La colección de soldaditos de plomo más grande del mundo está en España

La colección privada que reunió el empresario y economista valenciano Álvaro Noguera y heredó y amplió su hijo Alejandro empezó a ordenarse en 1981, aunque el museo como tal no se inauguró hasta 2006, el año que murió su padre. Para ello acondicionaron el llamado Palacio de los Marqueses de Malferit, que, como la colección, también merece una visita.

Fue una alquería musulmana hasta que llegó Jaime I, y, posteriormente palacio de Brizuela, familia que construyó la escalera (siglo XIV) y el edificio a su alrededor (XV). Con el paso de los años perteneció a los Mercader, que perdieron la propiedad a los dados con un Malferit. En la Guerra Civil estuvo aquí el Ministerio de Justicia. Y en 1945 lo compró la familia Noguera, los actuales propietarios.

En ese entorno, la colección de soldaditos de plomo, que abarca dos siglos de historia, impresiona aún más. Como dice Guinness World Records, las figuras ocupan vitrinas repartidas en una docena de salas, cada una con un tema particular, por ejemplo, la Primera Guerra Mundial, la Antigua Roma, la Guerra Civil de los EE. UU. y la Inglaterra medieval. Incluso hay una recreación a escala real de la Batalla de Almansa de 1707 con miles de figuras luchando en un vasto paisaje de maquetas.

Hay también muchas vitrinas dedicadas a la ruta de la seda, una idea de Alejandro Noguera que puso en marcha en 2016, cuando la Unesco declaró a Valencia capital de esa histórica vía de comercio y cultura. Desde China (con figuras hechas por la empresa King & Country, propiedad de un británico que vive en Hong Kong) a España. Este otoño habrá además una exposición temporal sobre Marco Polo, el gran viajero, para celebrar el 700 aniversario de su nacimiento.

En el museo hay piezas hechas por el equipo del museo, esculpidas y pintadas. Hay otras que llegaron desmontadas, un kit, hechas por otros, montadas y transformadas en Valencia, como las dedicadas a 'Tirant lo Blanch', la novela de Joanot Martorell. Las hay también que están tal como las hizo el fabricante, como 'El principito' o 'Asterix y Obelix'. Y piezas compradas en subastas, legadas o donadas. Algunas, por último, proceden de encargos específicos del museo, como el espacio dedicado al Corpus Christi.

La batalla de Almansa es la maqueta de mayor tamaño del museo, con 9.000 figuras que representan lo ocurrido el 25 de abril de 1707. También se podrían destacar otras estanterías dedicadas al Abrazo de Vergara, 55 días en Pekín o la entrega de las llaves de Granada.

En el museo (C. de Caballeros, 22, 963 918 675) se organizan talleres, presentaciones de libros, conferencias… e incluso se ofrecen viajes de autor por el mundo relacionados con la historia y guiados habitualmente por Alejandro Noguera. Solo así, 'disparando' a muchos objetivos, parece posible mantener este palacio con una colección tan especial.