Agua, vino y pueblos de impresión: una ruta perfecta en la España interior

Una iglesia que parece una catedral

A Aranda de Duero muchos la conocen por el lechazo asado, pero a lo mejor (peor) no saben que durante 2020, 2021 y 2022 ostenta el título de Ciudad Europea del Vino. Entre sus muchos atractivos destaca la iglesia de Santa María la Real, un impresionante edificio de los siglos XV y XVI que, por su tamaño, parece una catedral. En aquella época Aranda creció tanto que tuvieron que levantar un templo más grande. La espectacular portada-retablo, que fue mandada construir por los Reyes Católicos, encierra muchos eniigmas que hay que irlos descubriendo poco a poco. Algunas de las cerca de un centenar de esculturas de este pórtico son difíciles de identificar pues sus atributos han desaparecido con el paso del tiempo o son de compleja interpretación.

Otra actividad interesante es la visita de las bodegas subterráneas que forman una galería de más de 7 km bajo el casco histórico. Hay más de 135.

Encanto medieval

A 16 km de Aranda de Duero se encuentra Haza (también en Burgos) en lo alto de un cerro sobre la vega del Riaza. Este pequeño pueblo (28 habitantes censados en 2021) conserva el encanto de lo auténtico. Formaba parte de la línea defensiva medieval del Duero como lo atestiguan las murallas y la torre del homenaje del castillo, convertida en un centro de interpretación del pueblo. La Iglesia de San Miguel Arcángel, tiene elementos románicos y góticos.

La Posada de Aza (sin H), en la plaza de la Fuente, es el único bar-restaurante y casa rural del pueblo. Allí se puede comer una deliciosa morcilla de arroz, pero que al visitante no se le ocurra decir que qué rica está esa morcilla de Burgos. «¡Es de Castrillo de la Vega!», le corregirán con rotundidad. Haza, Castrillo, Burgos… todo se queda en casa.

Cuna de la Ribera del Duero

Llegamos a Peñafiel (Valladolid) un día de calima africana. La silueta de su castillo (s. XIV, monumento nacional desde 1917) se recorta con tonos arenosos sobre los viñedos rojizos que rodean el cerro de casi cien metros de altura sobre el que la fortaleza parece un barco varado. En el interior se ha instalado el Museo Provincial del Vino , no en balde a Peñafiel se la llama “Cuna de la Ribera del Duero”.

Nos encontramos en plena Milla de Oro del Ribera del Duero y será interesante que visitemos alguna de sus bodegas. Como la de Tr3smano (https://www.tresmano.com/), cuyas 55 hectáreas de viñedos están presididas por un valentísimo olivo, al parecer con 1.500 años de historia.

O la Bodega Emina (https://emina.es/). En latín, Emina significa “amada” y una hemina era la medida de la cantidad máxima que podían beber los monjes diariamente, unos 0,27 litros, poco más que un botellín (quinto) de cerveza actual. Emina fue el primer Centro Integral de Desarrollo Sostenible y es una de las bodegas que mejor lo cumple en España.

Impresionante abadía cisterciense

A 15 km. de Peñafiel, sin salirnos de la DO, está Valbuena de Duero y su monasterio de Santa María (s. XII). Dicen que es la abadía cisterciense mejor conservada de Europa. Gestionado por Castilla Termal (https://www.castillatermal.com/) se ha convertido en un hotel de cinco estrellas con un magnífico balneario y el restaurante Converso, que dirige el chef Miguel Ángel de la Cruz, una estrella Michelin.

Junto a sus impresionantes claustros se encuentra la sede permanente de la Fundación “Las Edades del Hombre” con un taller de restauración de obras de arte.

A 7 km. está la Bodega Matarromera (https://matarromera.es/), la primera de las nueve bodegas creadas por Carlos Moro. Fundada en 1988, el edificio tiene estructura de château rodeado por 20 hectáreas de viñedo. El grupo elabora vinos de alta gama en seis DO: Ribera del Duero, Cigales, Toro, Rueda, Rioja y Ribeiro.

La ciudad del Tratado

Tordesillas es la ciudad que ha dado nombre al tratado que a finales del s. XV dividió la posesión del mundo conocido entre las dos grandes potencias de la época: España y Portugal. A partir de entonces la geopolítica mundial cambió para siempre. Las Casas del Tratado , dos palacios en uno de los cuales se firmó el documento, albergan un interesante museo en el que se explica todo el proceso de la negociación. Otros lugares a visitar son el Real Monasterio de Santa Clara, la Plaza Mayor y el puente medieval.

Pero Tordesillas es también tierra de vino y de bodegas. En 1886, la familia Muelas se estableció en el número 3 de la Calle de Santa María, una construcción del siglo XV, muy cerca de la Plaza Mayor. Allí sigue la cuarta generación familiar que en la bodega subterránea más pequeña de la DO Rueda, pequeña en extensión pero grande en la calidad de sus vinos, elabora blancos jóvenes y tintos de crianza, sin olvidar Velay, el primer vermú hecho en Valladolid.

El pueblo más bonito de Castilla y León

En el suroeste de Valladolid, muy cerca de la provincia de Zamora está Castronuño , elegido 'Pueblo Más Bello de Castilla y León' en 2021. Se levanta justo donde el Duero dibuja un pronunciado meandro en la Reserva Natural Riberas de Castronuño-Vega del Duero, única reserva natural de la provincia vallisoletana. Al final de la calle Pastores llegamos al Mirador de la Muela, un amplio balcón sobre el río al que se puede bajar por un camino escalonado, y desde el que se puede acceder a la iglesia parroquial, dedicada a Santa María del Castillo, del s. XII, uno de los ejemplos más importantes del románico en Valladolid.

También en esta calle está Xokoreto (https://xokoreto.com/), una confitería integrada en la Ruta del Vino de Rueda en la que José I. Colinas elabora dulces artesanos en cuyas recetas suele aparecer el vino.

¿El primer vino que llegó a América?

Dicen que Toro es la ciudad medieval más bonita de Zamora. No me extraña, solo su colegiata de Santa María la Mayor (s. XII) y su policromado Pórtico de la Majestad, que permaneció oculto durante siglos, así lo atestiguan. Pasear por las rúas adoquinadas que tienen como eje la Calle Mayor y llegar hasta la plaza de toros, una de las más antiguas de España, es toda una experiencia.

Toro también es vino, como podemos ver en alguna de sus 300 bodegas. Dicen que el vino de Toro fue el primero que llegó a América, claro que en Galicia cuentan que el primero fue un Ribeiro.

Sea como fuere, La Morada del Vino (https://lamoradadelvinotoro.com/) es un espacio gastronómico de los hermanos Calvo (Kiko y Noelia) ideal para comprobar la excelencias de los vinos toresanos, como su Bigardo “un toro hecho a mano”.

O las Bodegas Fariña (https://www.bodegasfarina.com/), en la carretera que viene de Tordesillas. Un negocio familiar de tres generaciones con más de 300 hectáreas de viñedos dedicados a la variedad Tinta de Toro.

Capital de los Arribes del Duero

El pueblo de Fermoselle , en Zamora, es conocido como la capital de los Arribes del Duero, espacio natural protegido y Reserva de la Biosfera Transfronteriza desde 2015. Declarado Conjunto Histórico Artístico en 1974 , esta bonita (fermosa) localidad hay que recorrerla tranquilamente por sus calles empedradas y muy empinadas, que nos llevan desde el barrio judío a las 'casas colgadas', imagen que apareció en los cupones de la ONCE del 21 de marzo de este año, y que se ven perfectamente desde la Ronda (carretera CL-527) que circunvala la población.

Precisamente en esta carretera se encuentra la Posada de Doña Urraca (https://www.posadadonaurraca.es/), un hotel 4 estrellas que ocupa el edificio de más de un siglo de antigüedad que antes fuera cuartel de la Guardia Civil. Buenas vistas del pueblo y un excelente restaurante tradicional, todo controlado y mimado por su directora, la inefable Isabel Puente Robles.

Viejas casas con viviendas de dos pisos construidas en piedra y granito, que esconden bajo su suelo más de mil antiguas bodegas, de ahí su otro apelativo: 'El pueblo de las mil bodegas' aunque seguramente tenga más, muchas de ellas documentadas desde el S. XIII, y algunas visitables, como las Bodegas Pastrana (https://www.bodegaspastrana.es/), donde se realizan catas de vinos con DO Arribes.

Al otro lado de la Raya

Casi sin enterarnos, hemos pasado a Portugal atravesando la Presa de Miranda por la carretera ZA-324 que al otro lado de la Raya se convierte en la N-218. Hace años (antes de 1995) en la Aduana de Torregamones, en el lado español, se paraban a casi todos los vehículos en busca de productos no declarados, como el café, las toallas o incluso los muebles. Hoy eso se ha olvidado y son los coches portugueses los que pasan a España para repostar un combustible que, pese a todo, aquí es más barato.

En Miranda do Douro (no confundir con Miranda de Duero, Soria) se toma el catamarán para realizar el Crucero Ambiental Europarques , pero también es interesante callejear desde la Plaza de Joao III, donde se encuentra la Cámara Municipal (Ayuntamiento) y el Museo de la Tierra de Miranda. En esta plaza hay unas esculturas de una pareja de mirandeses con los trajes típicos, el hombre lleva una capa de honras, similar a la capa alistana o capa parda zamorana.

Siete kilómetros al norte de Miranda, está el Parque Natural do Douro Internacional con unos acantilados de 150 m. de altura sobre las aguas del río. Estamos muy cerca de Paradela, la población más oriental de Portugal.