Suscribete a
ABC Premium

Qué ver en el Cabo de Gata: acantilados, miradores, fondos marinos... y la playa de Indiana Jones

El Parque Natural del Cabo de Gata, en Almería, fue el primer espacio marítimo-terrestre protegido de Andalucía y conserva todo el encanto salvaje del Mediterráneo virgen

El faro del cabo de Gata con el arrecife de Las Sirenas MAB
Miguel Ángel Barroso

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Al principal macizo volcánico de la península Ibérica se llega cruzando un sorprendente mar de plástico: los invernaderos que han sido incluso fotografiados por la NASA para mostrar la huella del hombre sobre la superficie del planeta, una costra blanca vista desde el cielo, ... la huerta de Europa dicen los tópicos. Un puñado de kilómetros más al este hay otra rareza que destaca justo por lo contrario: un retazo de litoral casi virgen, intocado, reconocible por el Mediterráneo ancestral, tan confundido en otras partes por el hormigón, los chiringuitos y los bosques de sombrillas. Aquí las excavadoras pasaron de largo: apenas había agua, tan solo tierra árida, torres arruinadas, sal y gaviotas. Morros y bahías que escaparon al disparate urbanístico, o que vieron como se detenía a tiempo, como sucedió con el hotel El Algarrobico, cerca de Carboneras, que ha quedado como una construcción fantasma que simboliza lo que pudo ser y afortunadamente no fue este paraíso almeriense.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comparte esta noticia por correo electrónico
Reporta un error en esta noticia