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Una escapada otoñal de vinos y setas junto al Duero (en cuanto sea posible)

La vendimia acaba de terminar y los bosques y praderas junto al Duero ya se están llenando de boletus y níscalos, la señal de salida para una escapada gastronómica

Setas en Casa Vallecas, en Berlanga de Duero Gabriel Villamil
Manuel Muñiz Menéndez

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El otoño le sienta muy bien al Duero. No sólo porque los chopos, álamos y fresnos de sus orillas toman un tono dorado que crean un paisaje aún más bello que de costumbre, sino porque a su alrededor nacen los frutos de la ... estación. Con la vendimia recién terminada, las bodegas de la DOP Ribera del Duero se llenan del olor del mosto empezando a fermentar. Y en los prados y bosques sorianos nacen las setas de otoño, como boletus, níscalos o setas de cardo. También la Tuber uncinatum , trufa de otoño o de Borgoña, con la que ir abriendo boca y olfato para la temporada de la fabulosa trufa negra ( Tuber melanosporum ), que empieza en diciembre. Delicias que invitan a viajar junto al Duero para saborearlas.

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