El ALbaicín
Un paseo entre cármenes y aljibes por el barrio más antiguo de Granada
De esencia nazarí, este emblemático rincón presume de una dilatada historia y un rico patrimonio, así como de ofrecer, desde uno de sus muchos miradores, la mejor panorámica de la Alhambra
La cárcel real cacereña del siglo XVII que se convirtió en museo
Con permiso de la Alhambra, una visita a Granada no está completa sin un paseo por el barrio más antiguo de la ciudad, el del Albaicín. Este rincón granadino tiene un arte que no se puede aguantar, un ambiente fresco, desenfadado y alegre ... que se te mete en los huesos invitando a dejarse llevar, a disfrutar de forma pausada de cada uno de sus monumentos y puntos de interés, esos que llevaron a la Unesco a declararlo Patrimonio de la Humanidad en 1994.
Zawi be Zirí creó una medina en la antigua ciudad iberorromana llamada la Alcazaba de Granada –emplazada en lo que hoy son los alrededores del mirador de San Nicolás–, la Alcazaba Qadima, la cual se convirtió en el centro neurálgico de la dinastía Zirí comenzando uno de los periodos más fructíferos de su historia. Uno de los escasos restos que queda en pie de esta época es un tramo de más de 350 metros de longitud de las murallas. Pero, fue durante el reino nazarí que alcanzó su mayor reconocimiento convirtiéndose en el arrabal más rico y popular de la ciudad. En el siglo XVI comenzó una profunda cristianización del barrio con la construcción de conventos e iglesias sobre antiguas mezquitas y con diferentes órdenes religiosas ocupando edificios antiguos.
Su trazado urbano actual responde al urbanismo típico musulmán con calles estrellas y laberínticas, callejones sin salida, más de 25 aljibes y restos de baños árabes, como son el del arrabal del Albayzín, el mayor de los baños andalusíes de Granada que mantiene casi intacta su estructura original repartida entre varios inmuebles de propiedad privada, o el del Bañuelo, el edificio más antiguo de la arquitectura civil granadina al ser construido durante la taifa zirí. Estas edificaciones encajan como piezas de puzzle con edificios propios del cristianismo y con un buen puñado de cármenes, viviendas tradicionales y típicas de Granada que cuentan con huerto y jardín y están rodeadas por un alto muro. Entre ellas cabe destacar el Carmen del Aljibe del Rey, bautizado así por encerrar en el subsuelo el más antiguo y grande de los aljibes que tiene Granada y que fue construido por el tercer monarca de la dinastía zirí Badis Ben Habus.
Lo que no hay que perderse
Para iniciar la ruta por este emblemático barrio se puede optar por la plaza Nueva. Aquí se encuentran la Real Chancillería, cuya fachada manierista trazada por Francisco del Castillo es una aportación excepcional a la arquitectura pública y en cuyo interior destaca un patio clasicista ejecutado hacia 1540, y la iglesia de Santa Ana, un destacado templo del mudéjar granadino levantado a partir de 1537 sobre la antigua mezquita Almanzora. Otro punto de partida puede ser la Casa de Zafra, una vivienda hispanomusulmana de los siglos XIV y XV excelentemente conservada que acoge el Centro de Interpretación del Albaicín, donde se puede obtener toda la información necesaria para no perder detalle de este lugar.
Se empiece por donde se empiece, hay que añadir algunas paradas imprescindibles al paseo como la iglesia del Salvador, levantada sobre la antigua mezquita mayor de la que todavía puede verse un bello patio, el Palacio de Dar al-Horra, edificio construido en el siglo XV sobre los restos de un palacio zirí que se articula en torno a un patio rectangular con una pequeña alberca y el Palacio de los Córdova, que con un estilo renacentista e interiores que mezclan gótico y mudéjar fue derribado en 1919 y trasladado y reconstruido entre 1960 y 1967 en su ubicación actual. La caminata debe incluir también el Paseo de los Tristes y la Carrera del Darro, dos de las calles más bonitas del barrio, así como alguna de las múltiples puertas que quedan en pie, como la de Elvira, que fue la entrada principal de la Granada islámica, la de Fajalauza, uno de los seis accesos que tuvo la muralla y que da paso a la parte más elevada del Albaicín nazarí y cristiano, o la de las Pesas.
Lo mejor de caminar –con pies de plomo para no resbalar– por sus calles empedradas es ir descubriendo los diferentes miradores que se reparten por su entramado siendo el de San Nicolás el más destacado y fotografiado por ofrecer la mejor panorámica de la Alhambra. Otro a tener en cuenta es el de San Cristóbal, un clásico.
El mejor alojamiento para descubrir Granada
Perfecto para establecer base y poder recorrer a pie la ciudad es el hotel Barceló Carmen Granada. Ubicado en pleno centro, a apenas 10 minutos de la catedral, este cuatro estrellas presenta un exquisito interiorismo –un proyecto liderado por Ilmiodesign– que es toda una declaración de amor por la Alhambra con una paleta de colores beige y verde y una serie de elementos decorativos como cerámicas o celosías que reinterpretan las raíces mozárabes de este destino con un toque contemporáneo. En total, ofrece 251 amplias y cómodas habitaciones divididas en diferentes categorías, entre las que se incluyen las Deluxe con hidromasajes, la junior suite o la familiar.
La joya de la corona de este hotel es su terraza en la azotea B-Heaven, punto de encuentro entre turistas y locales amantes del tardeo, la buena comida y la música en directo que ha sido reconocido como el segundo mejor rooftop bar de España. No es de extrañar tal reconocimiento, pues este espacio regala unas espectaculares vistas a la Alhambra y Sierra Nevada. Ver el atardecer cóctel en mano o darse un homenaje con su exquisita cocina con platos desenfadados como la ensaladilla de ventresca con un tartar de salmón y salsa rosa, el espeto de dorada a las ascuas con salsa emulsionada de huevo frito y vainas asiáticas y el mogote ibérico a las ascuas, toffee de cebolla, patatas fritas con pimentón y vinagre en polvo es casi una obligación para quien visita esta ciudad. Abierta al público en general, la terraza acoge diferentes eventos a lo largo de la semana, como sesiones de dj, música en directo y días temáticos, eventos que lo han convertido en un básico de las listas de imprescindibles.
Además, en la planta baja está el restaurante la Santa María, un templo del buen comer que invita a los comensales a viajar por el mundo con los sabores de diferentes destinos como Cuba, Lisboa o San Salvador, plasmados en exquisitas y cuidadas tapas.
Las instalaciones se completan con una pequeña piscina con zona de solárium en la azotea –solo para huéspedes–, cinco salas multifuncionales que pueden acoger hasta grupos de 160 personas y un completo gimnasio para mantenerse en forma. Aquellos que lo deseen pueden, además, probar el programa de bienestar We Balance, un plan holístico con experiencias que fomentan un estilo de vida activo y permiten alcanzar el equilibrio, todo un reto en estos días.
Aquellos que no quieran preocuparse por nada pueden escoger algunas de las experiencias que ofrece el hotel como son: una ruta guiada en 4x4 en Sierra Nevada, donde también se puede disfrutar de una puesta de sol a 2.500 metros de altura, recorridos por la Alhambra, espectáculo de flamenco o la propia visita guiada al Albaicín desde 15 euros por persona si es en grupo o si se desea algo más exclusivo se puede hacer una ruta privada desde 175 euros. El precio por noche va desde los 113 euros en una habitación doble.
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