búsqueda del tesoro y murió en la cueva, como si de una maldición se tratara, víctima de uno de los explosivos que utilizaba. Su trabajo, sacó a la luz pinturas rupestres, restos de sílex y cerámicas neolíticas, la huella de los primeros asentamientos neolíticos en el litoral malagueño, corroborando que el lugar había sido morada y enclave sagrado desde época paleolítica. Tras su muerte, la conocida como Cueva del Suizo, fue cayendo paulatinamente en el olvido

Manuel Laza, el malagueño Indiana Jones

Tras años de silencio, la cueva volvió a recobrar protagonismo cuando pasó a ser propiedad del farmacéutico Enrique Laza, quien acudía todas las semanas a estudiar los murciélagos y recoger murcielaguina, preciado abono natural, para sus investigaciones universitarias. Fue Enrique Laza quien en 1918 acompañó a Henri Breuil y Miguel Suach a la gruta para realizar estudios sobre las pinturas rupestres -que fueron publicados en la revista francesa L´Anthropologie en 1921- y que hoy sabemos están relacionadas con las de las cuevas de la Pileta, Nerja o Ardales. El paso del tiempo llevó de nuevo a la cueva y su tesoro al ostracismo, al mundo de lo legendario, de la fantasía. Pero todo cambio en 1951, cuando Manuel Laza, sobrino de Enrique Laza, se convirtió en el nuevo propietario de la gruta y, prendado desde niño por su historia y leyenda, decidió retomar la búsqueda del tesoro. Laza -singular e ilustre personaje, licenciado en derecho y letras, profesor, que llegó a estar condenado a muerte por su relación con el socialismo y la masonería- acudía cada fin de semana a quitar sedimentos, piedras, barro y abrir galerías. Tenía una corazonada, una intuición. Fue así como, tras años de búsqueda y trabajo -con expertos como Giménez Reyna o Martínez Santaollana, y utilizando hasta radiestesistas, como el sacerdote padre Pilón- lo imposible se hizo realidad al descubrir no solo un santuario dedicado a la diosa Noctiluca, sino además, cerámicas vidriadas árabes y un candil en cuyo interior aparecieron seis dinares de oro almorávides, acuñados en tiempos del rey Tasufin. El 'Grupo de los Románticos', como fueron llamados, capitaneado por el profesor Manuel Laza, consiguieron convertir la leyenda en historia, hallar el Tesoro de los Cinco Reyes, como así dejó escrito en su ensayo La Cueva del Higuerón. Cuadernos de Excavaciones y Episodios Malagueños.

Una cueva y un tesoro de leyenda

Manuel Laza, el Indiana Jones malagueño, quien también escribió la obra titulada 'Gárgoris y Habidis, epopeya de la Costa del Sol' en 1965, con el estudio de las pinturas rupestres de la Cueva del Tajo de las Figuras, material que inspiró a Sánchez Dragó para su obra con el mismo título en 1978, falleció en los años ochenta, dejando un legado póstumo a la cultura. Un legado que descubrirán todos aquellos que visiten la cueva. La Cueva del Tesoro es descubrir historia, viajar por la historia. Adentrarse en ella, caminando en silencio por sus galerías, rodeando sus lagos interiores, sobrecoge y fascina. Y en cada paso, surge una misma idea; que las monedas halladas son solo una pequeña parte del gran tesoro que aún no se ha descubierto.

Horario: Invierno (1 octubre / 30 abril). Mañana: 10.00 horas – 13.00 horas (cierra a las 14.00 horas). Tarde: 15.00 – 17.00 horas (cierra a las 18.00 horas). Verano (1 mayo / 30 septiembre). Mañana: 10.30 horas – 13.00 horas (cierra a las 14.00 horas). Tarde: 16.30 horas – 19.00 (cierra a las 20.00 horas). Más información, aquí y en el 952 406 162.

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