Escapada perfecta: un pueblo blanco, de casas enjalbegadas, rodeado por un mar de olivos
Un día en Cazorla (Jaén), punto de salida para descubrir el parque natural Sierras de Cazorla Segura y las Villa
Fernando Pastrano
Durante tres siglos fue tierra fronteriza entre moros y cristianos, hasta la toma de Granada en 1492. El parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas es hoy el espacio protegido y pulmón verde más grande de toda península, y la ... villa de Cazorla (que es ciudad 'muy noble y muy leal' desde 1813 por su resistencia a las tropas napoleónicas) es un pueblo blanco, de casas enjalbegadas, rodeado por un mar de olivos a casi 900 metros sobre el nivel del mar y con una población que ronda los ocho mil habitantes.
Empezamos el recorrido por el Balcón de la Herrería, o de Zabaleta, restaurado en 2019 y compuesto por tres balconcillos que se asoman al barrio viejo y las montañas que rodean Cazorla. Bajamos por la calle José Salcedo Cano y llegamos a la Plaza de Santa María o Plaza Vieja, que puede que sea el lugar con más bares y restaurantes por metro cuadrado de toda la ciudad.
La iglesia con empaque de catedral por la que cruza un río soterrado
Fernando pastranoSanta María, en Cazorla (Jaén), es una iglesia inacabada, atravesada por un río soterrado en una bóveda que pasa bajo el altar mayor
Las Ruinas de Santa María, con empaque de catedral, es el monumento más importante de la ciudad y sus ruinas no son las de un templo en decrepitud, sino las de una iglesia renacentista que nunca se llegó a terminar y está rodeada de misterios. Empezando por su autor, que no se sabe a ciencia cierta si fue Andrés de Vandelvira (1505-1575), aunque muchos de los detalles de sus obras en la cercana Úbeda, también aparecen aquí. El caso es que a falta de un solar plano de gran extensión sobre el que edificar la iglesia, tuvo que construirse uno sobre el río Cerezuelo, que pasa abovedado bajo el altar mayor. Para colmo, las torrenciales lluvias del verano de 1694 anegaron la zona en obras y dejaron a Santa María con un aspecto parecido al que vemos hoy, sin terminar.
La bóveda se puede visitar gracias a una pasarela albañal que nos adentra en un mundo subterráneo a duras penas iluminado. A medio camino nos sorprende la silueta alargada de un ser fantasmal tumbado al otro lado de la corriente. Es la Tragantía. Dice la leyenda que el último rey moro del Castillo de la Yedra tenía una hija a la que dejó emparedada en una mazmorra cuando huyó de la fortaleza para que no cayese en manos del enemigo, pero nunca pudo volver para rescatarla. Desde entonces su espectro sale todas las noches de San Juan cantando: «Yo soy la Tragantía, hija del rey moro, el que me oiga cantar no verá la luz del día, ni la noche de San Juan».
Pistas
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Dormir. El Hotel Ciudad de Cazorla es un tres estrellas de la cadena Sercotel muy céntrico, en la Plaza de la Corredera, 9.
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Gastronomía. La gastronomía cazorleña está marcada, como el paisaje, por los olivos y su aceite. Gachamiga (gachas), rin-ran (guiso de atún con patatas), talarines (torta de masa con liebre)... El Mesón Leandro, en la calle de la Hoz, 3, es una buena opción recomendada en las guías Michelin y Repsol.
Y si dejamos la ciudad y salimos a sus alrededores, el espectáculo no es menor. El parque natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, que ocupa 210.000 hectáreas, es el mayor espacio protegido de España pero también el segundo de Europa, además de haber sido declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1983. Aquí nace el río Guadalquivir y en los años 70 el naturalista Félix Rodríguez de la Fuente rodó algunos de los capítulos más celebres de la serie 'El hombre y la Tierra'.
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