Triana, un destino de diez dentro de otro destino de diez

Triana es un barrio con una historia rica y vibrante. Situado al otro lado del río Guadalquivir, se accede a él cruzando el emblemático Puente de Triana, también conocido como Puente de Isabel II. Inaugurado en 1852, es el puente de hierro más antiguo de España y fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1976. Esta obra de los ingenieros Gustavo Steinacher y Ferdinand Bernadet, con piezas de fundición realizadas en los talleres de los hermanos Bonaplata en Sevilla, conecta la historia y la modernidad con su imponente estructura sobre el río Guadalquivir.

El origen de Triana se remonta a la época romana, aunque su verdadero esplendor llegó durante la Edad Media, cuando se convirtió en un importante núcleo de comercio y artesanía. La proximidad al río hizo de Triana un lugar estratégico para la construcción de barcos, lo que fomentó el desarrollo de una pujante industria marítima. Con el paso del tiempo, Triana también se convirtió en el hogar de marineros, gitanos y artesanos, conformando un crisol de culturas que aún hoy es evidente en sus calles y plazas.

El arte y la cultura son pilares fundamentales en Triana. Este barrio es cuna de grandes artistas y tiene una fuerte tradición flamenca. Aquí nacieron figuras emblemáticas del cante y el baile flamenco, y aún hoy se pueden encontrar numerosos tablaos y peñas flamencas donde disfrutar de este arte en su máxima expresión.

Uno de los lugares más emblemáticos es la calle Betis, una vía que bordea el río y ofrece unas vistas espectaculares de la Torre del Oro y la Giralda. En esta calle se encuentran algunos de los bares y restaurantes más conocidos de Triana.

Triana es también un paraíso para los amantes de la gastronomía. La oferta culinaria de este barrio es amplia y variada, destacando especialmente por sus tapas y platos tradicionales. Entre los lugares más icónicos para disfrutar de la gastronomía trianera se encuentra el Mercado de Triana, situado junto al puente del mismo nombre. Este mercado es un hervidero de vida y sabores, donde se pueden degustar productos frescos y locales, así como platos típicos de la cocina andaluza.

Entre los restaurantes destacados se encuentra 'De la O', situado en el Paseo de Nuestra Señora de la O, que ofrece una experiencia culinaria excepcional junto al río. 'María Trifulca', en el Puente de Triana, ofrece vistas impresionantes y una cocina que combina tradición y modernidad. 'Blanca Paloma' y 'Las Golondrinas' son dos templos del tapeo sevillano, donde se pueden degustar platos tradicionales en un ambiente auténtico.

'Bar Juan Carlos' es el lugar ideal para los amantes del queso, con una selección de más de 100 variedades. La 'Freiduría Alboreá' en San Jacinto es perfecta para disfrutar de una buena fritura de pescado, y 'Casa Ruperto' es famosa por sus pajaritos fritos, una delicia que no se puede dejar de probar. Para los golosos, 'Manu Jara' ofrece alta repostería francesa, destacando sus croissants de mantequilla traída desde Normandía.

Triana es un lugar lleno de rincones pintorescos y paisajes encantadores. Uno de los más destacados es el Altozano, la plaza situada al final del Puente de Triana, desde donde se puede contemplar una panorámica impresionante de Sevilla. En esta plaza se encuentra también el monumento a Juan Belmonte, uno de los toreros más famosos de España, quien era natural de Triana. Las calles adyacentes, como la calle Pureza y la calle San Jacinto, están llenas de vida y ofrecen una gran variedad de tiendas, bares y restaurantes donde se puede disfrutar de la auténtica esencia de Triana.

Al cruzar el Puente de Triana, uno se encuentra con la Capillita del Carmen, una pequeña joya arquitectónica obra de Aníbal González. Dedicada a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, esta capilla sirve de sede a la Hermandad de la Gloria. Su reja acristalada permite a los fieles rendir culto en todo momento, añadiendo un toque de espiritualidad a la entrada del barrio.

El Centro de Cerámica de Triana, inaugurado en 2014, es un espacio dedicado a preservar y mostrar la rica tradición alfarera del barrio. Ubicado sobre el antiguo conjunto alfarero de la histórica empresa Cerámica Santa Ana-Rodríguez Díaz S.L., este centro ofrece una exposición permanente y visitas guiadas que revelan la importancia espacial, etnológica y antropológica de la cerámica en Triana. Los hornos restaurados y las exposiciones contextualizadas transportan a los visitantes a la época en que la alfarería era una de las principales actividades del barrio.

Para conocer Triana a fondo, lo mejor es recorrer sus calles a pie, dejándose llevar por la intuición y el deseo de descubrir sus secretos. Una visita obligada es también el Castillo de San Jorge, una antigua fortaleza medieval que hoy alberga un centro de interpretación sobre la historia de Triana y la Inquisición. Esta fortaleza visigoda fue sede de la Santa Inquisición Española desde 1481 hasta su demolición en el siglo XIX para ampliar la Plaza del Altozano y construir el mercado de abastos. Hoy, los restos del castillo se pueden visitar, ofreciendo una ventana a uno de los periodos más oscuros y fascinantes de la historia sevillana.

Las festividades son otro aspecto destacado de Triana. Este barrio celebra con especial fervor la Semana Santa, siendo la Hermandad de la Esperanza de Triana una de las más populares y queridas de Sevilla, sin olvidar a las otras grandes hermandades del barrio (La Estrella, San Gonzalo, El Cachorro y La O).

Otra festividad importante es la Velá de Santiago y Santa Ana, que se celebra en julio. Durante esta fiesta, Triana se llena de casetas, música y baile, convirtiéndose en una pequeña feria donde tanto vecinos como visitantes disfrutan de la alegría y el espíritu festivo que caracteriza a este barrio.

Esta festividad, que tiene sus orígenes en una antigua romería, llena el barrio de luces, farolillos y casetas. Durante la Velá se organizan actividades como la popular cucaña, mercados de alfarería, competiciones deportivas, teatros y conciertos. Es un evento que refleja la esencia festiva y comunitaria de Triana, convirtiéndolo en un destino aún más atractivo durante el verano.