De Ribadeo a Vivero: dónde comer en los pueblos bonitos de La Mariña de Lugo
Un recorrido por la costa agreste de esta zona del Cantábrico por establecimientos de cocina muy tradicional y sencilla que suelen servir raciones generosas
Seis de los pueblos más bonitos de Lugo para una escapada otoñal
Sobre la playa de Area y la ría, con magníficas vistas, se encuentra el restaurante Nito
La franja costera de Lugo, frente al Cantábrico, conocida como La Mariña, resulta especialmente atractiva. El mar batido que baña esta costa produce excelentes percebes, langostas y lubrigantes, junto a pescados de todo tipo, con el bonito como gran protagonista durante la temporada estival. ... De hecho, el puerto de Burela es donde más bonito se descarga en los meses de verano. Pero junto a este gran puerto, a lo largo de esta costa, entre Ribadeo y Vivero, se extiende un rosario de otros más pequeños en los que abundan pequeñas tascas y casas de comidas donde disfrutar de toda la riqueza del Cantábrico.
Empezamos nuestra ruta en Ribadeo, junto a la ría del Eo, que es la localidad de entrada a Galicia cuando se llega por la costa desde Asturias por la autovía A-8. Es el pueblo más importante de toda la Mariña y el que cuenta con una oferta gastronómica más abundante. Entre ella nos quedamos con cinco restaurantes: El Oviedo (Amando Pérez, 5), La Solana (Antonio Tero, 41. Muelle de Porciñán), San Miguel (Puerto Deportivo), Villaronta (San Francisco, 9) y O Piano, también conocido como Casa Pepe (Calle Garitos, s/n).
El primero es en estos momentos el comedor más atractivo de Ribadeo, marcando una línea propia que se aleja del sota, caballo y rey del resto. Cuenta además con una excelente barra y la mejor oferta de vinos de la zona. En su carta, ostras del Eo con vinagreta cítrica, torreznos de pulpo, pinto en escabeche o raya a la gallega. La Solana, en el puerto que se abre a la ría, es un clásico donde el cocinero José Blanco ofrece platos de corte tradicional, con los pescados como protagonistas. También en el puerto de Ribadeo, en un magnífico emplazamiento sobre la ría, el San Miguel es otro clásico de producto marino en preparaciones sencillas desde mejillones en escabeche hasta un buen bonito en temporada. Villaronta, por su parte, es el sitio donde comer pulpo a feira, su gran especialidad, que se puede completar con ricos calamares o una empanada del día. Por último, O Piano-Casa Pepe, nada más salir de la autovía, cuenta con una agradable terraza y una oferta de pescados y mariscos, con el pulpo en distintas preparaciones.
Siguiendo la ruta hacia el oeste, hay que detenerse en el pequeño puerto pesquero de Rinlo, muy próximo a la célebre playa de las Catedrales. En el puerto hay dos opciones. En ambas tienen una buena oferta de marisco, pero los clientes van, sobre todo, a comer sus arroces caldosos de bogavante. Nuestra favorita es A Mirandilla (Avenida Ribadeo, 5), aunque tiene más fama La Cofradía (Plaza Leopoldo Calvo-Sotelo, 2), cuyo arroz está un tanto sobrevalorado. También lo hacen de langosta o de almejas.
Si desde la playa de las Catedrales no regresamos a la autovía y seguimos la antigua N-634, al borde mismo de la carretera, en Barreiros, encontramos Rías Altas (Carretera General, 8. San Pedro de Benquerencia), un hotel-restaurante con una oferta de cocina tradicional que se nutre de proveedores locales, incluso de sus propios cerdos y gallinas. Fue ganador del premio al mejor cachopo de España hace dos años. Pocos kilómetros más adelante está Foz, agradable localidad costera, una de las más turísticas de La Mariña gracias a sus playas. Allí, para comer un buen pulpo o una ración de lacón con cachelos está muy bien Rente ao Mar (Plaza Conde Fontao). Si lo que quieren es una buena empanada (también para llevar) el sitio es la pastelería-cafetería Anduriña (Álvaro Cunqueiro, 38), donde las elaboran con todos los rellenos imaginables. También en Foz, pero alejándonos de la costa, está O Sixto (Cordido), en una casa rural que cuenta con un buen restaurante de cocina tradicional con producto de calidad.
A Lonxa, en Burela
Con mucho menos atractivo que Foz, pero mucho más importante económicamente gracias a su puerto, llegamos a Burela. En la primera planta de la lonja del puerto está A Lonxa (Rua do Berbes, s/n. Puerto de Burela), un sitio un tanto extraño ya que se encuentra en la cafetería que utilizan los pescadores y se accede por un pasillo del edificio. Pero vale la pena por su oferta de pescados y mariscos del día a unos precios bastante razonables. Desde percebes hasta genuinas zamburiñas o erizos en temporada.
El final de nuestra ruta está en Vivero. Poco antes de llegar al pueblo está el renovado y acogedor hotel Ego. Y allí, con una terraza colgada sobre la playa de Area y la ría, con magníficas vistas, se encuentra el mejor restaurante de toda la Mariña: Nito (Playa de Area, 1.). Producto excepcional, cocina tradicional perfectamente actualizada, excepcional bodega, acogedoras instalaciones y esas vistas de lujo son las claves de esta casa. En su carta, platos como el salpicón de bogavante, los calamares en su tinta o el rollo de bonito, además de los mariscos del día.