Zahara de la Sierra, riqueza natural en pleno corazón verde de la provincia de Cádiz

El casco urbano de Zahara de la Sierra domina todo el panorama desde más de 600 metros de altitud, con una imagen única de todo el entorno, donde destaca el Puerto de las Palomas , la sierra de Líjar o el propio pantano de increíbles aguas turquesas de Zahara-El Gastor. Zahara de la Sierra es el lugar perfecto para los amantes de la naturaleza, para los aficionados al senderismo y a otro tipo de modalidades que tienen al medio natural como protagonista. En definitiva un destino que no puede faltar en la agenda de aquellos que quieran conocer el auténtico corazón de Andalucía.

Cuando el viajero se acerca a Zahara de la Sierra, circulando por la carretera A-382, que une las localidades de Jerez de la Frontera y Antquera, lo primero que llega a pensar cuando ve en la lejanía la increíbe situación geográfica entre montañas y peñas de este pueblo gaditano, es que se dirige hacia un rincón de una importancia estratégica muy destacada a la lo largo de la historia. Zahara tiene una posición única , es un lugar que una vez que lo contemplas es imposible de olvidar nunca, y cuya silueta se detecta desde muchos kilómetros de distancia.

Como dato curioso resulta muy gráfica la descripción de Zahara de la Sierra que hacía Pedro de Medina en el siglo XVI: «Está asentado este pueblo sobre un gran risco o peña que solamente tiene una entrada o sabida muy agria y tan dificultosa, que con gran pesadumbre se puede subir al pueblo cabalgando. Lo cercado y antiguo del pueblo está encima de la peña a inedia ladera. Las calles están empinadas y hechas a mano unas sobre otras, picadas en la peña, tan dificultoso de andarse que, para esto, están llenas de escaleras y, con todo esto, es menester que estén los hombres muy acostumbrados a subir y bajar por ellas, para acertar y andar - y poner los pies».

Esa imagen es la que han visto hombres y mujeres desde la Preshistoria, ya que nos encontramos en un área geográfica que ha contado con pobladores desde hace muchos siglos. Importantes son los restos de época romana , ya que el asentamiento se encontraba en la zona de influencia de la antigua ciudad romana de Acinipo, cuyas ruinas -muy cercanas a la ciudad de Ronda-, se pueden visitar en la actualidad. En Zahara de la Sierra, los amantes de la historia pueden acudir a conocer de cerca el yacimiento de El Tesorillo, de época romana.

Históricamente nos situamos en un lugar que fue crucial para la frontera entre los reinos cristianos y los dominios musulmanes, que por su difícil acceso y su posición estratégica ha sido escenario a lo largo de la historia de numerosas e importantes batallas. Tras muchas visicitudes fue conquistado para la corona de Castilla en el año 1483 por Rodrigo Ponce de León . Un hecho que se festeja cada año en la localidad el día 20 de octubre en la fiesta de San Simón y San Judas.

Hay que estar en buena forma para poder disfrutar de los encantos del casco urbano de Zahara de la Sierra. Lo mejor será aplicar el sentido de la observación e imitar el ritmo tranquilo y pausado de los habitantes de este rincón gaditano a la hora de salvar las grandes cuestas, escaleras y desniveles que marcan la personalidad del pueblo. El premio merecerá la pena, ya que disfrutaremos de un paseo inolvidable.

Lo mejor será iniciar nuestro caminar para descubrir los secretos de Zahara en los restos de la antigua iglesia mayor, que cuenta con el atractivo de los misterios de la historia, ya que fue construida por los cristianos después de la primera conquista a Zahara en el año 1407 , y que puede estar enclavada sobre los restos de una antigua mezquita, dato que no ha podido ser confirmado en su totalidad.

Para conseguir entender lo que es Zahara y todo lo que significa, merece la pena subir el camino que nos lleva hasta el Castillo y La Torre del Homenaje , un monumento que se construyó entre los siglos XIII al XV, y que desde entonces preside todo el horizonte desde una posición privilegiada. Nos situamos en el elemento más importante de todo el antiguo sistema defensivo con el que contaba la ciudad y que tan buenos resultados ofreció durante siglos, convirtiendo a Zahara en una plaza casi inexpugnable.

Poco a poco nuestras piernas irán agradeciendo que bajemos al casco urbano del pueblo, para perdernos por sus rincones, calles y plazoletas, en un paseo plagado de seductores aromas de las plantas que cuelgan en macetas de las paredes y de azulejos con inscripciones que harán volar nuestra imaginación. Una ruta en la que nos sorprenderá la Torre del Reloj, del siglo XVI , que es único resto de la antigua ermita de San Juan de Letrán o la imponente iglesia de Santa María de la Mesa, del siglo XVIII, terminada curiosamente en 1755, justo el año del devastador terremoto de Lisboa.

Desde el año 1983, el centro de Zahara está declarado Conjunto Histórico Artístico , un lugar donde es posible encontrar casas tradicionales, bellísimas calles encaladas y sorprendentes miradores. Un paseo que además se puede completar con la visita al centro de interpretación del pinsapo o al centro de interpretación de la villa medieval.

Seguramente que tanto paseo nos habrá abierto el apetito, por lo que habrá llegado el momento de probar las especialidades locales en alguno de los fantásticos restaurantes y bares con los que cuenta Zahara. En este rincón idílico de la sierra de Cádiz todo sabe como tiene que saber, y el visitante no se puede marchar sin probar platos como las gachas, tortillas y guisos de espárragos, tagarninas, acelgas con garbanzos, quemones, «sopa hervía» o «sopa tostá», la sopa de tomate, el menudo, las chacinas, o las deliciosas carnes de membrillo.

Los amantes del medio natural y de las actividades en la naturaleza han llegado al sitio correcto, porque las posibilidades que ofrece Zahara de la Sierra en este sentido son casi infinitas. Los senderistas no sabrán que ruta escoger, los aficionados a los deportes naúticos podrán recorrer en piragüa su atractivo pantano y los ciclistas disfrutarán desafiando a la gravedad en las espectaculares rampas que propone el Puerto de las Palomas , uno de los lugares más emblemáticos para las dos ruedas de toda la geografía andaluza.

En cuanto a la flora que rodea a este enclave serrano hay que destacar los olivos, acebuches, algarrobos, encinas, quejigos y por supuesto los famosos pinsapos; una especie única en todo el mundo que es posible admirar por estos lares. En cuanto a la fauna, nos situamos en un lugar en el que es muy habitual la presencia de la cabrá montes o el corzo , además de aves como el águila imperial y el águila real.

En cuanto a las rutas que se pueden llevar a cabo partiendo de Zahara de la Sierra la más emblemática en sin lugar a dudas la que lleva a la famosa Garganta Verde, que recorre uno de los lugares más especiales de toda la sierra. Pero las posibilidades son muy diversas y se pueden ajustar a la condición física de cada persona , que pueden disfrutar con rutas que llegan a la denominada como Garganta Seca, al Puerto de la Breña, al arroyo Bocaleones, al Puerto de Las Palomas, al pantano o a Arroyomolinos.

Mención aparte merece sin lugar a dudas el complejo existente en el área recreativa de Arroyomolinos, conocido como 'La Playita' , un enclave muy popular en los meses veraniegos. Y es que Zahara es tan especial que también cuenta con una playa en pleno Parque Natural, situada entre huertas y árboles frutales, que ha nacido gracias al aprovechamiento del curso del río.

Una zona que cuenta con una importante cartera de servicios, con un bar-restaurante, mesas para picnic y áreas de juego, por lo que se puede disfrutar de este atractivo tanto en los meses de verano como en otras épocas del año. Un espacio fantástico para sentir el poder de la naturaleza y para escapar de los habituales rigores del verano en latitudes andaluzas.

Por todos estos motivos y muchos otros que el visitante irá descubriendo con calma, como se descubren las cosas que merecen la pena en la vida, Zahara de la Sierra es un destino de ensueño, muy cerca de importantes ciudades andaluzas como es el caso de Sevilla, Jerez de la Frontera, Ronda o Antequera. Un lugar ideal para los amantes de los auténtico, y que el escritor José de Zorrilla , en un romance escrito en el año 1841, describió de esta manera tan evocadora como verdadera: «Está Zahara en una altura entre montaña y colina sentada en la peña dura, que asoma la cresta oscura entre Ronda y Medina. Cuando encienden los cristianos, de noche hogueras en ella, no distinguen los paisanos si son sus fuegos lejanos luz de atalaya o de estrella...».