Así se hizo el maravilloso Puente Nuevo de Ronda, que tuvo que ser construido dos veces

Esta monumental construcción permitió la expansión del municipio de forma natural salvando el tajo y uniendo el barrio moderno, o del Mercadillo, con el barrio antiguo de la ciudad. No apto para personas que sufren de vértigo, este puente ofrece atardeceres de postal, de esos que quedan grabados para siempre en la retina.

Ronda cuenta con hasta tres puentes: el de San Miguel, ubicado a 12 metros sobre el río y levantado con lajas de piedras en el siglo XIII , el Viejo, que con 31 metros de altura y un solo arco de 10 metros de diámetro, fue construido en la zona más baja de la ciudad en el siglo XVI para comunicar la antigua medina islámica con el nuevo barrio surgido tras la conquista en la zona del Mercadillo, y, por último, el Nuevo, que, situado en la parte más alta, tuvo que ser edificado dos veces.

La primera vez que se planteó esta impresionante obra de ingeniería fue en 1735, durante el reinado de Felipe V. Los planos mostraban entonces una estructura de 100 metros de altura y 35 de diámetro con un solo arco y las obras apenas se prolongaron ocho meses, un tiempo récord para la época. Confirmando el dicho de que las prisas nunca son buenas, y debido a la mala ejecución del proyecto, el mal cerramiento del arco y la falta de apoyos esta estructura se derrumbó seis años después llevándose consigo la vida de 50 personas y cientos de toneladas de piedra al fondo del barranco.

Pese a la tragedia ocurrida volvió a ponerse en marcha otro plan para levantarlo de nuevo, esta vez con 98 metros de altura y una estructura más sólida. El proyecto fue obra de José Martín de Aldehuela –a quien se le atribuye también la plaza de toros de Ronda–, quien contó con un cantero nacido en este lugar, Juan Antonio Díaz Machuca, que inventó artilugios que facilitaban la bajada de material al fondo del tajo. Los trabajos se iniciaron en 1751 y se extendieron hasta 1793, coincidiendo con la celebración de la Real Feria de Ronda, la más antigua de Andalucía.

Esta construcción, cuyos cimientos arrancan en el fondo del tajo, tiene tres cuerpos formados por arcos de medio punto, el inferior hace de estribo y el segundo de 90 metros de altura está flanqueado por dos contrafuertes de los que arrancan los arcos de las calles laterales del cuerpo superior. La calle central es un recinto con bóveda de cañón con dos balcones. La piedra utilizada para su construcción se extrajo del fondo de la garganta del río para conseguir un efecto mímesis.

Los jardines de Cuenca, ubicados a diferentes alturas frente al puente, son uno de los mejores miradores para obtener instantáneas y ver la magnitud de dicha obra.

- El Puente Nuevo fue declarado Monumento Natural de Andalucía en abril de 2019.

- Para hacerse una idea, la altura del Tajo de Ronda es la equivalente a un edificio de 30 plantas.

- Cuenta la leyenda que José Martín de Aldehuela se suicidó tirándose del puente al no poder concebir un puente más bonito que este. Sus restos descansan bajo la plaza del convento de San Pedro de Alcántara.

- Sobre el arco principal, en las entrañas del puente, se puede apreciar una pequeña ventanita que esconde una estancia que fue, en primer lugar, cárcel para presos peligrosos, mesón típico rondeño y, hoy día, Centro de Interpretación del entorno y de la historia de la ciudad.

- Cuando el viento sopla con ganas bajo los arcos del puente se producen fuertes silbidos y el viento eleva el agua del río, lo que hace que sus vecinos digan que aquí 'llueve hacia arriba'.

- Las mejores vistas de este puente se obtienen desde el final de un pequeño camino que discurre desde la plaza de María Auxiliadora.

- El mirador situado cerca del Puente Nuevo, en el paseo de la Alameda, se conoce como el 'balcón del coño', bautizado así por la sensación que produce asomarse a él.

- Este puente fue el más alto del mundo desde su inauguración en 1973 hasta 1839, año en el que se construyó el puente de la Caille, en Francia.

- Este enclave es también un lugar perfecto para observar aves en vuelo, así como los nidos de halcones peregrinos o grajillas piquirrojas.