Tres paradas en una ruta de 40 km para seguir los pasos de Dalí

El conjunto del Teatro-Museo con la cúpula y la Torre Galatea, con su fachada decorada con maniquíes, huevos y panes, es el icono más emblemático del paisaje urbano de la ciudad de Figueres. Construido sobre los restos del antiguo teatro de Figueres, este espacio fue concebido y planificado por Dalí como su gran proyecto personal. Así, su interior alberga numerosas obras maestras. Su fondo de pintura permite realizar un recorrido artístico desde los inicios del artista, pero el museo recoge, sobre todo, la explosión del surrealismo con obras tan emblemáticas como Espectro del sex-appeal, Leda atómica, La cesta del pan o Galatea de las esferas. También destacan una serie de obras que Dalí creó pensadas para su museo como el Cadillac lluvioso, la sala Palacio del Viento o la sala Mae West. En 1988 se añadió el espacio expositivo de la sala de las Loggias que muestra la obra tardía del artista basada en la experimentación científica y en el estudio de clásicos de la pintura.

El precio de la entrada general es de 9 euros, 10 en verano.

La actual Casa-museo de Portlligat fue la única casa estable de Salvador Dalí, el lugar donde vivió y trabajó habitualmente hasta que, en 1982, con la muerte de Gala, fijó su residencia en el Castillo de Púbol. El pintor compró en 1930 una barraca de pescadores en Portlligat que fue modelando a lo largo de cuarenta años creando una especie de laberinto organizado alrededor del Salón de la Osa. A partir de este eje central se dispersa en una sucesión de pequeñas salas conectadas por pasillos, pequeños cambios de nivel y callejones sin salida. Las salas tienen ventanas de diferentes formas y dimensiones, pero con un denominador común, todas ellas dan a la bahía, un paraje que es un tema constante en su obra. En la casa se pueden distinguir claramente tres ámbitos: la parte más íntima de la vida de Dalí que se localizaba en la planta baja, el ámbito conocido como Estudio, donde se desarrollaba parte de su obra y que acoge numerosos objetos relacionados con la actividad artística y los espacios exteriores, con caminos ajardinados donde Dalí y Gala hacían una vida más pública. Este espacio fue escogido como una de las siete mejores atracciones culturales de España en 2022 en los Remarkable Venue Awards.

El precio de la entrada varía en función de la época del año y va desde los 14 a los 18 euros.

Fue en 1969 cuando Salvador Dalí adquirió el castillo de la baronía de Púbol, una fortificación del siglo XIV-XV muy deteriorada pero que desprendía un aire misterioso y romántico que le cautivó por completo. Para darle una nueva imagen el pintor se encargó personalmente de la decoración interior. Creó representaciones pictóricas en los muros y techos, incluyó antigüedades en las diferentes estancias, barroquismo textil y simbología romántica. Todo el edificio, que ofrecía un ambiente delicado y sobrio, rendía culto a Gala.

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En los años 80 el castillo se transformó en el último taller de Dalí. Actualmente se pueden ver las pinturas y dibujos que el artista regaló a Gala, así como esculturas de elefantes de patas largas en el jardín y una colección de vestidos de alta costura. Uno de los elementos más significativos es el mausoleo del sótano, diseñado por Dalí, donde fue enterrada Gala.

Hasta junio de 2023 se puede visitar la exposición 'Púbol de Gala. Ilusión y realidad', una muestra que profundiza en la construcción de la imagen de Gala mediante la obra original de Salvador Dalí y uno de los looks más icónicos de la musa de la década de los setenta. La exposición explora las distintas formas con las que se representa a Gala. Por un lado, está la mujer idealizada, la dama del castillo a la que Dalí profesa su amor cortés y, por el otro, Retrato de Gala, que sorprende por el verismo con el que la musa ha sido pintada.

El precio de la entrada general es de 9 euros, 10 en verano.

Además de estos tres espacios, el visitante puede optar por seguir la Ruta Dalí de Figueres, un recorrido por los espacios más singulares vinculados al artista. Este itinerario, que recorre el centro histórico y comercial de la ciudad, hace parada en la iglesia de Sant Pere, donde fue bautizado y donde se celebró también su funeral, el museo del Juguete de Cataluña, que contiene un espacio dedicado a la infancia y adolescencia de Salvador Dalí con referencias y fotografías de la familia y cuya pieza más destacada es Don Osito Marquita, el juguete más querido por los hermanos Dalí, La Rambla, por donde el pintor pasaba largos ratos paseando, o su casa natal situada en la calle Monturiol.