Las montañas de Asturias donde ver al oso pardo en libertad
aire libre
Los parques naturales de la montaña central asturiana, un auténtico paraíso natural, son el mejor lugar del mundo para observar al oso pardo en libertad
Seis paraísos naturales de Asturias que todos deberíamos conocer
Mar ramírez
Hace treinta años, los naturalistas que recorrían las abruptas montañas centrales de Asturias, en los bellísimos paisajes de los tres parques naturales de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, Las Ubiñas-La Mesa y Somiedo, resultaban un poco románticos. Solitarios, armados de telescopios y ... una gran dosis de perseverancia permanecían largas jornadas observando atentos desde lugares panorámicos de montaña de Asturias, así como de Cantabria, Lugo, Palencia y León.
No se desalentaban en su empeño por localizar y estudiar el estado natural de la por entonces maltrecha población cantábrica del oso pardo. Una joven Fundación Oso Pardo (FOP) comenzaba a trabajar por su supervivencia. Son muchas las sendas que han recorrido estos años y hasta organizaciones como The European Trust (TENT), volcada en preservar la biodiversidad europea, reconocen su tesón conservacionista.
Dos bancos históricos, bellos y desconocidos en una calle apartada en Asturias
J. F. AlonsoLos Canapés de Avilés, dos bancos de piedra de finales del XVIII que son monumento histórico-artístico, vuelven a relucir tras una completa rehabilitación
Tres décadas después, la situación es más feliz. Han trabajado por identificar y rastrear a los nuevos ejemplares, realizado estudios genéticos de las poblaciones cantábricas oriental y occidental y pirenaica y concienciado a turistas y a los habitantes de montaña de que tienen un valioso patrimonio natural en un enclave natural único en el mundo. Con el turismo de naturaleza, disponen de una manera de vivir del oso pardo y a la vez están en posesión de un antídoto contra la despoblación.
Al educar ambientalmente a los habitantes de montaña han trabajado protegiendo un rico y valioso patrimonio cultural rural como los cortines, redondas construcciones de piedra que protegen las colmenas. Además han reforzado la alimentación de estos enormes plantígrados (pueden superar los 200 kilos de peso) con plantaciones de sus bocados favoritos, como cerezos.
En la actualidad han conseguido que una buena población de oso pardo (300-400 ejemplares) habite en la cordillera Cantábrica. No obstante, para lograr un estado saludable de conservación se necesitaría que dicha población se triplicara (superando los tres años de vida) lo que sacaría del riesgo de extinción a este mamífero.
La más exitosa manera de observar un oso pardo es ir acompañados de guías naturalistas de las empresas de turismo naturaleza que actualmente desarrollan interesantes experiencias en territorio de la montaña central asturiana. No obstante, quiera la fortuna que al emprender un recorrido de montaña en solitario no te encuentres con el rastro de un oso pardo. Impresiona y hace incluso estremecerse ante las grandes dimensiones de sus huellas y las marcas claras de sus uñas en pies y manos.
Observatorios naturales
En el amplio territorio de la montaña central asturiana que abarcan dichos parques naturales existen magníficos observatorios naturales a los que se puede acceder libremente, como el mirador Aguino, situado en la carretera entre Pola de Somiedo y Aguino, donde es posible apostarse a ver osos e incluso disfrutar de la berrea con las primeras lluvias al final del verano. Sin abandonar el parque natural de Somiedo, el mirador del Príncipe es de los más frecuentados. Buena culpa la tiene la bonita aldea vaqueira de La Peral hasta la que hay que llegar para acceder al mirador. Es privilegiado punto de observación desde el que apostarse a ver osos y entretanto disfrutar con los vuelos de algunas aves rapaces que frecuentan estas montañas como el águila real, alimoche o buitre leonado. No menos espectacular es la subida hasta los lagos de Saliencia contemplando las tradicionales cabañas pastoriles de teito o tejado vegetal.
En el parque natural de las Fuentes de Narcea, Degaña e Ibias, desde la localidad de Cangas de Narcea, en la subida al puerto de Leitariegos, se accede al pueblo de Brañas d'Arriba, donde un panel interpretativo expone el valor de zonas altas para los osos, así como confirma estar pisando una antigua vía de comunicación con la meseta y a la vez contemplar un panorama extraordinario de la cordillera Cantábrica.
En las zonas altas de la sierra de Degaña, como el paraje de la ermita El Capillo, no solo se abarca a un joven río Ibias al fondo del valle sino que la amplitud panorámica, alcanzando hasta las cumbres leonesas, es garantía de abarcar territorio del oso pardo.
También dentro del parque natural, seguir sus pasos es adentrarse en un bosque de cuento, el de Muniellos. Protegido como una reserva integral a la que solo pueden acceder una veintena de personas al día (previa reserva) es un magnífico robledal que ha logrado mantener su aspecto primigenio después de más de un siglo sin haber sido alterado por mano humana. Los líquenes colgando de los gruesos troncos señalan la pureza de su ambiente, el envolvente frescor de la humedad reinante y mullido sustrato orgánico de sus solitarias sendas indican haber entrado en un paraje tan intacto que parece ficticio y donde halla refugio el oso pardo. Para abarcar Muniellos lo mejor es ascender desde Cangas de Narcea por una sinuosa carretera hacia el puerto de El Coniu y detenerse en el kilómetro 11, donde la vista del bosque del oso (y de otras 150 especies de vertebrados) es imponente.
El tren que trajo a los osos
Siguiendo las mejores manchas de bosque atlántico de la zona central asturiana se llega a Proaza, concejo que es conocido por acoger la senda del Oso. Así denominada una antigua vía minera que recorría los valles de Trubia, Teverga y Quirós. A través de túneles horadados en la roca, en sus 60 kilómetros de longitud convertidos en Vía Verde, es una magnifica y alternativa manera de turismo activo (senderista o ciclista) para conocer los paisajes de los Valles del Oso. Donde incluso pueden avistarse ejemplares en semilibertad. Son animales recuperados e imposibles de retornar a la naturaleza que, en el recinto situado en Santo Adriano, confirman que estamos en sus montañas.
Con quién
Trabau Ecoturismo. Víctor García Trabáu es inseparable de las montañas del parque natural de las Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias. Además de magnífico guía y experto conocedor del oso, es el último tixileiro, artesanos nómadas que elaboraban menaje de madera o tixelas. trabauecoturismo.com.
Wild Spain Travel. Empresa de ecoturismo especializada en facilitar experiencias de observación de oso pardo en libertad hacen turismo responsable y facilitan la fotografía de naturaleza desde escondites o hides. Tel. 684 639 860. info@aveshide.com
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