Los tesoros que merece la pena conocer de la primera ciudad romana en Hispania

En la actualidad, este espectacular complejo recibe más de 125.000 visitantes al año. La entrada es gratuita para ciudadanos de la Unión Europea y para el resto el coste es de 1,5 euros. También se ofrecen rutas guiadas con un precio de 21 euros persona y una duración de una hora y media.

Para conocer su origen hay que remontarse al año 206 a.C., momento en el que Itálica fue fundada por el general Publio Cornelio Escipión, conocido como El Africano, tras vencer a los cartagineses en el contexto de la Segunda Guerra Púnica. Esta ciudad que se estableció en el Cerro de San Antonio, lugar de paso habitual en las rutas que conectaban con Munigua y otras zonas mineras de la Sierra Norte de Sevilla y en el que ya existía una población turdetana, se convirtió en el lugar de residencia para los veteranos de guerra y en centro de recuperación de los soldados heridos.

En la segunda mitad del siglo I a.C. adquirió el estatuto municipal y tiempo después, durante el gobierno del emperador Adriano, llegó a ser colonia equiparándose administrativamente a la metrópoli. Itálica estuvo en uso hasta el período musulmán, cuando pasó a ser una cantera, y fue abandonada definitivamente en torno al siglo XII. En 1912 fue declarada Monumento Nacional y a partir del año 1929 comenzarían las excavaciones para su estudio y recuperación, trabajos que se extienden hasta la actualidad y que siguen ofreciendo grandes hallazgos que dan fe del esplendor que llegó al alcanzar.

Itálica se desarrolló en dos núcleos diferenciados, la ciudad vieja o vetus urbs, la cual está sepultada casi en su totalidad por el casco urbano de Santiponce -se asentó sobre este en 1603– y donde se encuentran el teatro, las termas menores, los depósitos de agua del acueducto y el anfiteatro, y la ciudad nueva o nova urbs, donde se ubican las termas mayores y el anfiteatro. El conjunto al completo se constituye como el área más extensa de edificaciones romanas visitables de Andalucía.

Durante la época romana toda la ciudad estaba delimitada por un perímetro amurallado que además de proteger a sus habitantes desempeñaba un papel simbólico y religioso. Hoy días hay restos visibles en dos puntos del conjunto: un torreón en el área del teatro, contiguo al graderío, y un lienzo en el extremo septentrional, junto al anfiteatro. Además del trazado ortogonal de las calles, destacan un gran número de edificios, en su mayoría de carácter público.

- El anfiteatro, situado al norte, tenía una capacidad para unas 25.000 personas con unas gradas distribuidas en tres niveles y un foso soterrado en el centro y estaba dedicado a los llamados espectáculos 'de sangre': combates entre gladiadores, escenificaciones a muerte de episodios bélicos históricos y enfrentamientos entre animales, entre otras cosas. Su estructura estaba hecha de hormigón completada con sillares y placas de mármol y su construcción finalizó alrededor del año 138 d.C.

-La construcción del teatro se inició a principios de nuestra era y se prolongó durante casi un siglo. La cavea se levantó aprovechando el desnivel del terreno y podía acoger a unas 3.000 personas. Su eje mayor mide 98 metros y la superficie del pórtico casi 2.500 metros cuadrados. Aquí se representaban obras trágicas, cómicas y espectáculos de mimos y de forma ocasional actividades musicales y actos religiosos. Este fue restaurado en 2014 y en la actualidad acoge diferentes festivales como el Internacional de Danza Itálica o el del Teatro Grecolatino. 

- Por los modos constructivos empleados, las estratigrafías de su entorno y la historiografía, las termas menores, visibles dentro del pueblo de Santiponce, han sido fechadas en los tiempos de Trajano (98-117) y su estructura fue reforzada en época de Adriano. La superficie observable ocupa un área de cerca de 1.500 metros cuadrados y en ella se pueden reconocer dos salas de temperatura caliente, una templada y otra fría. Por su parte, las termas mayores ocupaban una gran manzana en la ciudad nueva de las cuales se conserva la estructura y distribución de las piscinas y hornos. El edificio, que llegó a tener biblioteca, una sala de masajes, sauna y vestuarios tenía aproximadamente 32.000 metros cuadrados. 

- También hay varias casas levantadas en tiempos de Adriano como la del Planetario, una de las mansiones destinadas exclusivamente a los notables de Itálica que experimentó diversas reformas en época tardorromana destacando la segregación del solar en varias unidades de habitación, la de los Pájaros, que ocupa una superficie de 1.700 metros cuadrados, incluyendo las tabernae, o la de Neptuno, que contaba con sus propias termas además de con importantes mosaicos y ocupaba un espacio de 6.000 metros cuadrados.

- El edificio más representativo para la ciudad, espacio público y religioso dedicado al culto del emperador Trajano es el Traineum. Se trataba de un recinto cuadrangular de casi 10.000 metros cuadrados de superficie que incluía una plaza rodeada de una galería porticada con cien columnas de mármol. En el centro se levantaba un templo octástilo (una fila de ocho columnas en el frente) con acceso a través de una gran escalinata y en cuyo interior había una escultura del emperador.

Un proyecto de investigación realizado por la Universidad de Sevilla en colaboración con la Consejería de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía ha desvelado indicios de vestigios arquitectónicos de lo que habría sido el circo de la antigua ciudad, siendo este el mayor en tamaño de todo la península y uno de los más grandes del Imperio, por detrás del Circo Máximo de Roma.

Los datos preliminares, que aún deben ser confirmados mediante una intervención arqueológica in situ que se desarrollará en los próximos meses, indican que este edificio ocuparía más de ocho hectáreas y tendría una capacidad para acoger hasta 80.000 espectadores. Así, contaría con una longitud máxima de 532 metros y una anchura de entre 140-155 metros.