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Destinos / EL HORROR DEL EXTERMINIO DE POL POT

Tuol Sleng pone los pelos de punta

Día 08/10/2012 - 12.21h

La capital Phnom Penh tiene una visita que pone los pelos de punta. Se trata de Tuol Sleng, la antigua prisión donde Pol Pot;(uno de los mayores genocidas de la historia) y sus secuaces sometían a inimaginables torturas a todos los que no comulgaban con sus ideas. Al principio uno piensa que la visita es algo breve pero al final estuvimos cerca de cuatro horas (la reflexión lo requería...).

Era como si nos trasladásemos a aquella época y se paralizase el tiempo (el estado de la cárcel está prácticamente intacto). Resultan innumerables las cámaras de tortura, camas eléctricas, horribles objetos usados para los interrogatorios, fotografías de las víctimas y demás 'reliquias' que uno puede contemplar allí. Parece mentira que antiguamente fuese un colegio... de hecho, lo más impactante es un mapa de Camboya hecho con cráneos de víctimas. Nada didáctico, por supuesto.

La historia enseña que la mayoría de la víctimas eran trasladadas a Choeung Ek, uno de los mayores campos de exterminio del régimen de los jemeres rojos, donde eran ejecutados. Quien desee revivirlo puede echar mano de la famosa película 'Los gritos del silencio'. Situado a las afueras Phnom Penh, Tuol Sleng actualmente ejerce de memorial a todas las víctimas donde se ubica una estupa (tipo de arquitectura budista) que alberga más de 5000 cráneos.

El régimen de Pol Pot y los jemeres rojos en la Kampuchea Democrática (antigua Camboya) duró desde 1975 hasta 1979. Exactamente tres años, ocho meses y 20 días. Lo curioso del tema es que hasta el último día antes de su muerte, el genocida todavía seguía pensando que había hecho lo mejor por su pueblo. Este siniestro personaje se cargó nada menos que a un tercio de su población (se habla de tres millones de personas).

Cuando digo esto, es que se cargó a sangre de su sangre. Todo daba igual: gente del campo, intelectuales,universitarios... miles de camboyanos murieron simplemente porque no seguían sus ideales o incluso porque llevaban gafas y podían ser considerados intelectuales sospechosos. Pol Pot quería el aislamiento total de la población y cerrar los contactos con Occidente. Algo incongruente, ya que él mismo había estudiado en las mejores universidades de París.

Al menos una de sus víctimas se salvó. Gracias a él sabemos algo más de las torturas de Tuol Sleng... Eso sí, Pol Pot le perdonó la vida porque era el encargado de hacerle un busto a su memoria... Actualmente se encuentra en una de las salas de Tuol Sleng.

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