El mes más grande de la única ciudad con cuatro bienes Patrimonio de la Humanidad

Este es el año del centenario del concurso de las Cruces de Mayo. En los patios y plazas se levantan cruces de gran tamaño decoradas con flores, macetas y mantones de manila. Hasta el 1 de mayo, las plazas y calles de la capital acogen un total de 46 monumentos, con numerosas actividades: catorce cruces en la zona moderna, trece cruces en recintos cerrados y diecinueve en el casco histórico.

Tras este comienzo del mes, desde 2 al 12 de mayo se celebrará la Fiesta de los Patios, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012. Este año habrá 52 concursantes y once patios fuera de concurso en seis rutas, con arquitectura tradicional, moderna y patios singulares, que se abrirán de 11.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 22.00 horas.

El primer concurso de patios se celebró en 1921, aunque no tuvo mucho éxito, y se aletargó hasta 1933, fecha en la que este festival se incluía dentro de la programación de feria. El gran salto adelante lo dio el alcalde Antonio Cruz Conde que, en los años 50, puso los cimientos de la Córdoba actual. La declaración de Interés Turístico Nacional de los Patios a comienzos de los años 80 no vino sino a certificar su fuerza como un reclamo de primer orden. Finalmente vino la declaración del Patrimonio de la Humanidad, en 2012.

Los precedentes más remotos de los patios se encuentran en la Turquía del siglo VII a.C. Estas viviendas con patio se localizan en ciudades amuralladas, no en campo abierto. En el caso de Córdoba hay que contar, además, con las influencias de Roma, de Bizancio y del mundo islámico, que fue especialmente cuidadoso con los patios porque para ellos era fundamental que allí se protegiera a la mujer del exterior, de forma que pudiera estar al aire libre sin salir a la calle.

Debido al clima de Córdoba, caluroso y con poca lluvia, los romanos y más tarde los musulmanes adaptaron la tipología de casa popular a las necesidades, centrando la vivienda en torno a un patio, que podía tener una fuente en el centro o un pozo que recogía el agua de lluvia. Los musulmanes readaptaron este esquema dando entrada a la vivienda desde la calle a través de un zaguán y colocando vegetación abundante para aumentar la sensación de frescor. Uno de los rasgos más personales de la fiesta es que los propietarios abran de par en par las puertas de sus casas.

Entre las opciones para visitar estos días está el Palacio de Viana, que cuenta con doce patios y un jardín que alberga el histórico edificio.

Como cierre de este mes grande, a final de mes (del 18 al 25) llegará la Feria de Nuestra Señora de la Salud, este año con 85 casetas abiertas al público y con mejoras en el recinto ferial de El Arenal en materia de infraestructuras del agua. La feria principal de Córdoba, evento más destacado del mayo festivo cordobés, data del siglo XVIII. Cientos de miles de visitantes suelen cruzar por el El Arenal en esos días, bajo el Sol o entre el firmamento nocturno de colores, luces y farolillos.

Córdoba es la única ciudad del mundo con cuatro bienes Patrimonio de la Humanidad: La Mezquita-Catedral (1984), el centro histórico que la rodea (1994), la Fiesta de Los Patios (2012) y Medina Azahara (2018).

El agua, o quizá la falta de ella, será el foco central del XIII Festival de los Balcones y los Rincones de Iznájar (Córdoba) que se celebra durante todo el mes de mayo en este pueblo blanco, uno de los más bellos de España. Entre otras actividades, esta edición contempla una intervención floral en la Plaza de las Barandillas y en el Ayuntamiento en la que las macetas típicas de los patios cordobeses se llenarán de flores tejidas en ganchillo elaboradas por las mujeres tejedoras del municipio y de sus aldeas. Esta edición tratará de ser lo más eco-sostenible posible para llamar la atención sobre la importancia de este bien tan preciado para este municipio cordobés que ve cómo su embalse alcanza mínimos históricos de capacidad.