El reino del románico: una ruta entre iglesias y bosques por la Montaña Palentina
TURISMO DE INTERIOR
Diez propuestas para recorrer el norte de Palencia y entender la belleza de estos pueblos y las montañas que les rodean
Pueblos y paisajes de Teruel que muestran la belleza de la España vacía
Javier Prieto Gallego
Si miras un mapa verás una amplia franja montañosa cerrando el norte de la provincia de Palencia de lado a lado. Desde arriba, a vista de satélite, es un amplio territorio interpuesto entre las llanuras cerealistas que comprenden la mayor parte de la provincia ... y esa monstruosidad de montañas maravillosas que son los Picos de Europa.
Si la exploras a ras de suelo, viajando desde el sur hacia el norte, es la barrera de montañas calizas que de golpe y porrazo se alzan recortando un horizonte de picos afilados que pasan sobradamente los 2.000 m. Una antesala montañosa, perfectamente engarzada en la Cordillera Cantábrica, repleta de tesoros para disfrutar. Un territorio con personalidad propia cuyo recorrido brinda el placer que ofrecen las carreteras solitarias y sembradas de curvas, el constante asombro de quien se asoma una y otra vez a paisajes de impresión o se detiene en pequeños pueblos donde siempre huele a leña en el hogar y a hierba fresca. En definitiva, un territorio amplísimo en el que cada valle ofrece su repertorio de sorpresas. Por eso, para no perderse entre tanto y tan bueno, hemos preparado esta pequeña lista de 'imprescindibles'. Diez propuestas para tener en cuenta. Y no es, ni de lejos, todo lo que se puede encontrar en un viaje a la siempre sorprendente Montaña Palentina.
Románico, románico, románico
Y empezamos por el románico porque es toda una seña de identidad. Durante la Edad Media cuadrillas de constructores sembraron este territorio de pequeños templos. Edificios sencillos a la par de contundentes desde los que ponerse en contacto con Dios. Tan contundentes que sus hechuras han traspasado mil años de nevadas memorables y de las lluvias copiosas que son propias de las cornisa cantábrica. El aislamiento, y también la pobreza que impidió derribar viejos templos para levantar otros más nuevos y modernos, son la suerte de que hoy este territorio atesore una de las mayores concentraciones de arte románico de toda Europa.
Un bosque de hayas mágico en el Sistema Central que es patrimonio de la humanidad
Javier Prieto GallegoEl hayedo de Tejera Negra -situado en Cantalojas, Guadalajara- luce sus mejores galas en pleno otoño
Sin duda, la mejor forma de disfrutarlo y recorrerlo sin dejarse atrás nada de lo más importante, es comenzar nuestro periplo por el centro expositivo ROM, Románico y Territorio [santamarialarealmuseorom.com] ubicado en el monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo. A través de la sacristía y la iglesia del monasterio propone un original viaje al románico más cercano. Después queda recorrer el claustro y detenerse en la sala capitular, rehecha por los premostratenses en 1209. Sin salir de Aguilar, muy cerca encontramos la ermita de Santa Cecilia, con algunos de los capiteles más bellos de todo el románico hispano. Ya en ruta, deberíamos hacer todo lo posible por detenernos, al menos, en el templo de San Cornelio y San Cipriano, en Revilla de Santullán, o el hermoso templo de San Salvador de Cantamuda.
Cueva
del Cobre
Parque Natural Montaña Palentina
Roblón
de Estalaya
Senda
de Ursi
Ruta de los
Pantanos
Bison
Bonasus
Museo
Minero
Cervera de
Pisuegra
Pinar de Velilla
Románico
Tejeda
de Tosande
Aguilar de Campoo
Fuente: Elaboración propia / ABC
Parque Natural Montaña Palentina
6
8
5
9
2
7
4
1
3
10
11
Pinar de Velilla
1-
Ruta de los Pantanos
2-
Tejeda de Tosande
3-
Cervera de Pisuegra
4-
Roblón de Estalaya
5-
Cueva del Cobre
6-
Bison Bonasus
7-
Senda de Ursi
8-
Museo Minero
9-
Románico
10-
11-
Aguilar de Campoo
Fuente: Elaboración propia / ABC
Carbón, carbón, carbón
Una tarde de 1838 el cura de Salcedillo dio una patada a una piedra de color negro. Su curiosidad y algo de intuición le llevó a enseñársela a unos conocidos suyos empresarios mineros que, en cuanto la vieron, no tuvieron la menor duda: era carbón del bueno. Así arranca la historia de una industria que puso patas arriba buena parte del paisaje en no pocos rincones de la Montaña Palentina. Uno de los lugares donde mayor envergadura cobró aquel trasiego fue la localidad de Barruelo de Santullán y su entorno. Tras el final de las explotaciones, Barruelo mantiene abierto un interesantísimo Centro de Interpretación de la Minería [cimbarruelo.es] lleno de curiosidades y con vistas a las mismas instalaciones que hace unas décadas bullían como un hormiguero. Como interesantísimo es también el recorrido subterráneo por la reproducción calcada de unas galerías mineras como las que eran habituales en estos valles.
La senda de Ursi
Es uno de los paseos a pie más atractivos que pueden hacerse por la Montaña Palentina. Concebida como un homenaje a este escultor palentino, en la senda se localizan hasta treinta y una obras de arte que van descubriéndose a lo largo del recorrido. La senda, que discurre por pistas y caminos de media montaña, dibuja un trazado circular de trece kilómetros y escasa dificultad que comienza y finaliza en la localidad de Villabellaco, población natal de Ursicinio Martínez, fallecido en 2007. En esta misma localidad, merece la pena acercarse hasta la casa-museo-taller de otro artista local vinculado a estas montañas, Herminio Revilla [museohr.com], con cerca de 250 piezas realizadas en madera.
Bison Bonasus
A dos kilómetros de San Cebrián de Muda encontramos la sorpresa de una pequeña manada de bisontes europeos -bison bonasus- campando a sus anchas por entre las 20 hectáreas de robledal y praderas que han convertido en su casa. Viéndolos de cerca no extraña que el/la artista de Altamira se sintiera fascinado por este animal totémico. El centro de interpretación y recepción de visitantes se localiza en San Cebrián de Mudá. El principal objetivo de la reserva es la recuperación de este animal histórico cuyo último ejemplar en libertad murió en 1927. También alberga dos ejemplares de caballo Przewalski. [bisonbonasus.com]. Tel. 979 60 58 23 / 666 229 574.
Cervera de Pisuerga
Luce todavía en el porte de algunos de sus caserones el abolengo de los viejos tiempos. Especialmente merece la pena el paseo por la calle de Calvo Sotelo, entre el Ayuntamiento y la plaza Mayor. Rúa de soportales corridos y hechuras tradicionales a la que se asoma la Casa de los Leones. Otros puntos de interés en la localidad son el Museo Etnográfico de Piedad Isla [Tel. 979 87 07 59], repleto de los objetos y detalles de la vida rural cotidiana que esta fantástica fotógrafa fue recopilando mientras hacía sus reportajes. Las Casa Museo de Cantarranas [Cantarranas, 6. Tel. 609 88 20 30] acoge también otra colección etnográfica. En alto sobre la población despunta la parroquial de Santa María del Castillo, con su retablo y la magistral tabla de la Adoración de los Reyes, realizada por Juan de Flandes. Imprescindible para conocer en profundidad la riqueza y posibilidades del Parque Natural Montaña Palentina es la visita a la Casa del Parque [patrimonionatural.org. Tel. 979 13 94 01]. A las afueras queda la ermita rupestre de San Vicente, asentamiento de la Alta Edad Media de la que se conserva la necrópolis excavada en la roca a su alrededor.
Cueva del Cobre
El Pisuerga suena a río vallisoletano. Sin embargo, por nacimiento y kilómetros recorridos es, sobre todo, palentino. Merece mucho la pena hacer el sendero señalizado que arranca en Santa María de Redondo -uno de los pueblos con más encanto del norte palentino- y conduce hasta la embocadura de Cueva del Cobre, la cavidad con aires de catedral por la que el Pisuerga tiene su segundo nacimiento -el primero sucede unos metros por encima, en Sel de la Fuente-. Entre la ida y la vuelta son unos trece kilómetros que se hacen en unas cuatro horas. Requiere buen calzado y equipo de senderismo. Solo la cavidad inicial de la cueva es visitable.
Roblón de Estalay
La silueta fuerte y enérgica de este abuelo de 800 años preside un mágico rincón del bosque. Es un superviviente de las mil y una talas destinadas a alimentar los innumerables entibados de las minas y traviesas de ferrocarril. El itinerario, un clásico entre los senderos de la Montaña Palentina, arranca del aparcamiento señalizado en la carretera que conduce a San Felices de Castillería. Circular, señalizado, de 4,5 km de longitud para hacer en una hora y media. Fácil con algún repecho importante.
Tejeda de Tosande
Otros supervivientes natos, algunos cerca del milenio, que se agarran con uñas y dientes al suelo calizo del hayedo en el que se aparecen, de pronto, como una tribu que hubiera acabado viviendo donde no debía. La singularidad de este rincón estriba tanto en la concentración de tejos como en la longevidad de algunos de sus ejemplares, un árbol cada vez más escaso, de crecimiento lento y testarudo como él solo. Paseo señalizado de unos 10 km. También fácil y con repechos para subirlos despacio.
La ruta de los pantanos
Aunque esta propuesta es indicada para hacer en cualquier momento del año, en invierno, con nieve en las montañas, es espectacular. Recorre 63 kilómetros mientras hilvana hasta cuatro embalses que hacen de espejo en días tranquilos y un puñado de hermosos pueblos montañeses con asiento en la vertiente meridional de la Montaña Palentina. También podría haberse llamado la Ruta de los Gigantes dado que esos 63 kilómetros discurren a los mismos pies de las montañas más altas de esta zona de la cordillera: Espigüete (2.450 m), Peña del Tejo (1.986 m), Pico Murcia (2.341 m), Curavacas (2.520 m.) o Peña Carazo (2.012 m), por mencionar unos pocos. El viaje une las localidades de Velilla del Río Carrión, Cervera de Pisuerga y Vañes. Entre las paradas imprescindibles: el mirador de Alba de los Cardaños, Cardaño de Arriba o el Valle de Pineda.
El Pinar de Velilla
Y, de nuevo, otro corro de árboles en un lugar donde no se les espera. En este caso se trata de uno de los dos pinares relictos -es decir, que nos llegan desde la época glaciar- de la Cordillera Cantábrica. El otro es el Pinar de Lillo, en la provincia de León. El recorrido por su interior está señalizado y el arranque se localiza junto a la colonia de vacaciones Ciudad del Brezo, a dos kilómetros de Velilla del Río Carrión.
Límite de sesiones alcanzadas
- El acceso al contenido Premium está abierto por cortesía del establecimiento donde te encuentras, pero ahora mismo hay demasiados usuarios conectados a la vez. Por favor, inténtalo pasados unos minutos.
Has superado el límite de sesiones
- Sólo puedes tener tres sesiones iniciadas a la vez. Hemos cerrado la sesión más antigua para que sigas navegando sin límites en el resto.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete