DÍA DEL PATRIMONIO MUNDIAL
Córdoba, la ciudad española con más Patrimonio de la Humanidad
La Fiesta de los patios, el centro histórico, la Mezquita-catedral y Medina Azahara conforman la lista de reconocimientos por parte de la Unesco
Imagen de la Mezquita-Catedral de Córdoba
Desde 2018 Córdoba ostenta el título de la ciudad con más Patrimonio de la Humanidad de España. La herencia de los distintos pueblos asentados en sus tierras y su situación estratégica la han convertido en un lugar privilegiado, un enclave repleto de monumentos que, ... sin duda, merece la pena visitar. Descubrir la belleza de Medina Azahara, pasear por el casco histórico y maravillarse con la Mezquita-Catedral son algunos de los planes para celebrar el día del Patrimonio Mundial que se celebra el 16 de noviembre.
Mezquita-Catedral
La Mezquita de Córdoba, declarada Patrimonio de la Humanidad en 1984, es el monumento más importante de todo el Occidente islámico. Con más de 23.000 metros cuadrados en su interior, en este edificio se puede contemplar la evolución completa del estilo omeya en España, además de los estilos gótico, renacentista y barroco de la construcción cristiana. En primer lugar, bajo dominación visigoda se construyó la basílica de San Vicente sobre la que tiempo después se edificó la primitiva mezquita. Algunos de sus vestigios son visibles en la zona expositiva de San Vicente. Fue en el año 785 cuando comenzó la construcción del primitivo oratorio musulmán por parte de Abderramán I, que estaba formado por once naves longitudinales en dirección norte-sur. Entre los años 833 y 848 se lleva a cabo la primera ampliación en la que Abderramán II añade ocho nuevas naves hacia el sur y amplia el patio de abluciones. Del año 962 al 966, Alhakén II no solo amplió la sala de oración, sino que, además, levantó las nuevas maqsura y quibla, todo ello bajo una estética de gran riqueza. La gran Mezquita consta de dos zonas diferenciadas, el patio o sahn, única intervención de Abd al-Rahman III, y la sala de oración o haram.
Imagen del interior de la Mezquita-Catedral de Córdoba
Tras la reconquista cristiana de la ciudad de Córdoba se produce la consagración al culto católico y en el gran lucernario de Alhakén II se dispone la primitiva Capilla Mayor, aunque la primera gran intervención cristiana se desarrolla en 1489, momento en el que se erige una nave gótica de trazado basilical ocupando seis naves de la ampliación de Alhakén II. Por su parte, el retablo mayor, realizado en mármol, se concluye en el siglo XVII y en el XVIII se añadirían los púlpitos, obra del escultor Miguel Verdiguer, y la sillería del coro que, elaborada en caoba, está toda tallada y esculpida con diversos temas.
Centro histórico
La delimitación del conjunto declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1994 engloba todas las manzanas que rodean la Mezquita-Catedral. Al sur esta área se extiende hasta la orilla del río Guadalquivir opuesta a la Mezquita para incluir el Puente Romano y la Torre Fortaleza de la Calahorra, al este hasta la calle San Fernando, al norte hasta el límite de la zona comercial y al oeste hasta el Alcázar de los Reyes Cristianos y el barrio de San Basilio. Así, dentro de estos límites hay multitud de monumentos que visitar. No hay que perderse por tanto la Torre de la Calahorra, enclave de control y defensa desde la antigüedad que actualmente acoge el Museo Vivo de Al-Ándalus, el puente romano, las columnas del templo de Claudio Marcelo (siglo I) y la sinagoga, única en Andalucía y una de las mejor conservadas de época medieval de toda Europa. Además de todo esto está el Alcázar de los Reyes Cristianos, una fortaleza y palacio que encierra en su interior gran parte de la evolución arquitectónica de Córdoba con restos romanos, visigodos y de origen árabe. De todas las estancias destaca el Salón de los mosaicos en el que se exponen piezas romanas de este tipo procedentes del subsuelo de la corredera. También hay que recorrer el barrio de la Judería y hacer parada en la plaza de la Corredera y la calleja de las Flores.
Imagen del Alcázar de los Reyes Cristianos
Fiesta de los patios
Desde 1921 el Ayuntamiento de Córdoba organiza, durante la primera quincena de mayo, el Concurso de Patios. Así, los vecinos engalanan sus viviendas con una multitud de flores plantadas en arriates y macetas que se cuelgan en las paredes o se colocan sobre el típico pavimento de chino cordobés. Además, paralelamente se celebra un festival con numerosas actuaciones folclóricas donde se dan cita los mejores cantaores y bailaores de la tierra. Esta fiesta, que promueve la función del patio como lugar de encuentro intercultural y fomenta un modo de vida colectivo sostenible basado en el establecimiento de vínculos sociales sólidos y de redes de solidaridad e intercambios entre vecinos, fue inscrita en la lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2012.
A grandes rasgos los patios se clasifican en dos grupos básicos. Los patios monumentales y señoriales, que son aquellos relativos a antiguos palacios de la aristocracia local o a señalados edificios religiosos, como el Patio de los Naranjos, el de la sinagoga, el santuario de la Fuensanta o, entre los señoriales, el Palacio de Viana. Y, por otro lado, los patios de concurso, que son todos los que han participado en el concurso municipal desde 1921 hasta la actualidad. Dentro de estos están los de arquitectura antigua, que son los que se han construido hasta la década de los sesenta y que conservan sus principales características estructurales, y los de arquitectura moderna o renovada, que son aquellos que pertenecen a una nueva vivienda edificada tras la demolición de uno anterior o que han sufrido tal nivel de intervención que han perdido sus elementos más significativos.
Imagen de un patio decorado con flores
El barrio más característico donde se sitúan los principales patios es el del Alcázar Viejo, entre el Alcázar y la parroquia de San Basilio, aunque también hay en el barrio de Santa Marina, alrededor de San Lorenzo y la Magdalena. En el entorno de la Mezquita-Catedral, el barrio de la judería presenta también ejemplos de gran belleza y antigüedad.
Medina Azahara
Situada a ocho kilómetros de Córdoba capital, a los pies de Sierra Morena, está Medina Azahara, la misteriosa ciudad que Abd-al Rahman III mandó construir en el año 936 d.C. como símbolo de poder de la dinastía de los Omeya y para la que no escatimó en gastos. Utilizó mármoles violáceos y rojos, oro y piedras preciosas y contó con los mejores canteros, así como con las legendarias contribuciones bizantinas.
Con una extensión de 112 hectáreas, esta ciudad palatina se dispone en tres terrazas rodeadas por una muralla. En la intermedia y superior está situado el Alcázar real, mientras que la zona más baja se reservó para viviendas y la mezquita, edificada extramuros en poco más de un mes. Parte del alcázar tenía carácter público y era donde se llevaban a cabo las visitas oficiales. Entre las diferentes estancias destacan el Salón Alto, dispuesto en cinco naves con arcadas, y el Salón Rico, que se divide en tres naves con arcos de mármol rojo y azulado siendo las laterales ciegas y abierta la central. Además, llaman la atención el Jardín Alto, el cual se desarrolla en cuatro zonas quedando el punto de intersección ocupado por un pabellón y cuatro albercas, y el gran pórtico, al que se llega por un complejo de calles en rampa empinada y por el cual accedían las grandes embajadas que recibía el califa. Delante del mismo se abría una gran plaza en la que se concentraban las tropas y el personal de las ceremonias protocolarias.
Imagen de Medina Azahara
Este recinto, que acabó en ruinas debido a las sucesivas guerras que asolaron Al-Ándalus a principios del siglo XI –tan solo 70 años después de ser levantada–, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2018.
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